Hoy es un día muy especial por dos razones. La primera la celebramos cada año: el día de la Virgen del Carmen, patrona de la Armada Española (mi felicitación a todos sus miembros y a todas las gentes del mar). La segunda viene en forma de centenario: tal día como hoy hace 800 años los ejércitos cristianos vencían en batalla a los musulmanes almohades en Las Navas de Tolosa, en la actual provincia de Jaén. Aquel fue uno de los hechos más trascendentales de todos los ocurridos durante la Reconquista de España al Islam.
Para que nos hagamos una idea de como fueron las cosas tenemos que remontarnos a finales del siglo XII, en pleno apogeo del imperio fundamentalista islámico de los almohades, que se extendía por todo el Norte de África y el Sur de la Península Ibérica. En el año 1195 las fuerzas de los almohades se enfrentan en Alarcos (Ciudad Real) a las tropas del Rey Alfonso VIII de Castilla. Los castellanos acuden en solitario a una contienda contra un enemigo muy superior en número, y la cosa acaba en desastre para los cristianos. La batalla frena en seco la Reconquista durante casi dos décadas y agrava la ya seria amenaza almohade no sólo para los reinos cristianos de la Península Ibérica, sino también para los del Sur de Europa.
Como en otros momentos de nuestra historia, los enemigos no se conforman con ganar en los campos de batalla. La acción de los almohades se dirige también a promover los enfrentamientos entre reinos cristianos, firmando un tratado de paz con León -fruto del temor del Rey Alfonso IX a verse invadido por los fanáticos mahometanos- que le lleva a la guerra con Portugal y Castilla. En la primera década del siglo XIII los reinos cristianos de la antigua Hispania romana presentan un aspecto lamentable de división y enfrentamientos que es propicio a una nueva ofensiva musulmana. Los almohades lo saben y empiezan los preparativos para un ataque que les puede abrir las puertas de Europa. La amenaza lleva al Rey castellano -que aún tenía muy presente la derrota de Alarcos- a proponer una alianza con los demás reyes cristianos. Pedro II de Aragón acepta, y Sancho VII de Navarra también, aunque a regañadientes. El Rey leonés, enemigo del castellano, y Alfonso II de Portugal no irán a la batalla, pero permitirán a sus súbditos acudir al llamamiento de cruzada apoyado por el Papa Inocencio III.
La imagen de unidad que forma el ejército hispano es una de las más admirables de toda la Reconquista. Además de caballeros de las órdenes militares de Santiago y Calatrava, junto a lazaristas, templarios y hospitalarios, están allí las tropas castellanas, tanto las reales y nobiliarias como las milicias de diversos concejos: forman el grueso del ejército y llevan como comandante a un vasco, Diego López II de Haro, Señor de Vizcaya. Están también los aragoneses con sus valerosos almogávares. Aunque sin sus respectivos reyes, también están allí miles de portugueses y muchos súbditos leoneses, asturianos y gallegos de Alfonso IX de León. De Navarra acude una mesnada pequeña, con su Rey a la cabeza. Además llega a España una gran mesnada de caballeros europeos, conocidos como “ultramontanos” por venir de más allá de los Pirineos. En mayo de 1212 estas tropas europeas, en su mayoría francesas, asaltan la judería de Toledo. Muchos caballeros españoles, así como la población toledana, las autoridades eclesiásticas castellanas y el mismo Alfonso VIII salen en defensa de los judíos y a causa de ello la práctica totalidad de los ultramontanos, enfadados, abandonan la cruzada y se vuelven a sus países, dejando a la hueste hispana en un serio apuro.
Los cristianos se enfrentan a un enemigo numéricamente muy superior y la victoria parece casi imposible. El terreno da ventaja táctica a los musulmanes y el comienzo de la batalla es desastroso para los hispanos: con la primera línea rodeada por los almohades, sufren fuertes bajas y todo parece apuntar a que se repetirá el desastre de Alarcos pero con una mayor magnitud. La segunda línea cristiana también se ve superada y empieza la desbandada de sus tropas. La última línea entra en acción, con los monarcas a la cabeza, en una de las cargas más desesperadas de toda la historia militar española. Los reyes cristianos y sus caballeros hacen una galopada furiosa hacia una muerte probable o una victoria insegura. Su valor da ánimos a unos combatientes españoles que ya se daban por vencidos, y la batalla cambia de signo. La pequeña tropa navarra irrumpe como un torbellino hasta el real del Miramamolín, rompiendo el Rey Sancho la línea de esclavos encadenados que rodeaban, a modo de guardia personal, al caudillo musulmán. La carnicería es terrible y el Miramamolín huye. Su ejército se desintegra.
