La secta socialista que sostiene a Sánchez y que apoya su corrupción y su autoritarismo

Elentir EN Mié 13·3·2024 · 7:01 5

España tiene un gobierno salpicado por escándalos de corrupción y que no responde a ninguna pregunta en la sede de la soberanía nacional.

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Sánchez no responde a ninguna pregunta sobre la corrupción de su partido

Ayer Pedro Sánchez compareció en el Senado por primera vez desde mayo del año pasado. Ocho meses sin acudir a la Cámara Alta, como si el Poder Legislativo fuese prescindible allí donde el Partido Socialista (PSOE) no tiene mayoría, como es el caso del Senado. Después de esa prolongada ausencia, y ante los escándalos de corrupción que afectan al gobierno, Sánchez debía a todos los españoles muchas explicaciones y no dio ni una: no contestó a ninguna pregunta de la oposición y en vez de eso se dedicó a criticar e incluso a lanzar descalificaciones personales contra sus rivales políticos, como tiene por costumbre desde que llegó al poder.

Los españoles llevamos asistiendo durante seis años a este espectáculo de pornografía política en el que el gobierno se niega a dar explicaciones sobre nada, como si tener que darlas fuese un incordio, y se limita a utilizar sus comparecencias en el Congreso y en el Senado para hacer una exhibición de chulería, de prepotencia, de absoluta incapacidad para la autocrítica y de autoritarismo.

Un intento de anular el control parlamentario propio de una democracia

Este espectáculo bochornoso, con el que Sánchez viene degradando la actividad parlamentaria, tiene un fin cada vez más claro: anular uno de los pilares de la democracia: el control legislativo. Es el sueño de todo autócrata, que es como merece ser calificado aquel gobernante que piensa que el único límite a su autoridad es el que marcan sus propios deseos. Una exhibición de socialismo, en resumen, pues al fin y al cabo, esa actitud de desprecio por la democracia hunde sus raíces en esa ideología que repudia los límites al poder político y pretende ejercer éste como si no tuviese que rendir cuentas ante nadie, ni siquiera cuando los socialistas son pillados robando a todos los ciudadanos.

Los cómplices de Sánchez en este asalto a la democracia

Es muy alarmante que España tenga un gobierno empeñado en demoler el Estado de Derecho, asaltando las instituciones para ponerlas al servicio de sus intereses partidistas. Pero no menos alarmante es observar que si esto ocurre es porque muchos votantes de izquierdas prefieren una dictadura que una democracia en la que la derecha pueda ganar las elecciones. Sólo así se explica que a pesar de los escándalos del gobierno de Sánchez y su intercambio de favores con el separatismo catalán, incluido el borrado de todo su historial delictivo, este socialismo corrupto siga teniendo el apoyo de millones de españoles.

Una dictadura no es un régimen que pueda instalarse en un país sólo por la voluntad y la acción de unos pocos. Todas las dictaduras han contado con millones de seguidores que consideraban legítima la eliminación de sus rivales, ya fuese silenciándolos en la vida pública, enviándolos a prisión o acabando con sus vidas. España no es una excepción.

Sánchez no está desarrollando en solitario la tarea de destrozar nuestra democracia desde dentro: le apoya una secta socialista formada por millones de votantes que tienen tan pocos escrúpulos morales como él, que consideran que ser de izquierdas te da derecho a robar y a pisotear las libertades, y que creen que todo vale, incluso violar la Constitución, para evitar que gobierne la derecha. No sólo debemos pedir cuentas al aprendiz de tirano que está en La Moncloa por todo lo que está haciendo: también debemos pedírselas a los miembros de esa enorme secta, que está llevando a España por la senda del autoritarismo.

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Foto: PSOE.