El delincuente fugado Valtonyc intenta quitar la Bandera de España a un miembro de Vox

En Bélgica, ese país que dio refugio a terroristas etarras y en el que ahora se esconde el golpista Puigdemont, es donde se encuentra también el rapero de ultraizquierda Valtonyc.

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El matón de ultraizquierda fue condenado a 3 años y medio de prisión

El año pasado el Tribunal Supremo condenó a Valtonyc a tres años y medio de prisión por "delitos de enaltecimiento del terrorismo, calumnias e injurias graves a la Corona, y amenazas no condicionales", mensajes violentos y delictivos que el rapero profirió a través de varias canciones que contenían amenazas graves a políticos, gritos a favor de ETA y ataques a víctimas de esa banda terrorista. Como viene siendo habitual, la ultraizquierda y el separatismo convirtieron a ese delincuente en un mártir de la libertad de expresión, cuando precisamente lo que hizo fue agredir la libertad de expresión de quienes no opinan como él, con unas formas propias de un matón.

Amenazó, insultó y agredió a un dirigente de Vox por salir en defensa de España

Hoy en Bruselas hubo una concentración separatista de apoyo a los golpistas condenados por el Tribunal Supremo. El acto tuvo el apoyo de Valtonyc. Alberto Tarradas, presidente provincial de VOX en Gerona, mostró su apoyo a España y a la legalidad exhibiendo una rojigualda. Esto no dejó indiferente al rapero de extrema izquierda. Con el mismo matonismo del que hacía gala en sus canciones, Valtonyc se le puso chulo al dirigente de Vox, se lanzó a insultarle e intentó quitarle en dos ocasiones la Bandera, amenazando con prenderle fuego. El propio Alberto ha publicado en su Twitter el vídeo de la agresión. Podéis verlo aquí:

Valtonyc no debería estar en la calle amenazando, insultando ni agrediendo a un demócrata: debería estar en prisión, cumpliendo la condena que le impuso el Supremo. Es un escándalo que Bélgica se haya convertido en un refugio de delincuentes condenados en sentencia firme por otro país miembro de la Unión Europea, con todas las garantías legales y democráticas. Cabe preguntarse si el Gobierno socialista de España necesita más motivos para protestar por el amparo que da Bélgica a delincuentes como ése, y si mostraría tanta indiferencia si el delincuente en cuestión fuese un ultraderechista en vez de un extremista de izquierda.