El doble discurso de la izquierda para lograr su distópico modelo de sociedad

En el paraíso progre podrás pedir ayuda para suicidarte pero no ayuda espiritual a la Iglesia

Esta semana ha habido dos noticias en España que deberían alertarnos sobre el tipo de sociedad que nos quieren imponer ciertos políticos y periodistas que se dicen adalides del "progreso".

Eutanasia en España: los socialistas retoman la senda iniciada por los nacional-socialistas
Una grabación desvela cómo los ideólogos de género adoctrinan a los niños en los colegios

Otro intento más de enviar a prisión a un obispo recurriendo a un bulo

El martes 2 de abril, ciertos medios propagaron un bulo sobre el obispo de Alcalá, Monseñor Reig Plà. Le acusan de montar cursos para "curar" la homosexualidad, y todo por ofrecer ayuda espiritual a un periodista de un digital de ultraizquierda que se hizo pasar por un falso homosexual y que fue a pedir ayuda a un Centro de Orientación Familiar dependiente de la Diócesis de Alcalá. Los católicos llamamos "curas" a nuestros sacerdotes precisamente porque su misión es curar las heridas del alma. Lo que tal vez pretenden los progres es que la Iglesia renuncie a proporcionar ayuda espiritual al que se la pida. Y es que los izquierdistas aspiran a ser nuestros guías espirituales exclusivos y no admiten ninguna competencia que les pueda hacer sombra. Recordemos que algunos llevan años intentando meter en la cárcel a un obispo español por discrepar y recurriendo a bulos: lo han intentado varias veces, hasta ahora sin que ningún tribunal haya aceptado colaborar en ese grosero pisoteo de nuestras libertades.

¿Puedes elegir tu género, pero no puedes elegir tu orientación sexual?

Más allá del bulo en sí, lo que esas falsas noticias han conseguido es avivar un debate que aún sigue sin resolver: ¿se nace homosexual o es una elección? En el propio ámbito científico ha habido opiniones para todos los gustos. Yo no tengo una respuesta para eso, pero hay algo que me llama la atención: los ideólogos progres llevan años diciéndonos que uno tiene derecho a elegir su género, con independencia del sexo biológico. Dicen que masculinidad o feminidad no son más que construcciones culturales sin ningún origen biológico. Es más: en función de esa elección de género, consideran legítimo pedir a un médico una castración, ya sea química o quirúrgica (y lo siento si la palabra suena fuerte, pero se trata de un término usado por los médicos), e incluso apoyan leyes para hormonar a niños contra la opinión de sus padres, sin importar las gravísimas consecuencias que eso puede tener, al ser una decisión irreversible tomada a una edad inmadura.

Al mismo tiempo que fomentan los cambios de sexo, no toleran los cambios de orientación sexual (dicho sea de paso, los primeros propiamente no existen, ya que el sexo lo determina el ADN y eso es inmutable; mientras que los segundos sí se han dado). Digo que no los toleran porque en caso de que fuesen una elección, como afirman algunos, ¿desde cuándo a alguien le está prohibido pedir ayuda para tomar una decisión? En el caso que nos ocupa, ni siquiera toleran la mera oferta de ayuda espiritual a alguien que decía estar descontento con un determinado estilo de vida defendido por ese lobby. Incluso amenazan con fuertes multas al que se atreva a ofrecerla. Sin embargo, los miembros de ese lobby obligan a niños a asistir a charlas para orientarles -o más bien desorientarles- sobre su sexualidad, sin tener ni preparación para ello ni el permiso de sus familias, e incluso contra la decisión de los padres de los pequeños. Al final parece que más que leyes LGTB, lo que tenemos son leyes del embudo, según las cuales ciertos grupos muy influyentes pueden hacer lo que les dé la gana y los demás no podemos ni abrir la boca.

¿No puedes pedir ayuda espiritual a la Iglesia, pero sí ayuda para matarte?

La segunda noticia saltó a los medios el jueves: un hombre ayudó a su mujer enferma a suicidarse. Este caso ha sido usado por la izquierda (incluyendo a Ciudadanos) para promover el debate sobre la legalización de la eutanasia, pero eso sí, sin informar de los graves efectos que tuvo esa medida en Holanda, degradando los cuidados paliativos y con muchos casos de pacientes eutanasiados sin su consentimiento. Y es que el progresismo siempre abre sus "debates sociales" de forma tramposa, intentando sacar tajada emocional de casos extremos para luego normalizar auténticas aberraciones. Los argumentos que manejan algunos ya no se limitan a legalizar la eutanasia, sino también el suicidio asistido. Pero estos aberrantes planteamientos no sólo se exponen ocultando sus consecuencias, sino que además la barbaridad se disfraza de "libertad de elección", para que genere menos rechazo, lo mismo que con el aborto.

