Es una entidad subvencionada por el Gobierno y por varias comunidades

Un grupo LGTB que hizo acusaciones falsas pide ahora limitar la libertad de expresión

El Observatorio Español contra la LGTBfobia ya no se conforma con llevar a obispos a juicio con cualquier excusa: ahora va a por derechos fundamentales amparados por la Constitución.

Un grupo gay pretende callar a un arzobispo mediante una acusación falsa ante la Fiscalía
Un grupo LGTB acusa a HO de una amenaza y publica la prueba de que la acusación es falsa

Usan la expresión "discurso del odio" para criminalizar la crítica legítima

En un comunicado publicado hace unos días en su web, dicho Observatorio arremete contra la Fiscalía General del Estado por proponer suavizar "el severo régimen punitivo" del Artículo 510 del Código Penal, que castiga los llamados "delitos de odio". Esa organización considera que "la inmensa mayoría del discurso del odio en las redes sociales queda totalmente impune". Pero ¿a qué llama "discurso del odio"? El propio Observatorio lo deja claro en su comunicado, que encabeza con una foto de tres obispos a los que esa entidad denunció por el simple hecho de criticar una ley, la que aprobaron los cuatro grandes partidos hace dos años en la Comunidad de Madrid, que contiene graves vulneraciones de derechos fundamentales, incluyendo un mecanismo totalitario como es la inversión de la carga de prueba, es decir, que el acusado tenga que probar su inocencia.

Ha pedido al Gobierno limitar las "libertades de religión, informacion, opinión y expresión"

En su comunicado, el Observatorio Español contra la LGTBfobia también afirma lo siguiente: "El Observatorio propone al Ministerio de Justicia que estudie poner limitaciones a las libertades de religión, informacion [sic], opinión y expresión para evitar la impunidad del discurso del odio en las redes sociales y la colision [sic] de derechos fundamentales. Libertad de expresión no puede seguir significando libertad de agresión". Los derechos citados son derechos fundamentales amparados por la Constitución. Como ya he señalado, ese Observatorio ha denunciado a obispos por hacer una crítica totalmente legítima de una ley que precisamente vulnera algunos de esos derechos, así que podemos hacernos una idea de lo que pretende al pedir "limitaciones" de esos derechos fundamentales. Al final, llaman "odio" al mero hecho de discrepar, para taparle la boca e incluso enviar a prisión al que no opina como ellos. Algo así no se puede tolerar en una democracia.

Acusó falsamente a HO de dirigirle "una brutal amenaza de muerte"

De hecho, el citado Observatorio ya no se conforma con llamar "odio" a la legítima discrepancia, sino que ya ha sido pillado lanzando acusaciones falsas. En agosto de 2016, esa organización publicó un comunicado afirmando: "Hazteoir ha lanzado una campaña de defensa de los obispos en los que nos señalaba como responsables, inundando nuestro twitter de mensajes de apoyo a los obispos, pero también de ataques e insultos, incluyendo hasta una brutal amenaza de muerte, que hemos denunciado ante la policía y la Fiscalía Especializada en delitos de odio". Como ya señalé aquí en su momento, ninguno de los insultos y amenazas denunciados por ese Observatorio -y publicados en su web- eran de HazteOir.org. El Observatorio mintió con total descaro, como se demostró al publicarse el escrito de la denuncia, que no contenía ni una sola mención a HazteOir.org.

Acusó de "discurso del odio" a un arzobispo atribuyéndole cosas que no dijo

En febrero de 2017, el Observatorio volvió a la carga, esta vez lanzando acusaciones falsas contra el arzobispo de Granada, Monseñor Javier Martínez. En un comunicado publicado en su web, el grupo LGTB acusó al prelado católico de "promover un discurso del odio contra las personas LGBT, además de difundir un escrito cuyo contenido fomenta el odio y la discriminación contra las personas debido a su orientación sexual e identidad de género, tachándolos de “enfermos” y “poco inteligentes”". Según el Observatorio, el arzobispo habría hecho esas afirmaciones durante una homilía. Como prueba de ello, el grupo LGBT incluía en su web el enlace a la homilía en cuestión. Como puede comprobar cualquiera, en esa homilía no aparecen las palabras que el Observatorio atribuyó al arzobispo; de hecho, la homilía no se refería en ningún momento a las personas LGTB. Lo que sí figuraba en el texto era una crítica del todo legítima a la ideología de género.

Subvencionando la intolerancia y la difamación con el dinero de todos

Es especialmente grave que una organización se dedique a lanzar falsas acusaciones para desprestigiar a quienes no opinan como quiere. Pero lo más grave es que, según figura en su web, ese Observatorio recibe subvenciones del Ministerio del Interior, de los gobiernos regionales de Castilla y León, Castilla-La Mancha y La Rioja, y del Ayuntamiento de Madrid. Es intolerable que los impuestos de todos los españoles estén sirviendo para alimentar la actividad de una organización que pide recortar derechos fundamentales como la libertad de expresión, la libertad religiosa y la libertad de información, y que además se sirve de denuncias falsas para atacar a quienes sostienen puntos de vista que no le gustan. Esto es subvencionar la intolerancia y la difamación.

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Comentarios:

  1. ♑Felipe

    Me gustaría saber donde narices esta ese colectivo cuando uno de los suyos llama «maricon» a otro de los suyos, si por el contrario hubiese sido cualquiera que no perteneciera a su cuerda ó fuese católico, la polvareda que se hubiera levantado, agitada por sus medios de intoxicación, habría sido sublime é incluso llegaría a ser un asunto de estado . Ello nos demuestra la utilidad sibilina de estos colectivos, orquestados por un gobierno que se vale de ellos para engañar al resto de los ciudadanos. En mi opinión se valen de algunos miembros descerebrados que con tal de cobrar unos suculentos sueldos, bailan al son que les marcan. Y como dicen en mi tierra (León ) » Un tonto hace ciento, si le dan lugar y tiempo «

  2. framling

    Bueno, aquí Arcadi Espada cuenta la que le han montado en su periódico por algo parecido.

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