Ofrece "diálogo" y "colaboración" a quienes se saltan la Constitución

La encrucijada beatnik de Rajoy: intentó hacer nada y ahora ya no sabe qué hacer

Uno de las críticas más mordaces que he visto contra la educación permisiva apareció hace años en la serie "Los Simpsons", en un episodio que mostraba la infancia de Ned Flanders.

Sr. Rajoy: ¿cómo detendrá la secesión de Cataluña?
Son españoles para percibir una pensión y también lo son para juzgarles por sedición

Los padres de Ned eran beatniks, un movimiento cultural surgido a finales de la década de 1950 y que acabó desembocando en la cultura hippie de los 60. Los Flanders tenían a su hijo malcriado y hecho un traste. Angustiados, acudían al psiquiatra y la madre de Ned decía: "tiene que ayudarnos, doctor, hemos intentado hacer nada y ya no sabemos qué hacer". El mensaje era evidente: tu hijo es un maleducado y hace lo que le da la gana porque has sido muy permisivo con él.

Un separatismo malcriado por culpa de un PSOE y un PP muy permisivos

Ayer comenté aquí el resultado de las elecciones catalanas del domingo, incluida la declaración de Artur Mas considerando que un 47,7% de votos independentistas le bastaban para seguir adelante con su desafío separatista, y eso a pesar de que en 2007, en TVE, Mas dijo: "La independencia requeriría el 66%". Éstas fueron sus palabras: "yo siempre defenderé el máximo de soberanía para Cataluña. Eso sí, si para modificar una ley electoral exigimos los dos tercios de los votos del Parlament, ¿cómo no vamos a pedir también los dos tercios de los votos, el 66%, para un referéndum de este tipo? Yo no quiero vencer, sino convencer." Por lo visto, lo de convencer ya le trae sin cuidado. Le basta con vencer, aunque no llegue siquiera al 50% de los votos. Es a lo que ha llegado ese niño malcriado al que el gobierno de Zapatero, primero, y el de Rajoy, después, le han consentido de todo, desde saltarse sentencias del Constitucional y del Supremo sin que ello tuviera consecuencias, hasta llevar a cabo una consulta separatista ilegal ante la que se cruzó de brazos Rajoy. Una actitud especialmente imperdonable si tenemos en cuenta que el PP tiene una mayoría absoluta que le permitía actuar con mucha más firmeza. Y matizo: le permitía actuar siquiera con una pizca de firmeza, porque Rajoy no ha mostrado ninguna.

Rajoy ofrece "diálogo" y "colaboración" a unos desleales

Lo ocurrido este domingo es muy grave. Un presidente autonómico se apropia de unas elecciones regionales para convertirlas en un plebiscito separatista, con el fin declarado de subvertir el orden constitucional y usurpar la soberanía nacional a los españoles. Lo he dicho estos últimos días desde estas páginas y lo repito: se trata de un delito clarísimo de sedición. Artur Mas se ha atrevido a desafiar a nuestra democracia, saltándose la ley y burlándose del Estado de Derecho. Esto es intolerable en cualquier país civilizado, pero más todavía en un país democrático, en el que los gobernantes están llamados a ser los primeros en dar ejemplo en el respeto por la legalidad vigente. Después de reafirmar Mas el domingo su actitud desafiante, la respuesta de Rajoy ha sido ofrecerle un "diálogo constructivo y leal" y "toda la colaboración de mi Gobierno, siempre dentro de la ley y desde el máximo respeto institucional". Es decir, que ofrece diálogo y colaboración a un presidente autonómico desleal y sedicioso, como si aquí no hubiese pasado nada.

Para rendirse ante el separatismo no hacía falta una mayoría absoluta

Una actitud tan tibia y blandengue supone una invitación tácita a Artur Mas para que siga adelante con sus planes rupturistas. Lamentablemente ya hay un precedente: Rajoy también se ha cruzado de brazos ante la concurrencia a las urnas de marcas electorales de ETA, que ahora disponen de más poder político que nunca y sin molestarse siquiera en condenar el terrorismo. La claudicación ante los enemigos de nuestra democracia empezó ahí, abriendo las puertas a que otros se sumaran al intento de sacar tajada de la debilidad del gobierno. Cuando los separatistas sigan su escalada de desafíos -que lo harán-, animados por la actitud pusilánime del gobierno, seguramente Rajoy se encogerá de hombros y se preguntará cómo es posible que esos personajes no escuchen sus flemáticas apelaciones al diálogo y se le suban a las barbas de forma inmisericorde: "he intentado hacer nada y ya no sé qué hacer", podrá decir el compostelano con cara de pasmado. Para mostrar esta debilidad y dar barra libre a los enemigos de España no hacía falta una mayoría absoluta, y menos aún la que se obtuvo con la promesa de un "cambio" que no ha llegado. En vista de lo que hace Rajoy con los sufragios de quienes le votan, a ver con qué cara se los pide otra vez en diciembre, presentándose como el único capaz de hacer frente a la amenaza separatista y populista que se cierne sobre España. Dos peligros ante los que Mariano ya ha intentado hacer nada.

