Arturo Pérez-Reverte insulta a los hombres pisoteando el honor de millones de mujeres

Hay personajes de la literatura española que, a pesar de ciertos momentos de lucidez, no logran escapar de la mentalidad dominante.

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Es el caso de Arturo Pérez-Reverte, el famoso autor de "Las aventuras del capitán Alatriste" y miembro de la Real Academia Española. Hoy El Mundo publica una entrevista con este escritor (con muro de pago: se puede leer en abierto aquí). A pesar de su ocasional postureo como un tipo de opiniones contestarias a la mentalidad dominante, Pérez-Reverte hace un guiño al feminismo progre insultando a todos los hombres de esta forma que destaca el titular de la entrevista:

La cita completa que figura en el texto de la entrevista es la siguiente:

"La mujer es mucho más compleja. Por razones de tipo biológico, genético, evolutivo y social. El hombre la ha obligado a tener un papel marginal y en esa marginación la mujer necesita desarrollar un montón de habilidades para sobrevivir a los hijos de puta de los hombres".

En resumidas cuentas: Pérez-Reverte suscribe las tesis feminazis de la izquierda, que ya no pide la igualdad ante la ley ni la igualdad de oportunidades, sino que está empeñada en demonizar a todos los hombres. A Pérez-Reverte, igual que a cualquier feminazi del montón, no le basta con que haya más o menos hombres malos: todos son unos "hijos de puta", según se deduce de su respuesta. Todos menos él, claro, que insulta a los demás para hacerse perdonar su condición de hombre.

Lo curioso del caso es que para insultar a los hombres, Pérez-Reverte ha usado una expresión que pisotea el honor de millones de mujeres, una expresión que señala la maldad de un hombre no calificando sus actos o su forma de ser, sino que atribuye sus defectos a ser hijo de una mala madre, sin conocerla. Yo estudié en un colegio católico (esa religión que tanto odia Pérez-Reverte, que incluso pidió encarcelar o desterrar a un obispo por expresar sus creencias), y recuerdo que varios profesores nos dijeron que ése era el peor insulto que se podía dirigir contra una persona y que jamás tolerásemos a nadie que insultase así a nuestra madre.

Hoy Pérez-Reverte no se conforma con insultar a las madres de unos cientos o miles de hombres. Insulta a las madres de todos los hombres, incluida la mía, a pesar de que ese tipo ni siquiera la conoce. Por mi parte, Pérez-Reverte y sus opiniones se pueden ir a tomar viento fresco, y si me quiere insultar por ser hombre, puede hacerlo si quiere (los insultos de los necios me resbalan como el jabón), pero a mi madre se la respeta. Si este tipo tiene problemas con la suya, qué los arregle, pero a las madres de los demás que las deje en paz, que no tienen la culpa de que este individuo se dedique a arrastrarse ante las fanáticas feminazis para hacerse perdonar el hecho de haber nacido varón.

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Foto: Casa de América.