La Batalla de Las Navas de Tolosa supone el comienzo del fin para los almohades y el inicio de la decadencia del dominio musulmán en la Península Ibérica. A partir de entonces, plaza tras plaza, los cristianos van arrinconando a los reinos mahometanos hasta que en 1492 se completa la Reconquista. La victoria de 1212 es tan relevante para España y para Europa como lo fue en su momento para Grecia la heroica resistencia de Leónidas y sus 300 en la Batalla de las Termópilas. A pesar de ello, las práctica totalidad de las autoridades españolas han preferido ignorar este aniversario, que tan buena referencia moral supone para los españoles en momentos de dificultad como los que vivimos. Y es que la victoria de Las Navas demostró que los españoles, unidos, somos capaces de cualquier cosa, incluso de las que rozan lo imposible. La clave de aquella victoria está en la unidad que lograron entonces los ejércitos hispanos y en el espíritu de sacrificio que demostraron aquellos monarcas, nobles y caballeros en esa carga desesperada hacia la victoria o la muerte: estuvieron dispuestos a entregar sus vidas para impedir que su pueblo fuese sojuzgado y esclavizado, y con ello animaron a quienes ya se pensaban derrotados. Quién tuviera señores así hoy en día.
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(Foto: Navarra.es. Fragmento del tapiz de la batalla de Las Navas de Tolosa que se conserva en el despacho presidencial del Palacio de Navarra. La imagen muestra el momento en el que el Rey Sancho VII de Navarra rompe la zona de seguridad formada en torno al real del Miramamolín por esclavos encadenados)
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Juana de Arco
El “estado de bienestar” ha conseguido implantar en cada célula de los españoles un hedonismo brutal.
Un ejemplo son TODOS los medios de comunicación sin excepción, denuncian y crean morbo lagrimoso, pero los responsables de conducir programas o dirigir cadenas de TV o radio, esos no mueven un dedo porque no quieren ver más lejos de sus ombligos, les importan más sus sueldos y su popularidad que su dignidad, y esa actitud la trasladan a los ciudadanos en masa que piensan ¿y porqué tú además de criticar no te mueves y te pones al lado de los que sufren?, si tú no te mueves ¿porqué quieres que yo lo haga?
Antes no tenian medios de prensa que les manipularan, eran personas rectas, limpias de contaminación, y se regian por la rectitud y la honestidad. Así que llego a la conclusión de que a pesar de que nosotros tenemos más medios a nuestro alcance, lo destrozamos todo y además dejamos que otros arrasen con todos los valores y decencia del pueblo español.
Creo que hacía falta esta situación para despertar conciencias, y que las masas adormecidas se muevan y tomen las decisiones que han ido dejando en manos ajenas en lugar de asumir responsabilidades.
10:00 | 16/07/12
JAPR
Un saludo
10:17 | 16/07/12
Luis Carlos
Por cierto…¿Has oído del tornafuye, la estrategia practicada por los ejércitos musulmanes? Se trata de una falsa retirada para que el perseguidor sea rodeado.
12:35 | 16/07/12
Marcial
13:06 | 16/07/12
posodo
Sobre lo que denuncias en el último párrafo, me hago la ilusión de que un día me llegará una contestación.
Nota: Por cierto, leí el otro día no sé dónde que en su momento fue muy criticado Alfonso VIII por otros reyes españoles diciendo que la importancia de la batalla era propaganda y exageración suya. Resulta curioso que quien ‘personifica’ la batalla, Sancho el Fuerte de Navarra, casi llegara tarde y sólo con un millar de soldados (entre infantes y caballeros). En esta cruzada (como fue proclamada por S.S. Inocencio III), empezó una de las costumbres españolas: la mayoría del gasto lo sufragó Castilla, y la fama se la llevaron otros.
Un correcto saludo, señor ‘políticamente incorrecto’.
14:17 | 16/07/12
Elentir
16:10 | 16/07/12
Luna
Ya hubo “álguien” que se adelantó a esta sugerencia: La Generalidad de Cataluña, quien se gastó una fortuna impresionante en el dominio “.cat” aun cuando mejor hubiera sido emplear este dispendio en que hubiera pc en las aulas o internet en las escuelas. (Cuando lo hicieron, no lo había).
Sobre el Pendón de las Navas: Hará un par de años o tres que visité las Huelgas y no se encontraba en este Monasterio, había sido trasladado bajo excusa de una “mejor conservación”. Desconozco ahora su paradero, pero quede claro que pertenece a las Huelgas, en donde ha de ser expuesto y custodiado.
Una anécdota: Como sabréis, la IIª Republica (bananera) modificó la bandera nacional de España, cambiando el color “púrpura” de abajo por el morado. Resulta que este viene precisamente del color dominante en este Pendón de las Navas, improvisado con la puerta de una tienda de campaña militar.
