Empezó con un comentario del Obispo Munilla a un editorial de Iker Jiménez

Iglesia y misterio: interesante debate en la red entre un obispo y un presentador de TV

Me ha parecido muy gratificante escuchar el debate iniciado en la red entre dos personas a las que aprecio, como son el Obispo de San Sebastián, José Ignacio Munilla, e Iker Jiménez, presentador del programa de televisión "Cuarto Milenio" en el canal Cuatro.

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Empiezo con la parte del Obispo, publicada en la cuenta de Monseñor Munilla ayer la tarde a modo de comentario a un editorial del citado periodista:

Iker Jiménez le contestó anoche desde su videoblog:

Yo soy católico, y por tanto mis convicciones coinciden con las del Obispo, y además soy seguidor del programa de Iker Jiménez desde sus inicios, y me gustan a menudo las opiniones que expresa y sobre todo la honradez con que las manifiesta. Es un placer discrepar con tranquilidad y sin dramatismos de alguien que, con toda modestia, está buscando la verdad y reconoce una premisa de la filofosía que muchos parecen haber olvidado: que en nuestro camino por esta vida siempre estamos aprendiendo cosas nuevas, y que a cada una que aprendemos lo único que queda claro es lo ignorantes y pequeños que todavía somos, aunque a veces ya creamos saberlo todo.

Dejando a un lado los matices, me ha parecido de lo más enriquecedor ver a dos personajes famosos intercambiar impresiones de forma tan respetuosa y sincera, discrepando en unas cosas y coincidiendo en otras. Qué poco acostumbrados estamos hoy en día a debates como éste, y qué bien sienta escucharlos. He oído las dos grabaciones de un tirón, y agradezco a los dos el buen momento que me han hecho pasar. Me quedo, por supuesto, con el denominador común de ambos: los dos están desafiando el materialismo imperante, entienden la dimensión espiritual del ser humano y saben que todo lo que conocemos por nuestra experiencia es una pequeña parte de lo que existe, que hay cosas más allá de lo que pueden percibir nuestros sentidos e incluso de lo que es capaz de concebir nuestra razón, eso que podemos llamar misterio o trascendencia, algo que otros, con total simpleza, descalifican sin más como si fuesen meras invenciones de la imaginación.

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Comentarios:

  1. Cierto, como dice el periodista radiofónico, que Iker Jiménez parace confundir a los místicos con ciertos iluminados.
    No lo dudo.
    Pero también conviene recordar que muchos místicos fueron perseguidos por las autoridades eclesiásticas, baste traer a colación aquí dos ejemplos significativos: San Pío de Pietrelcina (al que le llegaron a colocar, por orden de la superioridad vaticana, un micrófono en el confesionario) o la Venerable (proclamada por Clemente X) Sor María de Jesús de Ágreda (cuyo está incorrupto, al igual que el del Padre Pío).
    Pero el mensaje de fondo del Sr. Jiménez no debe dejarnos indiferentes.
    En ciertos sectores de la Iglesia Católica hay «miedo» a reconocer públicamente las creencias que se fundamentan en el propio Evangelio y, entre ellas, está la existencia del Demonio que el mismo Cristo confirma.
    Por lo tanto, negar o ignorar la existencia del Demonio es contradecir la Palabra de Cristo.

  2. Maite

    Pienso que Monseñor Munilla ha estado muy acertado en el análisis de la postura de Iker Jiménez.

    Para mí Iker es un buscador sincero y una persona muy íntegra. Está a caballo entre dos culturas y desea profundamente descubrir la verdad en su vida. Como la protagonista de la película «disidentes», él va siguiendo la pista, escuchando su corazón Y llega hasta donde humanamente se puede llegar.

    Yo no puedo sino desearle que siga cabalgando y que cuando no pueda seguir avanzando en esa búsqueda personal de la verdad, la Verdad en Persona le encuentre. Que entonces sea valiente, como lo es ahora, para tomar partido por esa «verdad que nos hace libres».

  3. Lorenzo

    A mí me parece que Iker Jiménez es interesante en los videoblogs, donde se muestra de verdad sincero, personal y valiente. En su programa de misterios no deja de ser un personaje más del entretenimiento televisivo en el que, como dice Munilla, busca buscar más que encontrar. No llega quizás a ser telebasura, pero se aproxima bastante en muchos momentos.

    Creo que, como dice Maite, está en una fase de búsqueda y es posible que ande un poco desorientado todavía. Además, a pesar de su buena voluntad, quizá le faltan un poco de formación y lecturas para «enfrentarse» a un peso pesado como Munilla.

    De todas formas, ojalá debates como este fueran la norma y no la excepción.

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