Dentro de la ola de ataques a la libertad de expresión que está habiendo últimamente, hay un fenómeno que provoca una especial extrañeza.
Traicionando a sus compañeros al atacar la libertad de expresión
Me refiero a aquellos periodistas y medios de comunicación que apoyan abiertamente esos ataques a nuestras libertades, generalmente desde la izquierda mediática, que considera que todo vale para mantener su hegemonía en el debate público, incluso la censura contra los que opinan distinto. No es algo nuevo que haya periodistas dispuestos a traicionar a sus compañeros, apoyando la censura contra ellos. Lamentablemente, esto ha ocurrido en todas las dictaduras.
La novedad del fenómeno es que esto ocurre en países democráticos, y quienes apoyan esa censura se consideran grandes demócratas e incluso tienen la osadía de aleccionarnos a los demás sobre cómo debe ser un buen defensor de la democracia. No parece importarles el hecho de que las herramientas de censura que ahora apoyan puedan volver mañana contra ellos. Viven en el cortoplacismo, tal vez instalados en la creencia de que esas medidas impedirán de forma definitiva que la derecha pueda volver a ganar unas elecciones.
El precedente de los 'kapos' de los campos de concentración alemanes
Hay un fenómeno muy parecido a ése en los libros de historia: los "kapos" de los campos de concentración alemanes en la Segunda Guerra Mundial. Esos "kapos" eran generalmente presos comunes elegidos para controlar, dirigir y reprimir al resto de los presos. Hacían una función auxiliar de los centinelas nazis de las SS, y con frecuencia maltrataban, a veces de forma muy cruel, al resto de los presos.
Anoche encontré un interesante artículo sobre los "kapos" escrito por Jennifer L. Goss, consultora del Museo Conmemorativo del Holocausto de los Estados Unidos. Hay un párrafo de ese artículo que explica bien el motivo por el que esos "kapos" traicionaban al resto de los presos:
"En muchos casos, los kapos eran incluso más crueles que las propias SS. Como su precaria posición dependía de la satisfacción de las SS, muchos kapos tomaban medidas extremas contra sus compañeros de prisión para mantener sus posiciones privilegiadas".
Los privilegios de los que disfrutan los 'kapos' del periodismo
Este párrafo me ha recordado mucho a la actitud especialmente fanática de muchos periodistas de izquierda a la hora de apoyar la censura. Cuando se trata imaginar sus privilegios, muchos piensan en los más directos, como las subvenciones públicas, la publicidad institucional olas suscripciones pagadas por instituciones estatales.
Sin embargo, hay otras ayudas que generan muchos ingresos, como la difusión que gobernantes y políticos de izquierda ofrece a esos medios a través de sus canales de redes sociales (una difusión que se traduce en ingresos por publicidad para los medios digitales), y también el trato privilegiado que reciben en la concesión de entrevistas, informaciones y preguntas en ruedas de prensa gubernamentales, en las que a menudo sólo se admiten preguntas formuladas por esos medios afines al poder. Esto es algo muy frecuente en España.
El carácter adictivo del poder para los periodistas que lo comparten
Ese apoyo gubernamental otorga un entorno de seguridad a esos "kapos" del periodismo, frente a la situación de los periodistas independientes, que se tienen que buscar la vida sin el apoyo de nadie o con apoyos mucho más pequeños. Esa red de seguridad que tienen los "kapos" es casi más importante que las subvenciones, porque además de otorgarles una posición más cómoda, también. es su forma de compartir en cierta medida el poder de los políticos a los que apoyan, y el poder es mucho más adictivo que el dinero.
La polarización del periodismo desde el poder
Por otra parte, gobiernos como el de Pedro Sánchez generan un entorno polarizado que afecta al mundo del periodismo, diviendo la profesión entre medios de verdad (los afines al poder) y "pseudomedios" (los que son críticos con el poder). A menudo no le damos mucha importancia a esto, pero esa polarización promovida desde el poder sirve para amedrentar a aquellos "kapos" que tengan dudas y se planteen si están haciendo lo correcto.
El temor a ser señalados como malos periodistas por sus compañeros o por sus mecenas políticos, a los que ellos mismos han otorgado la autoridad para decidir quién es buen o mal periodista, les lleva a apoyar sin dudarlo cualquier abuso que haga el gobierno, metiéndoles en un círculo vicioso del que es muy difícil salir.
Un problema que no se resolverá callándose frente a esos 'kapos'
¿Cómo resolver este problema? Como otros muchos problemas de nuestra sociedad, no tiene una solución fácil. En todo caso, si los propios periodistas no critican activamente la actitud de esos "kapos", no hay nada que hacer, porque si esos periodistas al servicio del poder se sienten legitimados a hacer lo que hacen es porque, con mucha frecuencia, los demás periodistas callan y miran hacia otro lado, legitimándoles con su silencio.
---
Imagen: fotograma de 'La invasión de los ultracuerpos' (1978).
No te pierdas las novedades y contenidos que te interesan. Recibe gratis el boletín diario en tu correo electrónico: Pulsa aquí para suscribirte |
Feb 16 | Valencia 🇪🇸 Hasta el 16 de febrero: Exposición 'Marcando el paso. El calzado militar Segarra' |
Feb 28 | Madrid 🇪🇸 Del 9 de diciembre al 28 de febrero: Exposición 'Soldados en la historia de España' |
Comentarios:
Berto
Siempre ha habido periodistas malnacidos.
Ahora van a aflorar todos, no lo dudemos ni un instante.
10:22 | 21/09/24
Berto
Federico Jiménez Losantos: «Europa está tan mal que sólo nos queda el PP».
Por dinero baila…
10:25 | 21/09/24
jorari71
Es exactamente lo mismo que hace el PSOE AZUL con respecto a VOX: lo deja aislado, como si fuera un apestado, y no quiere tener ni una foto con VOX.
Por cierto, ¿viste la encerrona que le tendieron a Pepa Millán en el programa de La2 de Javier «Stratofortress»? Es un asqueroso caso. Lamentable y bravo por Pepa Millán.
Te lo pego en Twitter.
Un abrazo, sigue así.
10:25 | 21/09/24
wladimir
muy buena comparacion…
pues eso es lo que exactamente hacen los periodistas serviles a los regimenes y dictaduiras…solo se dedican e repetir lo que les ordenen y a atacar a quien les señalen que ataquen…
para eso son unos perfectos serviles y cuandp el lider de turno se cae…vam a buscar a otro lider o quedan tirados como los titeres y muñecos que fueron del regimen caido….
13:54 | 21/09/24
FaramirGL
El socialismo es totalmente incompatible con la libertad de expresión. Con la libertad, en general.
Para empezar, porque la primera actividad de cualquier socialista es MENTIR para proteger su ideología tóxica, totalitaria y genocida.
Por eso, es imposible que un socialista SEA periodista. Puede TRABAJAR COMO periodista y hacerse pasar por uno, pero siempre antepondrá su ideología a la verdad, incluso a la noticia. Siempre será un mamporrero del poder, un sicario mediático, un propagandista a sueldo.
18:37 | 24/09/24
Opina sobre esta entrada: