¡¡Viva Cataluña española!!

Hoy se ha completado el golpe de Estado con el que el separatismo quiere secuestrar la soberanía nacional para apropiarse de una parte de España: la comunidad autónoma de Cataluña.

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Estamos ante un delito de rebelión, el primero que tiene que afrontar la democracia española desde el golpe de Estado perpetrado el 23 de febrero de 1981. Ante este ataque a la unidad de España, mi primer pensamiento va hacia los catalanes que se sienten españoles: ¡no estáis solos! Somos muchos los compatriotas vuestros que no vamos a permitir que el separatismo secuestre al pueblo de Cataluña, con la pobre excusa de un referéndum ilegal y fraudulento. Cataluña nunca ha sido una nación y tampoco lo es a día de hoy. Desde la fundación de España los catalanes han sido tan españoles como gallegos, castellanos, aragoneses, vascos o asturianos. Es intolerable que el separatismo quiera robar a los catalanes el legado de siglos de españolidad por las que tanto se han sacrificado muchos hijos de esa tierra española. Y es especialmente intolerable que quieran hacer ese robo, para más inri, con el fin de pisotear las libertades individuales con más saña de lo que ya viene haciéndolo el separatismo desde la Generalidad.

Ante esta agresión contra la unidad nacional, debemos exigir al Gobierno de España que actúe con la firmeza y la rapidez que exige hacer frente a un golpe de Estado. Basta ya de componendas. Basta ya de dilaciones y de titubeos. Llevamos más de un mes y medio viendo como el separatismo pisotea impunemente la legalidad en Cataluña. El Estado debe poner todos los medios para restablecer el imperio de la ley en Cataluña, y eso no implica solamente los medios judiciales y policiales. Ante el golpe de un gobierno autonómico que tiene a su servicio a casi 17.000 agentes armados, el Gobierno debe estar dispuesto a recurrir a quienes tienen la misión constitucional de defender nuestra integridad territorial: las Fuerzas Armadas. Por otra parte, no basta con la aplicación del Artículo 155, aprobada hoy por el Senado, si eso implica que las escuelas catalanas y los medios públicos catalanes van a seguir siendo vehículos de imposición de la hispanofobia. No podemos tolerar que se siga usando dinero público para promover el odio a España.

Para terminar, este golpe de Estado es un reto para los españoles. Ante este reto, la respuesta que debemos dar como pueblo no es someter a cuestionamiento nuestra propia existencia como Nación ni la validez de nuestros valores y nuestras instituciones. No es el momento de iniciar reformas constitucionales y menos aún para dar satisfacción a los golpistas. Ante un momento de crisis nacional como el que vivimos, en el que unos totalitarios pretenden quebrantar nuestra unidad, lo que necesitamos es reafirmar nuestro compromiso con España y . Somos una gran Nación, que ha sido protagonista de grandes gestas en la historia. Muchas generaciones de españoles lucharon y se sacrificaron para que el nombre de España fuese honrado y respetado, y entre ellos estuvieron muchos catalanes, que con su trabajo e incluso sus vidas contribuyeron a llenar de gloria la historia de España. No podemos traicionar su legado. No podemos tirar por la borda ese deseo de unidad y de convivencia expresado a través de los siglos.

¡Viva Cataluña española! ¡Viva España!