Santi Potros: cuando las leyes dan menos valor a una vida que a dos botes de leche

En 2013, un hombre de 30 años entró en una farmacia de Palma de Mallorca, y tras coger dos botes de leche infantil, intentó irse sin pagar. Una empleada intentó impedírselo y hubo un forcejeo.

Sánchez nos obligará a pagar un dineral a los etarras con su nueva cesión ante el PNV
A ver si nos convencemos: el fin prioritario de las prisiones es protegernos de los criminales

Un año de prisión por robar dos botes de leche infantil

Durante ese forcejeo, la empleada de la farmacia resultó lesionada. La Policía acabó capturando al ladrón, que reconoció que los botes de leche infantil eran para su hijo y para su sobrino. Finalmente, aquel hombre fue condenado a un año de prisión por ese robo, y tuvo que cumplir la condena al tener antecedentes penales. En La Sexta, Antonio García Ferreras prestó atención al caso, manifestando su indignación ante la sentencia, que se dictó de acuerdo con el acusado.

Algunos ejemplos de asesinatos que no costaron ni un año por cada vida segada

El el 14 de julio de 1986, tres vehículos de la Guardia Civil circulaban por Madrid transportando a 70 jóvenes agentes de la Escuela de Tráfico de la Benemérita. Cuando llegaron a la Plaza de la República Dominicana de Madrid, estalló a su paso un coche-bomba que contenía 35 kilogramos de Goma-2 y metralla. El atentado costó la vida a 12 guardias civiles y provocó heridas a otras 77 personas. En julio de 2003, la Audiencia Nacional condenó al etarra Santiago Arróspide Sarasola, alias "Santi Potros", a 1.920 años de prisión por su participación en ese atentado.

El 19 de junio de 1987, una multitud de personas hacían sus compras en el Hipercor de Barcelona. Había muchas mujeres con sus hijos allí, haciendo sus compras cotidianas sin pensar que ese sería su último día de vida, puesto que estalló un coche-bomba con 200 kilos de explosivos en el aparcamiento de aquel centro comercial, asesinando a 21 personas e hiriendo a 45. Los que no murieron abrasados por el intenso incendio provocado por la mezcla explosiva, resultaron asfixiados por los gases tóxicos provocados por la explosión. La mayoría de las víctimas eran mujeres (15 en total), y muchos de los cuerpos quedaron totalmente carbonizados. Uno de los heridos era una bebé por nacer que entonces sólo tenía 3 meses de vida. Su madre resultó herida por la explosión y la pequeña, sin haber nacido aún, se quedó sorda. Hoy es una mujer de 31 años. ETA le arrebató una vida llena de sonidos, empezando por la voz de su madre.

En julio de 2003 Santi Potros fue condenado por la Audiencia Nacional a 790 años de prisión por aquel bestial atentado. Unas semanas antes, el cabecilla etarra montó una bronca en el juicio para provocar su expulsión de la sala, golpeando el cristal blindado del recinto en el que comparecía ante el tribunal. Ya había hecho lo mismo un año antes, en el juicio por el atentado etarra contra la Dirección General de la Guardia Civil del 17 de mayo 1987, que dejó una persona muerta y cinco heridas. La asesinada se llamaba Carmen y tenía 79 años. Volvía a casa tras celebrar las bodas de plata de su sobrino. La acompañaban en un coche su hija, María de los Ángeles, su sobrino, Luis María y la mujer de éste, María del Carmen: los tres resultaron heridos graves por el atentado. La de este crimen fue la primera condena de Santi Potros: 99 años de prisión.

Sólo cumple 31 años de prisión tras cometer 40 asesinatos y otros crímenes

En total, Santi Potros ha sido condenado por 40 asesinados y un secuestro, además de por decenas de lesiones, heridas y mutilaciones provocadas por los atentados que el cometió. La suma total de sus condenas superaban los 3.000 años de prisión, pero ayer salió en libertad tras haber pasado sólo 31 años en prisión por sus crímenes. De esa condena, ha cumplido 13 años en Francia y 18 en España. Como ya os habréis dado cuenta, incluso si dejamos a un lado el secuestro y las heridas y mutilaciones provocados por los atentados de los que fue autor, cada asesinato de Santi Potros le habría salido por menos de un año de prisión: menos que a aquel hombre de 30 años por robar dos botes de leche infantil. Curiosamente, no he sido capaz de encontrar ningún programa de Ferreras mostrando su indignación ante este hecho.

¿Reinserción es dejar libre a un asesino que no muestra ni el más mínimo arrepentimiento?

Poco importa como quieran adornar algunos esta absoluta tomadura de pelo, que por supuesto no es culpa de los jueces, sino de los legisladores. Si a este canalla le ha salido tan barato asesinar a 40 personas es por culpa de los políticos que aprobaron esas leyes, políticos que no cesan de pedirnos confianza en el Estado de Derecho a la hora de luchar contra el crimen. Entre ellos, políticos que dicen que la primera función de las leyes no es protegernos de los criminales, sino reinsertarlos, como si la sociedad adquiriese una deuda con un criminal al condenarle a pagar por lo que ha hecho. Como consecuencia de ello, hoy Santi Potros ya es libre sin haber pedido jamás perdón por sus crímenes, sin haber mostrado nunca ni el más mínimo arrepentimiento y sin haber ayudado ni un ápice a la Justicia a aclarar los crímenes de ETA aún pendientes de condena. ¿Reinserción, dicen? Dejen ya de engañarnos a todos, hagan el favor.

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(Foto: Efe)