La Vanguardia convierte una Embajada de España en "la oficina y el jardín de Wert"

Desde este blog he criticado muchas veces al gobierno de Rajoy, pero eso no significa que me agrade que un diario publique mentiras. Y eso es exactamente lo que hizo ayer La Vanguardia.

El gasto es para la Embajada en París y la delegación ante la OCDE

Ayer el diario barcelonés se descolgó con este titular: "Margallo se gasta 775.000 euros en el mantenimiento de la oficina y el jardín de Wert en París". Uno se imagina, al leer esto, al gobierno español gastándose semejante dineral en una oficina en la que está Wert con su secretaria, y en el jardín que se dedica a regar el exministro en sus ratos libres en la capital francesa. Pero no. La entradilla de La Vanguardia desdice al titular: se refiere a "las labores de cuidado del edificio y el jardín que comparten la embajada española y la delegación permanente de España en la OCDE en la capital francesa". Es decir, que cuando el diario hablaba de "la oficina y el jardín de Wert en París" en realidad se refería a una Embajada y a la delegación de España en la OCDE. Esto, señores de La Vanguardia, es manipular. A ustedes les podrá caer tan mal este gobierno como a mí, podrán tener los motivos que ustedes quieran para odiar a Wert, pero eso no justifica un engaño a los lectores, lanzando un titular que falsea los hechos. Una burda intoxicación, en fin.

De los 8,3 millones de las 'embajadas' de la Generalidad, ni pío

Por otra parte, el diario barcelonés ha sacado esta información de un anuncio publicado por el BOE este lunes. El concepto de ese anuncio es el siguiente: "Servicio de mantenimiento general de los locales y jardines de la cancillería y de la residencia de la Embajada de España en París y de la cancillería de la Delegación Permanente de España en la OCDE." El importe es de 775.655 euros por dos años. Para La Vanguardia esto es motivo de escándalo, pero en el citado diario no se ha leído ni una palabra sobre los 18,5 millones de euros gastados por la Generalidad de Cataluña entre 2011 y 2014 en sus "embajadas". Ya sólo las seis delegaciones del gobierno catalán en el extranjero -entre ellas una de París- costaron 8,3 millones, pero el diario barcelonés no habla de eso no sólo por su descarado apoyo a la causa rupturista de la Generalidad, sino también porque el Grupo Godó, propietario de La Vanguardia, es el grupo mediático que más ayudas públicas recibe de la Generalidad. A modo de ejemplo, entre 2008 y 2013 recibió más de 14 millones de euros; es decir, que nos sale mucho más caro que la Embajada en París. Pero de estas ayudas tampoco habla La Vanguardia.

Zapatero hizo el mismo gasto, pero La Vanguardia no informó de ello

Por otra parte, si en La Vanguardia se hubiesen molestado en buscar un poco, se habrían encontrado con que el 15 de marzo de 2011 el BOE publicó un anuncio muy similar al de este lunes, con un importe muy parecido (769.230,77 euros por dos años) y con el mismo concepto. Entonces para La Vanguardia dichas delegaciones diplomáticas no debían ser "la oficina y el jardín" de nadie. Quien gobernaba era Zapatero. El diario barcelonés ni siquiera dio noticia de ello, tal vez porque sus amos políticos no se habían enfrascado en un carísimo proceso separatista, y entonces no tenían el interés que tienen ahora en criticar los necesarios gastos diplomáticos que tiene España para intentar tapar el despilfarro de las innecesarias "embajadas" catalanas.

Algunos ejemplos del 'periodismo de copiar y pegar'

Si el diario barcelonés ha demostrado con esta noticia su escaso rigor a la hora de informar, otro tanto habría que decir de los medios que le han comprado el cuento. Por ejemplo, La Sexta, Público, El Español, Vozpópuli, El Confidencial, El Plural, El Boletín, La Información e InfoLibre, que han publicado titulares en términos muy parecidos e igual de manipuladores que La Vanguardia. Los periodistas que limitan su trabajo a copiar y pegar lo que les llega, sin comprobarlo, bien se podrían haber ahorrado los años que pasaron en la Facultad. Para hacer eso no se necesita un título. Basta con tener un ordenador portátil y un muy escaso respeto por los lectores.

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(Foto: Google Street View)