Lo curioso de esta noticia es su relación con la primera: nos están diciendo que en el paraíso progre podrás pedir asistencia material para matarte, pero no ayuda espiritual para cambiar de vida. ¿A qué esperpento de sociedad nos quiere llevar esta gente? Tengamos en cuenta que en España hay más de 3.600 suicidios al año. Es un problema muy grave, pero el Estado no hace nada para afrontarlo. En vez de eso, la izquierda se lanza a justificar el suicidio. Es de locos. ¿Se han parado a pensar en los terribles efectos que puede tener esto en las personas que sufren una depresión? Al final, todo parece sospechosamente orientado a deshacerse de pacientes que resultan muy caros para la sanidad pública, en el marco de una crisis demográfica sin precedentes, y que ha sido provocada en buena medida por el antinatalismo neomalthusiano de esa misma izquierda: recordemos como hace cinco años un medio progre intentaba convencernos de que sobraba gente, refiriéndose concretamente a los parados y proponiendo el aborto como remedio. Y es que parece que la izquierda quiere resolverlo todo recurriendo a la muerte. Una obsesión que ya tenían los comunistas, con los terribles resultados que ya conocemos todos.

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Foto: videoblocks.com

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Comentarios:

  1. Huichilobos

    Pienso, Elentir, que esas «aberraciones» de las que hablas ya se producen en países que tienen prohibida la eutanasia, no de forma activa, sino de forma pasiva (es decir, no se ayuda al enfermo a morir, pero sí se le deja morir no suministrándole el tratamiento que pudiera alargarle la vida). Y pienso también que la doctrina oficial de la Iglesia no está en contra de ello por cuanto, desde el momento en que se trata de vidas que sólo pueden ser mantenidas de forma artificial, no puede considerarse en puridad que se trate de un asesinato; si el tratamiento no existiera, el enfermo moriría sin remisión.

    No había pensado, pero creo que tienes razón, en que normalizar la eutanasia puede tener el efecto que dices en gente que sufra depresión, pero sí había pensado, y lo comento a forma de añadido, en otras situaciones que también cabe esperar que se produzcan a raíz de una ley así: las familias que se deshagan de sus mayores (y no tan mayores) en el momento en que dejen de valerse por sí mismos para que no les supongan una carga, y la de las familias que lo hagan para anticipar el cobro de una herencia más o menos suculenta.

  2. bilbaino

    El problema es que bulo o no, es creíble porque entre los cristianos los hay obsesionados con la idea de «curar» la homosexualidad.

    «Los católicos llamamos “curas” a nuestros sacerdotes precisamente porque su misión es curar las heridas del alma»

    El problema está cuando un homosexual es católico y por sus creencias no puede encajar su homosexualidad, vivirá amargamente toda su vida buscando desesperadamente a guías espirituales y a otros charlatanes que curen sus «heridas» del «alma», en lugar de acudir a psicólogos. Gente que no curan nada, en todo caso perpetúan el «problema».

    Por cierto, Aplicando el criterio de «islamofobia», esos medios sería «catolicofóbicos».

  3. No creo que haya ningún homosexual católico que viva amargado por causa de sus creencias. No al menos si son sinceras y las conoce bien. El cristianismo no es un código de creencias que busca amargarle la vida a nadie. Al contrario. Como cristiano sé que si alguna vez estoy amargado es precisamente por darle la espalda a Dios, y no por hacerle caso.

    Por lo demás, el propio Catecismo dice esto sobre las personas homosexuales: «Deben ser acogidos con respeto, compasión y delicadeza. Se evitará, respecto a ellos, todo signo de discriminación injusta» (2358). Y también añade: «Estas personas están llamadas a realizar la voluntad de Dios en su vida, y, si son cristianas, a unir al sacrificio de la cruz del Señor las dificultades que pueden encontrar a causa de su condición.» Pero es que a esto estamos llamados todos los cristianos. De hecho, saber que Cristo murió por nosotros en la Cruz para liberarnos del pecado y abrirnos las puertas del cielo es algo que en los momentos de dificultad te sirve para reflexionar. Yo soy muy quejica (lo confieso) y a veces pienso: «caray, con lo mucho que yo me quejo, y Él murió en la cruz con mucha menos queja para cargar a sus espaldas con mis pecados…»

    En fin, digo todo esto porque parece que algunas personas creen que un homosexual puede tener más dificultades que cualquier otro cristiano para vivir su fe. En el aspecto sexual es posible, pero no en los demás. Personalmente, creo que una persona avariciosa, o una envidiosa, o una cotilla… deben tener muchas más dificultades para vivir su fe cristiana, aunque vayan a diario a misa, que un homosexual que sea una buena persona. Por favor, no valoremos a las personas sólo por el aspecto sexual, somos mucho más que eso.

