Llamazares pidió 'humanidad' para el etarra Bolinaga, pero se la niega al Padre Pajares

Ayer falleció por el ébola Miguel Pajares, médico que dedicó más de 50 años -más de dos tercios de su vida- a cuidar y curar a los más pobres en África. Y hoy cumple 700 días en libertad el etarra Josu Uribetexeberria Bolinaga, condenado en 1998 a 178 años de cárcel por los asesinatos de tres guardias civiles, y en 1999 a otros 32 años por el secuestro durante 532 de José Antonio Ortega Lara. En resumen: fue condenado a 210 años de cárcel, pero apenas ha cumplido 15.

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Los hechos citados en el anterior párrafo bastan para que cualquier persona intelectualmente honrada haga una valoración justa sobre Pajares y Bolinaga. El abismo moral que separa al médico y al terrorista es insalvable. Otra cosa es que se atienda a consideraciones exclusivamente ideológicas, claro. Y en este punto es donde, a los ojos de algunos, parece que da igual que Miguel Pajares encontrase la muerte dedicando su vida a curar a los demás, en concreto a los más pobres, y que Bolinaga haya arruinado su propia vida asesinando y secuestrando a otros seres humanos. Al fin y al cabo, lo único que parece importarles a algunos es que el Miguel Pajares, además de médico, era un sacerdote católico y Bolinaga es un ultraizquierdista, lo que cambia bastante la actitud de ciertos izquierdistas sectarios ante cada uno.

Llamazares pidió 'humanidad' para dos etarras supuestamente 'terminales'

Con lo que acabo de decir no exajero lo más mínimo. Veamos un ejemplo. El 16 de agosto de 2012 Gaspar Llamazares apelaba a "la justicia y la humanidad" para apoyar la "excarcelación inmediata" del asesino etarra. El 24 de agosto publicaba el siguiente comentario en su cuenta de Twitter:

Que un dirigente comunista se refiera a dos etarras como "desalmados" no sé si puede ser interpretado como una crítica. El caso es que a primera hora del 12 de septiembre de 2012 el diputado de IU volvía a pelar a la "humanidad" para reclamar la excarcelación de Bolinaga, que se produjo ese mismo día:

Bolinaga duplica la esperanza de vida que le dieron, y Ternera la sextuplica

El caso es que Llamazares dudaba de "nuestra humanidad" (de la de quienes nos oponemos a los privilegios para los asesinos a etarras, quiere decir, claro) refiriéndose no sólo al asesino y secuestrador Bolinaga, sino también al cabecilla etarra Josu Ternera, huido de la justicia. En noviembre de 2008 se dijo que Ternera sufría un "cáncer terminal" por el que no le daban más de un año de vida. En septiembre de 2012 Bolinaga fue excarcelado con la misma excusa, y también dándole la misma estimación de un año de vida. Por lo visto los "inhumanos" que pedimos prisión para ambos etarras no somos nada al lado de los dos supermanes con txapela que nos ocupan. Y es que Bolinaga ya dobla la esperanza de vida que le dieron, y Ternera la multiplica por seis. ¿Estaremos ante sendos milagros?

La vileza de Llamazares contra el Padre Pajares, en cuatro tuiteos

La actitud humanitaria de Llamazares ante dos etarras enfermos cambió por completo cuando el 6 de agosto de 2014, hace ahora una semana, partió un avión del Ejército del Aire hacia Liberia para repatriar al Padre Pajares, enfermo de Ébola. El mismo día de la repatriación Llamazares mostraba sin rodeos su oposición a la misma con diversos comentarios en su cuenta de Twitter, en los que intentaba sembrar el temor a una extensión de la epidemia. Ya entonces le empezaron a llover las críticas incluso de personas de izquierda, ante lo que tuvo la tremenda jeta de vender su ruin actitud como una búsqueda de mejor atención para el enfermo:

¿Mejor atención sanitaria en un país subdesarrollado como Liberia que en España? ¿Y éste va de defensor de la sanidad pública española? Las noticias de medios izquierdistas que puso Llamazares intentando respaldar su repugnante posicionamiento no incluyeron ninguna referencia, eso sí, a la situación sanitaria del país africano en el que enfermó el Padre Pajares: el 4 de agosto ya se había anunciado que los principales hospitales de Liberia habían cesado su actividad a causa del ébola. A pesar de esta terrible realidad, el 7 de agosto Llamazares insistía en una imposible atención "in situ" como excusa para rechazar la repatriación:

El colmo de la infamia llegó ayer. Después de un cínico pésame a la familia y a la congregación del fallecido, seguido en el mismo tuiteo de una petición de "información y reflexión del protocolo Ébola", Llamazares se lanzaba a pedir explicaciones a Sanidad por la repatriación, la habilitación del hospital que atendió al enfermo e incluso el tratamiento compasivo que recibió:

¿Se puede ser más miserable? Pues en el caso de Llamazares, parece que sí que se puede. A primera hora de la tarde, e insistiendo en su recurso a medios afines para rechazar la repatriación del Padre Pajares, el diputado de IU enlazaba un artículo del diario ultraizquierdista de Ignacio Escolar que tacha de "parafernalia" la repatriación del médico y sacerdote, y critica sus "costes", y que además carga contra el ahora fallecido y contra su orden:

Un sacerdote al servicio de los demás, y un diputado que vive de los demás

Resumiendo: tras pedir "humanidad" para dos etarras, Llamazares ha dedicado ya más de una semana a lanzar basura contra un sacerdote enfermo de ébola que se pasó más de 50 años ayudando a los pobres de África, rechazando su repatriación y finalmente incluso criticando los costes que ha supuesto tanto el traslado como el tratamiento. ¿Y este miserable aún se atreve a erigirse en defensor de la sanidad pública? El Padre Pajares era una buena persona que dedicó su vida al servicio de los demás y que precisamente ha muerto a causa de ello. Nuestra sociedad está en deuda con personas como él. En el extremo opuesto, el mismo diputado que critica esos costes está cobrando un generoso sueldo público, tiene garantizada la pensión máxima con sólo siete años cotizando como diputado, y lleva 23 años viviendo de la política. Es normal que Llamazares manifieste tanto odio y nerviosismo por una gran persona como el Padre Pajares, no sólo por su condición de católico -el odio de la ultraizquierda española hacia los católicos ya roza lo enfermizo-, sino también porque la vida del fallecido sacerdote al servicio de los demás deja especialmente en evidencia a quienes, como Gaspar Llamazares, viven a costa de todos los contribuyentes. Y el tipo aún se atreve a quejarse del Padre Pajares...