Exteriores avala un intento de censurar al presidente de HazteOir.org en Chile

La semana pasada os informé aquí del intento del Embajador de España en Chile de impedir la presentación del libro "Proyecto Zapatero" en el Parlamento de ese país. Pues bien: hoy el semanario Alba, que edita el Grupo Intereconomía, desarrolla la noticia, señalando que el Ministerio de Asuntos Exteriores ha avalado ese intento de censura. Luis Losada Pescador, autor de la crónica, señala que el Embajador, Juan Manuel Cabrera, no atendió a la llamada de Alba y les remitió a su consejera de prensa, que "casualmente" se encontraba en una reunión. A su vez, en la oficina de información del Ministerio de Asuntos Exteriores les remitieron al responsable de Iberoamérica, que previa llamada al Embajador de Chile, les declaró lo siguiente:

"Dadas las circunstancias y el lugar... Puesto que se trataba de una crítica al presidente del Gobierno en la Cámara de diputados chilena, el embajador envió una carta de protesta y Exteriores considera que actuó correctamente."

El Embajador intentó censurar toda la agenda chilena de Arsuaga

Alba señala, además, que el intento de censura del Embajador no se limitó al Parlamento chileno. La carta del Embajador intentando impedir la presentación del libro editado por HazteOir.org se envió "también a varios diputados chilenos y al Ministerio de Exteriores chileno". Pero la cosa tampoco acabó ahí. Según informa Alba, el Embajador también remitió "una carta de censura a Muévete Chile", la asociación anfitriona que había cursado la invitación a Ignacio Arsuaga a ese país. Y aún más: Alba denuncia que "circuló su boicot a todas aquellas instituciones que figuraban en la agenda del presidente de Hazte Oír, Ignacio Arsuaga. Incluida la Universidad Católica de Santísima Concepción".

Indignación en Chile y en medios diplomáticos españoles

La actuación del Embajador español es tan grave, tan irregular y tan antidemocrática que ha estado a punto de provocar un incidente diplomático. Alba menciona la reacción de los diputados chilenos tras recibir la petición de censura del Embajador: "¿Qué se ha creído este, que estamos todavía en la época de las colonias?" La cosa tampoco ha sentado bien en medios diplomáticos españoles, que consideran que el Embajador en Chile se ha extralimitado. Eso sí, explican el porqué se su insólita actitud: "Cabrera es amigo de De la Vega, comparte su mismo sectarismo, característica a la que agrega la incompetencia". Las mismas fuentes consideran que se trata de "una injerencia inaceptable en la soberanía de un Parlamento extranjero", y que al utilizar medios públicos para intentar impedir un acto privado, el Embajador podría haber incurrido en un posible delito de prevaricación.

Os animo a comprar el número de Alba de esta semana, donde se dan aún más detalles de este vergonzoso incidente. Incidente tras el cual, por cierto, sólo cabe exigir dos cosas: que Exteriores cese inmediatamente al Embajador de España en Chile y que pida perdón por su intolerable apoyo a un intento de censura. Es inadmisible que un diplomático español se dedique a presionar a autoridades extranjeras e incluso a instituciones privadas de otro país para que censuren el legítimo ejercicio de la libertad de expresión de un ciudadano español. Parece que en ciertas cosas, bajo el mandato de Zapatero, la diplomacia española está adquiriendo costumbres propias de una dictadura.

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(Foto: HazteOir.org. Ignacio Arsuaga durante una entrevista en un canal chileno de televisión, durante su reciente visita a ese país)

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Comentarios:

  1. José C. Muñoz

    A algunos, los ramalazos stalinistas les salen por los poros.

  2. Pues la diplomacia zapaterina sigue haciendo de las suyas. Tambien la han armado en Paraguay:

    http://t.co/8Lh9CMq

    Curiosamente, a quiene no le levanta la voz esa diplomacia es a déspotas como los hermanos Castro o Hugo Chávez, que nunca se han cortado en insultar a España, maltratar a nuestros ciudadanos y agredir nuestros intereses.

  3. Jandro

    Es lamentable, pero el hecho de que se haya sabido hace caer a la diplomacia zapaterina en el mayor de los ridículos, lo cual es un verdadero alivio.

    Olé Nacho.

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