  4. Huichilobos

    Bilbaino: es que, históricamente, los curas han sido las personas a las que ha buscado mucha gente a la hora de tener alguien con quién compartir las cosas que le atormentaban; es decir, el mismo papel que hoy tienen los psicólogos, pero gratis.

    Como opinión personal, los psicólogos tampoco curan nada excepto los males de su propio bolsillo. La cabeza de cada uno es de cada uno, y cada uno es la persona más apropiada para conocerse a sí misma, si es que alguna vez se llega a conocer del todo.

  5. Huichilobos

    Y como opinión personal también, desde un punto de vista estrictamente Darwiniano, la homosexualidad supone una anormalidad por cuanto incumple el principio de la supervivencia de la especie, pero como bien refleja Proust en «En busca del tiempo perdido», es una anormalidad que tiene su cabida en el mundo y se rige por sus propias leyes.

    Me parece una pérdida de tiempo total buscarle cinco pies al gato tanto por parte de los que pretenden que puede conseguirse llevar a un homosexual a la heterosexualidad por medio de terapias de cualquier tipo, como por la de los que pretenden normalizar la homosexualidad por medio de la dictadura de género. Hetero y homosexualidad son realidades distintas obligadas a coexistir, y nada más.

  6. bilbaino

    Elentir:

    «En el aspecto sexual es posible»

    Evidentemente me estaba refiriendo al aspecto sexual, no al resto.

    Por lo demás, soy ateo.

  7. Sharovarov

    De Holanda ha salido también -lo vi en InfoCatólica hace muy poco-, una ecologista que propone restringir los tratamientos a las personas mayores de 70 años. Si no se cree en Dios todo está permitido, ¿no? Por ejemplo, ¿que disfrutas torturando animales y no eres creyente? Pues ten cuidado de que nadie te vea haciéndolo y ya está, ¡a disfrutar a tope con ello!, que la vida son dos días y después no hay nada, ¿no? Pongo este ejemplo porque hablé de ello hace meses con una ex-concejal de IU, además de animalista. Dicha concejal no estaba de acuerdo conmigo. Pues no veo por qué.

  8. Huichilobos

    Je; hace un tiempo, en un debate en Facebook, utilicé la eutanasia como argumento a favor de la tauromaquia, ahora que lo dices. Si nos permitimos el lujo de establecer a partir de qué momento una vida humana no merece la pena ser vivida, ¿donde está el problema en que hagamos lo mismo con la vida de un animal?.

  9. Sharovarov

    Bueno, ecologista a secas, no, sino «diputada ecologista», lo cual es todavía peor, claro.

  10. Luis Recinos

    ¡Ufff, vaya discusión la que se armó!. Evidentemente, temas sumamente sensibles y que interesan a muchos. Un par de comentarios nada más. Primero,el psicólogo canadiense Jordan Peterson ha señalado en muchas ocasiones multitud de contradicciones inherentes a la ideología de género, contradicciones que no parecen molestar a quienes se identifican con dicha ideología. Una de ellas es precisamente la señalada en esta entrada: Por un lado la afirmación de que el género es «escogencia libre» del individuo,quien «construye» así su propia identidad y, por otro lado la «prohibición», con castigo incluído, si se desea revertir dicha decisión. Escogencia por un lado, prohibición por otro. ¿En qué quedamos? Segundo,con respecto al comentario del amigo Huichilobos de que «los psicólogos tampoco curan nada», comparto la idea de que «no curan»,pero disiento con las razones. No curan porque muchas de las personas que ven no padecen de ninguna «enfermedad», sino de una serie de conflictos, a menudo existenciales, para los cuales no hay «cura», estrictamente hablando. Pero lo que sí pueden hacer los psicólogos, es ayudar a la persona a resolver sus conflictos y, justamente, a tomar las decisiones apropiadas, siempre en términos «ad hominem et ad situationem» puesto que, como dijo Ortega y Gasset, «yo soy yo y mis circunstancias.» Saludos.

