Un digital que llamó 'odio' a afirmar hechos biológicos nos avanza lo siguiente

Los fans de la corrección política presentan su próximo frente de batalla: el 'sirenismo'

Si te parece que ya no podemos caer más bajo tras la persecución contra quienes dicen que los niños tienen pene y las niñas tienen vulva, te traigo una mala noticia: aún queda el fondo del mar.

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Un medio que ya se lanzó a llamar 'odio' a la biología

El digital El Español de Pedro J. Ramírez -uno de los medios que han calificado como "odio" la mera afirmación de una obviedad biológica como la citada-, nos preparaba ayer para el siguiente capítulo de la corrección política con un reportaje que lleva este curioso título: "El 'sirenismo' se dispara en Brasil gracias a Mirella: 'Nací sirena con piernas'". La noticia en cuestión nos habla de dos brasileños -Mirella Ferraz y David Sereio- que dicen sentirse sirenas.

La repanocha: sirenas que dicen que lo son en el momento de nacer

De ella -ya uso con temor el pronombre femenino, preguntándome cuánto tardarán en reclamar un pronombre específico para las sirenas- recogen las siguientes declaraciones: "Nací en el año 83 ya diciendo que era una sirena. Siempre fui muy extraña, llena de conchas en la cabeza. Mis compañeras de clases me hacían bullying, no tenía amigos..." Leer esto me deja pasmado, qué queréis que os diga. No porque una chica diga que se siente una sirena (una amiga mía a la que le gusta mucho nadar siempre lo ha dicho de sí misma; en broma, claro), sino por el sorprendente hecho de que las sirenas ya hablan nada más nacer. Es la repanocha. A los demás nos costó un par de años...

Los ingredientes para un nuevo plato de corrección política

Pero observemos en la declaración de la sirena brasileña varios ingredientes que están en muchos platos de la corrección política: una persona que se siente como algo que no es, una denuncia de acoso y un sentimiento de soledad. Ya tenemos todo lo que hace falta para que algún político progre promueva una ley contra la "sirenafobia", y para que a continuación sean perseguidos, con una furia similar a la de los "dos minutos de odio" de la novela "1984" de Orwell, todos los malvados intolerantes, ultracatólicos y sirenafóbicos que se atrevan a decir que esas sirenas y esos sirenos tienen piernas (y peor aún si se atreven a ponerlo en un autobús). A fin de cuentas, uno de los mantras de la nueva religión progre es que todo el mundo puede ser lo que le dé la gana. Traducido al cristiano, eso significa que tú puedes decir que eres lo que no eres, y además obligar a los demás a negar la verdad con la excusa de no sentirte ofendido ni discriminado.

¿Cuánto tardarán en ofrecer operaciones de cambio de extremidades?

Por supuesto, el siguiente paso será disponer de los recursos sanitarios públicos para ofrecer operaciones de cambio de extremidades a costa del contribuyente. Sería tremendamente reaccionario y sirenafóbico que alguien que se siente una sirena (o un sireno) tenga que soportar la ultraconservadora presencia de sus piernas, esas cosas que la naturaleza -esa tía tan carca- le ha puesto para recordarle que de sirena tiene lo mismo que yo tengo de marxista-leninista.

'El Español' se convierte en propagandista del 'sirenismo'

Tampoco hay que descartar posibles alianzas con el lobby de género. De hecho, ayer el digital de Pedro Jota ya advertía la relación entre el "sirenismo" y el lobby de la entrepierna: "El carácter transgénero de las sirenas ya fue defendido por Cristobal Colón", afirmación que justifican por el mero hecho de que un miembro de su tripulación dijo ver a tres sirenas con cara de hombres. El periodismo de hoy es para partirse de la risa, ¿a que sí? De hecho, en la noticia de El Español incluso se nos venden las bondades de este nuevo movimiento: "El 'sirenismo' es toda una institución en el mundo. Un movimiento ético y estético de ego y fantasía mezclado con respeto por la naturaleza y bienestar con el mundo marino." Y al final de la pieza, nos dicen esto: "su mezcla de argumentos racionales, emotivos y místicos de marca personal, tolerancia, magia y fantasía van envolviendo a todo aquel que la escucha, en la seducción de su canto de sirena." Como lo lea Cifuentes, en un mes ya estará instaurando una nueva asignatura de "sirenismo" en las escuelas. Al tiempo.

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(Foto: Ric Frazier)

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Comentarios:

  1. isabel

    ALUCINANTE!! VAYA BANDA!!

