La izquierda ha hallado una buena excusa para hacerte más pobre y arruinar tu país

Durante el siglo XX tuvo lugar una competición de dos modelos económicos muy distintos, el capitalismo y el comunismo, para ver cuál tendría más éxito.

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El fracaso del comunismo y de las recetas socialistas en Occidente

A estas alturas, el resultado de esa competición ha quedado más que claro: el capitalismo, y en concreto el modelo de libre mercado, ha generado unas cotas de prosperidad nunca vistas, y no sólo en Occidente, sino también en países que hasta hace décadas estaban en el subdesarrollo. Por el contrario, el comunismo no sólo demostró ser un sistema tremendamente opresivo, que convirtió países enteros en enormes prisiones, sino que además fue una ruina económica absoluta. De ello, gran parte de los más de 100 millones de personas que mató perecieron por hambrunas, como las provocadas por la dictadura de Mao en China y por la de Stalin en Ucrania.

Además de eso, en Occidente la izquierda intentó proponer recetas económicas que combinasen el socialismo con el capitalismo, la mayor parte de las veces poniendo trabas al libre mercado y a la iniciativa privada, con nefastas consecuencias. Prueba de ello es que en los 43 años de democracia que llevamos en España, los socialistas han gobernado tres veces y en cada ocasión nos han llevado a una crisis económica peor que la anterior. Pedro Sánchez ha logrado, en sólo dos años de mandato, generar una ruina económica que no se veía en España desde los años posteriores a la Guerra Civil de 1936-1939.

Recurren al ecologismo de ultraizquierda para justificar las recetas socialistas

Incapaz de dar pie con bola en materia económica, la izquierda parece haber hallado la forma de justificar que sus recetas arruinen a países enteros. Esto es lo que publicó ayer el canal izquierdista español La Sexta:

La noticia habla sobre un "aviso de los científicos", pero en su texto sólo cita a dos científicos. Debe ser que La Sexta desconoce el número de científicos que hay en el mundo... Casualmente, y según reconoce abiertamente ese canal, uno de los científicos citados es miembro del grupo ecologista Extinction Rebellion (XR). Hace un año, el diario británico The Telegraph alertó sobre la infiltración de marxistas en ese grupo: "Está surgiendo evidencia de que grupos marxistas como el Partido Socialista de los Trabajadores (SWP) y la Liga de Jóvenes Comunistas (YCL) han dado instrucciones a sus miembros para que se unan a las filas de XR con miras a ejercer una fuerte influencia en su estrategia".

Pretenden que los países democráticos se parezcan cada vez más a los comunistas

El fracaso de las recetas económicas marxistas no se limitó al hecho de que estaban basadas en premisas falsas, sino también en sus objetivos. El comunismo no buscaba la prosperidad del pueblo, sino el sometimiento de todos los ámbitos de la vida, la economía incluida, a un férreo control del Estado, es decir, al Partido Comunista, como partido único de esas dictaduras. Aunque la izquierda occidental dice no ser totalitaria, en realidad sus recetas coinciden con las comunistas en buscar una cada vez mayor intervención del Estado en la economía, a fin de que los socialistas consigan un Estado lo más parecido posible al comunista, desde un punto de vista económico, en países democráticos. Eso explica, por ejemplo, la creación de un enorme ejército de funcionarios, la excesiva burocratización, el acaparamiento por el Estado de un porcentaje cada vez mayor de la riqueza nacional y la generación de una deuda pública desorbitada, con un Estado empeñado en gastar más de lo que ingresa.

La dictadura comunista de China será la gran beneficiada

Esas recetas socialistas son económicamente insostenibles y son las que provocan que España tenga unas tasas de paro escandalosas. Pero la izquierda tiene ahora una excusa para seguir generando ruina: salvar el planeta, aunque esta excusa se base en los pronósticos de los científicos de la ONU, una organización sobre la que China tiene cada vez más influencia. Casualmente, China, que se vio obligada a aplicar el modelo económico capitalista para que su dictadura comunista no se derrumbase, es el país que más contamina en el mundo, con mucha diferencia. El lobby ecologista parece pretender que Occidente retroceda 100 años y se haga más pobre, para que China pueda seguir contaminando y enriqueciéndose, además de convertirse en la primera potencia mundial.

¿La izquierda va a explicar ese propósito a sus votantes?

Lo que cabe preguntarse es: de cara a próximas convocatorias electorales, ¿la izquierda explicará a sus votantes que va a hacerles más pobres para salvar el planeta en base a pronósticos catastrofistas como los que ya han fallado en las últimas décadas? Los tomatazos a los líderes izquierdistas en sus mítines serían espectaculares. Seguramente seguirán culpando de sus desastres al capitalismo y diciéndole a los suyos que van a quitarle dinero a los ricos para dárselo a los pobres. El engaño les ha funcionado durante años, ¿para qué cambiarlo?

Lo que cada vez queda más claro es que la izquierda está preparando un futuro en el que una élite izquierdista privilegiada viva de lujo, igual que lo hace la élite política de las dictaduras comunistas que siguen aplicando las recetas marxistas, a costa de la pobreza del resto y con cada vez menos libertad para discrepar, pues no hay ningún modelo totalitario que pueda sobrevivir al ejercicio de las libertades civiles propias de una democracia. A quienes denunciemos esa tendencia autoritaria nos van a llamar de todo y nos van a caer todo tipo de censuras en las redes sociales, tachándonos de "negacionistas" y cosas por el estilo. De hecho, ya lo están haciendo. El problema de la izquierda es: ¿cuánto tiempo se podrá mantener ese engaño sin que haya un estallido social?