  11. Huichilobos

    El asunto daría mucho de sí y, sobre todo, nos alejaríamos mucho del tema de la entrada. Lo dejaremos en que no se olvidan nunca de pasar la minuta, ni de recordar al paciente que abandonar las sesiones puede suponer recaídas.

  12. Luna

    Una vez más nos encontramos con que se pretende que la ciencia no tenga otras fuentes que las de las leyes. Parece que se quiera prohibir la creencia científica que pueda tener un psicólogo experimentado sobre la posibilidad de revertir la homosexualidad a través de terapia. También censuraron los comentarios positivos en favor de la cardiosalubilidad de la ingesta de un cuarto de litro de vino diario, o las cualidades antioxidantes de la birra. Esto vino luego de dar el aborto como lo más saludable que se puede prescribir ante los estados carenciales de interés por el hijo de parte del Gobierno.

    Queda definido por decreto ley que la homosexualidad es inmodificable, a la par que se escoge como el género -independiente del sexo y su sexualidad- Tanto el homosexual que desee pasar a la heterosexualidad como su terapeuta merecerán duros castigos penales por apostasía y herejía anarquista, que la Ley es la Ley.

    Homosexual: Te acaba de caer la cadena perpetua. Pero no te preocupes: Son tus derechos… Terapeuta: Haberte hecho diputado en Cortes y entonces sí podrías hablar sobre el tema. Pero también son tus derechos…

    Y tenemos encima de nuevo la espada de Damocles de la eutanasia, presentada como modo de lucha «contra fascistas» con el doble objetivo de colárnosla de canto como arma arrojadiza y de acuñar «fascistas» de los que defenderse. Todo muy coherente y muy normal: Mata a tu padre enfermo y quedarás libre de todo lo que no son izquierdismos rancios. Perdón, quiero decir, enemigos del «progreso».

    Y encima tienen la cara de valerse de una pobre mujer a quien tuvieron treinta años abandonada y con Alzheimer, así como de dar por bueno lo que esta anciana «pudiera decir» (anda que queda claro lo que «dijo»), aun cuando podía estar dominada por una comprensible depresión, bajo los efectos de la medicación y con una enfermedad que se caracteriza porque uno de sus síntomas es que dicen cosas sin coherencia. Esto es una falta de respeto hacia esta pobre víctima y una campaña de presentación infame, que no sería necesaria para hacernos creer en algo que de suyo fuera bueno y deseable.

    Ni nos sobran razones para la eutanasia ni nos sobran enfermos, nos falta amor hacia ellos.

  13. Luna

    Quisiera entrar en el terreno de la llamada disforia de género. Vamos a ver, resulta que se entiende como perfectamente justificado que una persona quiera vivir el sexo opuesto al biológico. Pero esto sólo se consiente si pretende pasarse de hombre a mujer o viceversa, pero ¿Y del homosexual o lesbiana que quieren dejar de serlo?. Resulta paradójico que no puedan abrazar lo que en su propia sexualidad sería perfectamente natural, que se criminaliza el intento hasta el punto de pretender prohibirlo. Me resulta imposible comprenderlo sin pensar en que hay implicaciones ideológicas en todo esto. ¿No estará siendo completamente injusta esta prohibición? ¿Quién ostenta según qué ley el monopolio ideológico de lo que sea (del estado, de la nación, del país, del pueblo, mío, tuyo…)?

  14. Luis Recinos

    Sobre el tema de los psicólogos, cierto, dá para mucho, así que dejémoslo corto. 1)Todo trabajo es remunerado, si no, no es trabajo. De tal suerte, en toda profesión liberal, el servicio recibido es recompensado por medio de los «honorarios profesionales». Todo profesional tiene gastos y otras necesidades económicas que cubrir ergo; sí, es cierto, el psicólogo tiene que cobrar por sus servicios. 2) Sí, es cierto, a algunos clientes hay que recomendarles no abandonar el proceso porque el problema puede empeorar. En otros casos no. En última instancia, es el cliente quien escoge libremente acudir al psicólogo. No hay ninguna obligatoriedad.El cliente es libre de abandonar el proceso en cualquier momento.3)Como siempre se trabaja «ad hominem et ad situationen», cuidado con sobregeneralizar. Atentamente.

  15. Huichilobos

    Lo siento mucho, Don Luis, si le he tocado en lo personal, pero el hecho de haber tenido experiencias negativas en ese tema me hace ser bastante escéptico.

  16. Luis Recinos

    Ningun problema Huichilobos. Como dije, toda experiencia es siempre «ad hominem et ad situationem.» Gusto en saludarle.

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