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Comentarios:

  1. Jandro

    Muy bueno y acertadísimo.

  2. Eugenio

    Rajoy va a conseguir el dudoso honor de superar a Zapatero en ser el presidente más lamentable de la democracia española. Su pasividad leyendo el Marca es desquiciante.

    Por cierto, el Sr. Aznar pasando las competencias de educación a las comunidades autónomas tampoco es que se «marcara un tanto» contra el separatismo.

    Un saludo,

  3. Ginés

    Gran artículo.

    No voy a extenderme, ni decir lo que pienso de Rajoy y el PP, porque no quiero enfurecerme. Ni uno, ni otros, merecen más que desprecio.

  4. sanabria

    Aznar cometio el error de nombrar a Rajoy .Que lo reconozca

  5. pacococo

    Muy bueo el artículo que pone las cosas en su siti. Esto es lo que hay (por desgracia).

    Aznar cometió muchos errores y nombrar a Rajoy no fue el peor. Aznar les dio a los nacionalistas lo que le pidieron y más. Pujol dijo que Aznar les había dado en catorce días lo que Felipe les negó en catorce años. Es posible, pero Felipe también les dio mucho. Lo de nombrar a Rajoy, no fue lo peor que hizo.

    Y no olvidemos que Rajoy no fue mal ministro con Aznar, en interior no lo hizo mal del todo, lo cual ya es un mérito.

  6. Los gobiernos centrales han protagonizado una bajada constante de pantalones ante el nacionalismo: con UCD, con Felipe, con Aznar, con ZP y con Rajoy. No se salva ninguno. De esos polvos vienen estos lodos. Y lo más triste es que decirlo así, sin tapujos, me hace chocar constantemente con hooligans de cada uno de ellos. Pero yo no escribo este blog para decirle a la gente lo que quiere leer, sino para defender la verdad, aunque a algunos les moleste.

  7. JFM

    @Pacoco

    Lo de Rajoy se llama «principio de incompetencia»: das satisfacción en un trabajo (sea Ministro del Interior o mecánico en un garaje) pero cuando lo ascienden se encuentran conque es un trabajo distinto (el trabajo del jefe de taller no es reparar coches sino gestionar el plan de trabajo, asegurase que no falten las piezas de recambio, gestionar los conflictos). Pero visto como después del 11M unos funcionarios desleales comunicaban informaciones a Prisa mientras que se las comunicaban con retraso al Gobierno para hacerle quedar como mentiroso pues yo diria que un buen Ministro del Interior en vez de leer el Marca hubiese hecho una purga nada mas jurar su cargo, en vez de quedarse leyendo el Marca y dejar a esos funcionarios desleales en puestos clave desde los cuales podian darle una puñala trapera facilitar la llegada de Zapatero a la Moncloa. El cual bien supo recompensarles por ello.

  8. Elentir. Por favor no lo tomes a mal pero Rajoy es muy gallego. Nunca contestan a una pregunta directa con un ‘No’ o un ‘Si’. Siempre es ‘depende’. Con una pregunta compleja un gallego contesta con otra pregunta. Os conozco desde hace milenios. ¿No es así?

  9. James: «Con una pregunta compleja un gallego contesta con otra pregunta. Os conozco desde hace milenios. ¿No es así?»

    ¿Y qué entiendes por pregunta compleja? 🙂

  10. JFM

    Un dominicano le dijo a un jesuita: «Lo que me fastidia en vosotros los jesuitas es que siempre contestáis a una pregunta con otra pregunta». Y el jesuita sin siquiera pensárselo: «Y porque nó?»

  11. pilar blasco

    Todo esto estaba escrito. Los gobiernos españoles de la democracia han sido cómplices y colaboradores, por interés o por ignorancia, o por desidia, de la situación actual. Rajoy solo es el punto final, que debió pactar con Zapatero en su momento. Todo cuadra

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