El socialismo y su nostalgia de la Stasi: usan Hacienda como una policía política

Elentir EN Jue 14·3·2024 · 7:02 4

Los lectores de este blog saben que no siento admiración ni simpatía por Isabel Díaz Ayuso, pero hay ciertas cosas que no son tolerables.

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Intentan tapar un delito cometiendo otro delito

Este miércoles hemos visto una forma de ejercer el poder que no es la propia de un gobierno democrático, sino de una organización mafiosa: una ministra de Hacienda publicando datos de un ciudadano particular, afirmando falsamente que habían sido publicados por los medios, cuando en realidad éstos dieron la noticia horas después. Los datos publicados corresponden al novio de Ayuso, al que Hacienda le atribuye un presunto fraude fiscal cometido antes de que tuviese una relación sentimental con la presidenta de la Comunidad de Madrid.

Sea cual sea la situación fiscal del novio de Ayuso, lo que ha hecho la ministra de Hacienda es cometer un delito al filtrar sus datos fiscales. Y todo esto para tapar los escándalos de corrupción del PSOE. De hecho, Televisión Española -controlada por el gobierno- ha dedicado su máxima atención al novio de Ayuso mientras pasa por alto los casos de corrupción socialistas. Pretenden tapar delitos graves que salpican al gobierno culpando a una mujer de lo que hacía su novio antes de conocerse. Hasta ese punto de desesperación han llegado los socialistas en España: intentan tapar un delito cometiendo otro delito, conformándose con que la gente sólo se fije en lo que ellos digan.

El precedente de la Stasi en la Alemania comunista

Esta forma de actuar no es nueva en las filas socialistas. Esto era lo que tenían que soportar a diario los ciudadanos de la Alemania comunista (la cínicamente autodenominada "República Democrática de Alemania", un burdo disfraz para una dictadura), ya que había una policía política, la Stasi, que se dedicaba a perseguir a los que discrepaban del gobierno, recurriendo a una amplia red de chivatos y a una invasión constante de la vida privada de los ciudadanos de esa parte de Alemania.

En España no existe algo formalmente equivalente a la Stasi, pero el gobierno socialista de Pedro Sánchez está utilizando al Ministerio de Hacienda como una policía política, saltándose la ley (una vez más, y ya son muchas veces) y poniendo los mecanismos del Estado, que pagamos todos los españoles, al servicio de los intetereses del Partido Socialista.

¿Lo próximo será perseguir a familiares de políticos o periodistas rivales?

Cabe preguntarse qué es lo próximo que veremos: ¿diputados de la oposición o periodistas críticos serán señalados si sus parejas tienen problemas con Hacienda? No importa que esos problemas no acaben con una condena judicial de la persona en cuestión. Lo único que le importa a este gobierno es tener carnaza para el telediario, con la que poder tapar su propia basura. Si para ello hay que cometer delitos, los cometen. No es algo nuevo ni es lo más grave teniendo en cuenta el largo historial criminal del socialismo español, que incluye hechos como el robo del oro del Banco de España, el asesinato de Calvo Sotelo, el golpe de Estado de 1934, el terrorismo de los GAL o los numerosos casos de corrupción que han afectado a los gobiernos socialistas.

El socialismo, concretamente su franquicia comunista, fue capaz de crear cosas tan aberrantes como la Stasi. Los socialistas españoles parecen tener nostalgia de aquella policía política, de la capacidad que tenía aquella dictadura para amedrentar a los que llevaban la contraria a la izquierda dominante, incluso aunque fuese en ámbitos reducidos y temas menores, como es el caso del partido de Ayuso. Cuando más poder acumula el socialismo, más intolerante y fanático se vuelve.

A este paso, acabaremos viendo que cualquier ciudadano que discrepe de los socialistas en las redes sociales recibirá una inspección sorpresa de Hacienda. Quieren infundir miedo y quienes deberían sentirlo son ellos, porque las cosas que están haciendo en España están agotando la paciencia de millones de españoles y, a medida que el tiempo pasa, el escarmiento que está por venir será cada vez mayor.

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Foto: PSOE.