Los gremlins, la 'desescalada', el putinismo y un hipotético ataque de Marruecos a España

El régimen de Putin tiene muchos tontos útiles entre la izquierda y la extrema izquierda, pero también en la derecha y la extrema derecha.

La consecuencia previsible del putinismo y los oídos sordos de una parte de la derecha
El patriotismo y la invasión rusa: ¿pides a Ucrania lo que no aceptarías para tu país?

No es difícil reconocerlos, porque todos cometen las mismas manipulaciones, consistentes en hacernos olvidar el hecho de que Putin invadió Ucrania por una pura ambición imperialista. Todo eso lo aderezan, además, con un discurso que ya no sólo pretende justificar las acciones de Rusia, sino que además se dedica a descalificar a cualquier referente de la derecha (como Churchill o Reagan) que sirva para apelar a la defensa de Occidente frente a sus enemigos.

Hoy tenemos una nueva muestra de ello en La Gaceta de la Iberosfera, que hoy publica un artículo de opinión sobre la victoria de Trump en cuyo párrafo final su autora afirma lo siguiente:

"Por ir concluyendo, la victoria de Trump tiene su interés, pero no tanto por lo que pueda chinchar a los seguidores de ese liberalismo consecuente al que llamamos «lo woke». Observar la reacción de la otra parte del pensamiento único occidental es todavía más divertido. Algunos se transforman en gremlins —película de la era Reagan— ante la posibilidad de una desescalada bélica en el este de Europa. Una diría que, incluso, les sabe mal".

Dejando a un lado el disparate de confundir el liberalismo con el wokismo, la autora del artículo llama "desescalada bélica en el este de Europa" a lo que en realidad sería la rendición de Ucrania ante Rusia, que es lo que vienen defendiendo muchos seguidores de Trump, que ha prometido acabar rápidamente con esa guerra pero sin explicar cómo, aunque no cuesta imaginar por dónde van los tiros, ¿verdad?

No está de más advertir que llamar "desescalada" a pretender que un país agredido se rinda ante el país agresor es una manipulación con efecto búmeran, pues mañana se puede volver contra tu propio país, poniendo a algunos "patriotas" en un aprieto. Trasladando esa manipulación a otros escenarios, ¿si Marruecos atacase Ceuta y Melilla, España debería rendirse para evitar que muera gente? ¿La derecha putinista también llamaría "desescalada" a esa rendición? ¿Cuánto creéis que tardará la propaganda putinista, que alguna gente de derechas se traga sin rechistar, en aplicar ese mismo cuento a otros escenarios?

De igual forma, si Rusia atacase a Polonia, Finlandia o las repúblicas bálticas (como ya lo hizo la Unión Soviética en tiempos de Stalin entre 1939 y 1940), ¿cuántos repetirían como loros el mismo cuento de la "desescalada" para propiciar otra nueva rendición ante el invasor?

Por lo demás, no puedo evitar reírme ante lo penoso que es comparar con horrendos gremlins a quienes apoyamos a Ucrania, para desprestigiarnos por el mero hecho de rechazar la agresión criminal de un dictador como Putin. Pero le devuelvo el gesto a la autora de ese artículo: si quienes defendemos a un país agredido de forma criminal por un vecino más fuerte somos gremlins, ¿con qué merecen ser comparados quienes apoyan a un tirano como Putin, cuyo ejército comete toda clase de atrocidades en Ucrania? Unas atrocidades sobre las que los putinistas nunca dicen absolutamente nada y en las que Rusia tiene el apoyo de dictaduras como Irán y Corea del Norte. ¿Son éstos los nuevos referentes de la derecha putinista?

Para terminar, la autora que hoy firma eso en La Gaceta antes publicó un artículo repitiendo las consignas del Kremlin el 11 de marzo de 2022, unos días después de que Rusia lanzase su ataque contra Ucrania. En ese artículo, que no incluía ni el más leve reproche al invasor, la autora afirmaba: "con tal de fastidiar al ruso, todo vale. Incluso nuestra ruina. Y es que es incomprensible el castigo, por vía del estrangulamiento económico, a un país de cuya energía dependemos".

Esa dependencia energética fue la que algunos políticos irresponsables -como Gerhard Schröder y Angela Merkel- propiciaron a pesar de todos los avisos -sobre todo desde Polonia- de lo que eso podría conllevar. Hoy los putinistas apelan a esa dependencia para evitar que Rusia pague por sus actos, en vez de reclamar que esa dependencia cese, que es lo que vienen pidiendo países como Polonia. Pretenden someternos a la ley del más fuerte, pretenden que el agresor no sea castigado y que las consecuencias de la agresión deben soportarlas exclusivamente los agredidos. Llamar "desescalada" a esto es tan repugnante como cuando algunos llamaban "paz" a rendirse ante los terroristas de ETA.