  2. Luisa Carrasco

    XD ¡¡Qué fuerte!!

    Anoche mismo, viendo «Quo Vadis?», puse en Facebook una cita de la película que me parece muy cierta (y muy oportuna ahora): «El pueblo cree cualquier mentira si es lo suficientemente descabellada» (a propósito de culpar a los cristianos del incendio de Roma, del que era responsable Nerón). Ayer, pensaba especialmente en cómo se nos acusa a los provida -sobre todo a los católicos- de acosadores y de causar, incluso, problemas de salud psíquica y física al tratar de impedir por la fuerza (según quienes nos acusan) que las mujeres ejerzan su mal llamado «derecho al aborto», y «el pueblo» prefiere creerles a ellos, que promueven o participan a diario en la matanza de niños, que a nosotros que predicamos el amor fraterno y que tratamos de salvar vidas…

    Pues eso, con lo del ‘sirenismo’, al paso que vamos ocurrirá igual. Quienes se opongan, serán tratados de intolerantes y liberticidas. Ojalá me equivoque.

  3. Sharovarov

    Pues puestos a ser lo que nos dé la gana, ¡yo quiero ser invisible! ¡Anda que no me vendría bien para, por ejemplo, poder salir a echarles a comer a unos gatos callejeros a la hora que me dé la gana sin el temor de que me vea la policía, la cual ya me advirtió que la próxima vez que me viera haciéndolo me multaría! ¿Que me ve la policía o cualquier persona echándoles de comer? No hay problema, les digo que en realidad no me están viendo porque me siento invisible y que tienen que respetar lo que yo siento, porque, de lo contrario, ¡me estarían discriminando de forma fascista!
    ¡NO A LA INVISIBILIDAFOBIA!

  4. Sharovarov

    «salir a echarles de comer», quería decir.

  5. Urge que Sanidad convoque más plazas públicas para Médicos Psiquiatras.

  6. Luna

    La tontería de que todos afirmen lo que saben perfectamente que no es llegará siempre al agravio comparativo. ¿Por qué aceptar unos aspectos trans y negar otros? Aquí tenemos un claro ejemplo de que se pueden alegar muchos, sin que haya una manera específica de dirimir cuáles son racionales y cuáles no al haber empezado con algo tan descabellado y antinatural como la negación del sexo biológico. No son pocas las personas que creen tener poderes telepáticos o telequinésicos, ¿Cómo negarles en una declaración judicial las aseveraciones relativas a estos supuestos poderes?. Y no digamos quien se sienta «transpersonal» como Don Quijote, que decía que podía ser a la vez todos los Pares de Francia y Lores de Inglaterra.
    No es broma. No se consideran muchos sentimientos que viven como reales los esquizofrénicos y sí se tienen en cuenta las fantasías más delirantes de quienes tienen traumas u otros problemas de personalidad, impidiéndose que reciban un correcto apoyo psicológico que pretende su mejoría y felicidad. ¿Cuándo tipificarán el delito de negación de la felicidad o apología de la infelicidad?

  7. Luna

    Perdón si me salgo del tema.

    Sharovarov: Lo más probable es que no hagas ningún bien al dar de comer a los gatitos callejeros, yo lo había hecho hasta que mi hermano (que es veterinario) me hizo ver que es un error y que trae graves problemas de salubridad, tanto para los gatos como para las personas. Sobre todo nunca lo hagas con crías lactantes, ya que serían rechazadas por sus propias madres al haber tenido contacto con humanos y morirían de hambre.

  8. Sharovarov

    Le aseguro, Luna, que he pensado en dejar de hacerlo muchas veces: estoy sufriendo mucho con el tema. Por ejemplo, descubrí que a los de una colonia los estaban envenenando; al tonto de mí -pensando que eso era un delito-, se le ocurrió la idea de ir a la jefatura de policía para decirlo; me dijeron que si yo los alimentaba era el primer sospechoso de ser el que los estaba envenenando, y que lo mejor que podía hacer es no ir más por allí. Lo dejo aquí porque, efectivamente, nos estamos saliendo del tema.

  9. Sharovarov

    Francisco Pena, lo que pasa es que los políticos parecen cada vez más empeñados en imponerles también a los médicos lo que tienen que hacer y lo que no. Ahí tenemos a la Cifuentes prohibiendo por ley que puedan ser tratadas las personas homosexuales que se planteen la posibilidad de dejar de serlo…

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