Siempre se había sospechado, hasta que se hizo un estudio y se concluyó que esta tela había sido teñida con púrpura (¡Oh, la franja que cambiaron! y que su color originario era rojo (¡Oh, el color que cambiaron!), derivando al morado por oxidación. Como oxidada quedó España por este régimen funesto.
16:34 | 16/07/12
pacococo
Y como el fin de la Reconquista supone la desaparición de las autonosuyas y la creación de un Estado capaz de dominar al mundo durante dos siglos, pues les los siete mil ataques.
Además esto demuestra que al integrismo islámico se le puede derrotar y eso para los progres…
Malos tiempos nos ha tocado vivir. Espero que en 2112, se celebre convenientemente.
20:37 | 16/07/12
José Jacinto Verde Colinas
Afirmas en el artículo que “la práctica totalidad de las autoridades españolas han preferido ignorar este aniversario, que tan buena referencia moral supone para los españoles en momentos de dificultad como los que vivimos.” Efectivamente, Elentir, creo que la clave está en la referencia moral.
Porque creo que una de las preguntas que hemos de hacernos es la siguiente: ¿por qué les iba a interesar a las autoridades nacionales, autonómicas o locales conmemorar una batalla en la que se exaltan los valores cristianos (católicos), las virtudes morales del cristianismo, y la unidad nacional entre todos o gran parte de los reinos cristianos de la época en su lucha contra el enemigo común de la época (los musulmanes almohades), cuando cualquiera que tenga un poco de sentido común sabe perfectamente que vivimos en una sociedad que, a efectos prácticos, ha renegado de dichos valores y virtudes (por lo que éstos han dejado de ser, en muchos casos, una referencia moral para muchas personas), y se está fomentando, en la práctica, el separatismo político entre las CC.AA. y, probablemente, también entre algunas localidades?
Además, tampoco debemos olvidar que, al menos hasta hace poco, el Gobierno español ha estado favoreciendo la llamada “alianza de las civilizaciones” (no sé si sigue haciéndolo ahora), cuando en realidad esta alianza ya la realizó, a efectos prácticos, N. S. Jesucristo hace alrededor de 2000 años. Porque ¿acaso no lograríamos la verdadera “alianza de las civilizaciones” si pusiéramos realmente en práctica, principalmente, el mandamiento “Amarás a Dios sobre todas y al prójimo como a ti mismo”?
No hay más que echar la vista atrás para darse cuenta de que se han estado aprobando (y temo que se seguirá haciendo hasta el fin de los tiempos) leyes anti-cristianas y anti-católicas que fomentan, entre otras cosas, el relativismo moral, la ideología de género, el liberalismo a ultranza, el materialismo, el hedonismo, el pansexualismo, el laicismo, etc., lo que a efectos prácticos supone la eliminación real de la libertad religiosa en España, porque se prohibe o se dificulta cada vez más que la gente pueda ejercer su derecho a la objeción de conciencia, obligando a quien quiera realmente ser un católico coherente a la insumisión o a la desobediencia civil, con las consecuencias legales y sociales que ello trae o puede traer consigo.
También se han estado aprobando otras leyes o disposiciones legales que fomentan el separatismo político, como la llamada “inmersión lingüística” de Cataluña.
De hecho, este caso es muy similar al silencio de que, según parece, se esté realizando de la persecución a los cristianos en diversos países musulmanes. ¿Cómo iban las autoridades competentes y las televisiones subvencionadas y paniaguadas por las mismas a hablar de dichas persecuciones, cuando en la práctica se pretende arrinconar a los cristianos en el ámbito privado y en las sacristías?
Ante tales hechos, no hemos de llevarnos las manos a la cabeza ni escandalizarnos porque las autoridades hayan preferido silenciar la conmemoración de la insigne batalla de las Navas de Tolosa. Lo sorprendente habría sido lo contrario.
0:46 | 18/07/12
El Tíol Bastón
5:07 | 18/07/12
Almodovar
El nuevo Atlas de Historia de Espana
AD 1212 = EC 1406 = 608/609 H.
800 ANIVERSARIO = en realidad 606 anos…
http://www.hungariancalendar.eu/El_nuevo_atlas.pdf
http://www.hungariancalendar.eu/sp.html
http://www.hungariancalendar.eu/
Chronology of Islam;
http://www.hungariancalendar.eu/harun.pdf
http://www.seleucidcode.com/
gracias por su atencion
15:06 | 22/08/12
Elentir
15:41 | 22/08/12
Korth
17:50 | 16/07/16
Luis Orlando
10:17 | 16/07/17
MR (Monárquico y Republicano)
15:36 | 16/07/17
MR (Monárquico y Republicano)
16:41 | 16/07/17
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