Un muy explícito cartel lanzado en 1876 por el partido de Obama

Para los que no sepan inglés, traduzco: el título es "Las dos plataformas". Bajo el retrato de un elegante anglosajón, se lee: "La Plataforma Democrática es para el hombre blanco". Y bajo la caricatura de un negro mal vestido pone: "La Plataforma Republicana es para el negro".

La imagen está recogida en la web del doctor John Joseph Ray, que sitúa el cartel en 1876, en lo que se conoce en EEUU como la era de la Reconstrucción tras la Guerra de Secesión. Si alguien desea leer más sobre el racismo en el Partido Demócrata, ya he publicado dos artículos sobre el tema, aquí y aquí.

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Comentarios:

  1. El Tíol Bastón

    Me encanta esta entrada.

    Vaya por delante la justicia, y reconocer al partido demócrata norteamericano el mérito de haber sido el primero capaz de colocar a una persona de raza negra (o, al menos, mulato) como presidente de los Estados Unidos, una de las personas más poderosas del mundo. ¿Qué dirían los autores de ese cartel ante esto? ¿Renegarían de su partido? ¡Cuántas vueltas da el mundo! Tal vez tengamos que esperar cien años para ver cómo un presidente también demócrata abola el aborto (aunque es de esperar que antes lo haga uno republicano).

    Después del elogio, viene el resto. Curiosamente (y digo «curiosamente» porque populacheramente suele asociarse el racismo más a la derecha que a la izquierda, y al partido demócrata más a la izquierda que a la derecha) el partido demócrata estadounidense tiene un historial de racismo mucho más activo que el republicano. De hecho, hasta 1968 había entre los demócratas un sector racista tan duro que, cuando no les gustó el giro de tolerancia que hacia esa época se impuso en el partido, se escindieron y formaron su facción racista propia, el American Independent Party.

    Por cierto, tu artículo sobre Gustavo Vidal que desenmascara la ignorancia de este tipo, no tiene precio. Además, es de antología su entrada de prima donna en el debate con la prepotencia que suele caracterizar a individuos de esa catadura, presumiendo de haberse «pelado los codos» por haber aprobado tres oposiciones. No, es que los demás no trabajan, no son profesionales: sólo quienes, como él, aprueban una oposición o varias. Es que debe ser que mis padres, al final, fueron idiotas y todo por haber preferido mandarme a un colegio privado, donde los profesores no habían aprobado oposiciones, y todo mientras no dejaban de pagar con sus impuestos el sueldo de los profesores públicos que no dieron clase a sus hijos; debe ser que quien se paga un médico particular por su cuenta (y no de la Seguridad Social) es un imbécil. Y no digamos de quienes prefieren tener un abogado privado a uno de oficio.

    Y es que ya se sabe: en este país, en vez de ser siervos del Estado (que debería ser su función), quienes aprueban oposiciones son más libres, libres como el viento, para hacer lo que les dé la gana y utilizar su puesto y trabajo ad libitum, puesto y trabajo que, no lo olvidemos, debería estar en la casa de todos, que para eso somos quienes lo pagamos. Uno que trabaja por su cuenta, autónomamente, en su local propio, su casa, sin rendir nada más que a sí mismo pero aportando al Estado muchas veces la mayor parte de sus ingresos hechos privadamente para que cobren tipos como él, como Gustavito Vidal, son menos libres y son idiotas.

    Ay, Gustavito, qué risa me das. La soberbia y prepotencia tuya y de otros de tu catadura me van a causar un paro cardíaco, por las carcajadas. Me pregunto qué hacemos todos los demás pagando el sueldo a elementos como tú, con la cabecita llena de las futilidades inútiles para el trabajo que al final haces, que te hicieron aprender al igual que a otros muchos con el sólo objetivo de estandarizaros y estabularos, y sólo abriendo el pico para decir sandeces (igual que gran parte de esos otros muchos como tú). ¡Qué bien estabulado has demostrado estar, para andar por ahí defendiendo lo que las corrientes establecidas en el sistema te dicen que defiendas! ¿Y tú eres quien va por ahí presumiendo de «libre»?

    Bien es verdad que qué mal repartido está el mundo.

  2. Es que esa es una de las paradojas más grandes de la sociedad norteamericana. El Sur esclavista y secesionista, el de los caballeros de Lo que el viento se llevó, era profundamente demócrata. Y Abraham Lincoln era Republicano. ¡Cómo da vueltas la historia!

  3. Espectador

    Cambiar de opinión o incluso de Principios en 134 años como el Partido Demócrata USA no es tan meritorio.

    ZP lo hace de un día a otro, o incluso de una parte de un discurso a otra del mismo discurso, sin que se le mueva una ceja. Ha conseguido decir pomposa y simultáneamente una cosa y su contraria, mostrándose muy satisfecho de las dos, y recibiendo el aplauso de sus turiferarios por ambas.

  4. El Tíol Bastón

    No. Lo que consigue Zapatero no lo consigue nadie. Decir una cosa y la contraria en el mismo discurso, siendo interrumpido y aplaudido por ambas con sólo unos minutos, o incluso unos segundos, de intervalo entre una afirmación y la opuesta, no sólo tiene mérito, sino incluso arte. A veces uno se pregunta si sus secuaces no tendrán memoria de pez.

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