Nací en 1975, así que he vivido gran parte de mi infancia y de mi juventud presenciando los escándalos de corrupción de los socialistas.
Durante el mandato de Felipe González (1982-1996), esos escándalos acabaron siendo algo cotidiano, igual que lo son ahora bajo el mandato de Pedro Sánchez. Igual que hoy, entonces hubo un periodismo independiente que hizo su trabajo y un periodismo fiel al poder que intentó taparlo todo, pero que no se quiso limitar al vergonzoso oficio de ser un limpiabotas del gobierno.
Fue entonces cuando empezó a existir lo que vemos ahora: medios y periodistas que actúan como perros de presa del poder político contra el periodismo independiente, señalando a los medios que hacen su trabajo e intentando desprestigiarles para que no incomoden al poder.
Hay caras que han cambiado y algunas cabeceras se han incorporado a ese grupo, pero algunos medios siguen haciendo lo mismo que en esa época. Recordemos, sin ir más lejos, el caso de un famoso diario socialista calificando como "sindicato del crimen" a los periodistas críticos con el gobierno de González. Yo tenía 17 años cuando se publicó esa basura y no me olvido de lo que hicieron entonces.
En la actualidad, igual que ocurría hace cuarenta años, el periodismo de rodillera (como se conoce hoy a los medios que viven de arrodillarse ante el poder político para obtener su favor) se ha convertido en una de las mayores lacras de la democracia en España. Periodistas que, al igual que hace cuatro décadas, no se conforman con tapar las vergüenzas del poder, sino que se dedican a señalar a los periodistas independientes y a apoyar la censura contra los que discrepan del gobierno, hasta unos extremos que ni siquiera se le había ocurrido a el franquismo.
Recordemos, por ejemplo, la reciente queja del citado diario socialista sobre las opiniones vertidas en comidas de amigos, tertulias espontáneas y grupos de WhatsApp, lamentándose de que las autoridades no actúen contra esas conversaciones privadas, confundiendo la España actual con el régimen totalitario que George Orwell describió en su famosa novela "1984".
En 1996, cuando Felipe González fue por fin expulsado del poder tras 14 años de escándalos, el periodismo de rodillera de los socialistas conservó intacto su poder y su prestigio. Lo primero lo mantuvo, en gran medida, gracias al Partido Popular, que mantuvo una actitud absurdamente servil hacia ese periodismo socialista. Lo segundo ocurrió por el ridículo corporativismo periodístico que considera "compañeros" a los miembros del gremio que actúan como comisarios políticos, como si ser periodista al servicio del poder fuese tan respetable como serlo a la intemperie. Así es como llegamos a la situación actual, con ese periodismo de rodillera haciendo lo mismo que hace 40 años y, además, pretendiendo censurar a medios alternativos como las redes sociales, como si esto fuese una dictadura.
No sé cuánto tardará en caer Pedro Sánchez, pero sé que al final caerá. Más eterno parecía el gobierno de Felipe González y al final cayó. Sé perfectamente lo que ocurrirá después: yo seguiré publicando a la intemperie igual que lo he hecho siempre. Este blog ya ha presenciado tres gobiernos distintos del PSOE y del PP y siempre ha manteniodo una posición crítica con el poder político, fuese cual fuese su color.
Lo que no puede volver a ocurrir es que el periodismo de rodillera salga impune de todo lo que ha hecho. Tenemos que empezar a ser implacables con él. Tenemos que dejar de ser suaves y amables con unos propagandistas que viven de las subvenciones (es decir, del dinero de nuestros impuestos) y que utilizan el favor político obtenido para dedicarse a pisotear nuestras libertades y a perseguir a quienes intentan defenderlas, que es lo que está ocurriendo hoy en España.
Especialmente tenemos que conseguir que de una vez por todas se supriman todas las subvenciones a los medios de comunicación, que se han convertido en una forma de poner al periodismo al servicio del poder político al que tiene el deber vigilar, y el cierre o la privatización de todos los medios de comunicación públicos, que hacen competencia desleal y actúan como órganos de propaganda del gobierno de turno. Si un partido político no contempla esto es porque quiere que todo siga igual, con una legión de periodistas escribiendo al dictado del poder.
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Foto: PSOE.
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Comentarios:
AlbertoAG
Sin periodismo independiente no hay libertad. ¡Abolición de la prensa estatal ya!
Los del gobierno se creen que vamos a escuchar a sus palmeros si imponen la censura. Más equivocados no pueden estar.
8:31 | 22/11/24
calatravo
Buenos días,
Es que habría que empezar por ser precisos en el lenguaje: no es periodismo ni son periodistas, por acción o por omisión, lo que hacen se llama propaganda o, peor aún, política.
11:59 | 22/11/24
FaramirGL
Siempre han existido corruptos que venden su trabajo como periodistas al mejor postor. Y siempre van a existir.
Ahora bien, cuando el socialismo se apodera de un país, como es el caso de España, en la que TODOS los partidos del parlamento nacional y de las autonomierdas son socialistas, el ejercicio del periodismo libre se vuelve la excepción.
Y hay que recordar que es IMPOSIBLE que un socialista SEA periodista. Porque la primera actividad de cualquier socialista es MENTIR para proteger su ideología tóxica, totalitaria y genocida.
En cambio, la de un periodista es compartir la Verdad en forma de noticia. La mentira es consustancial al socialismo y, por el contrario, la esencia del periodismo es la búsqueda de la Verdad.
Un socialista puede TRABAJAR COMO periodista y hacerse pasar por uno. De hecho, la inmensa mayoría de «periodistas» son socialistas.
Pero nunca serán periodistas de verdad, sino mamporreros socialistas, sicarios mediáticos, estafadores a sueldo y propagandistas.
13:09 | 22/11/24
wladimir
estos personajes….
que dicen ser periodistas….mas bien parecen mercernarios del periodismo que prestan o venden su consciencia y su pluma y libreta al servicio del Lider o Regimen de turno….y se venden por las viles subvenciones que le ofrecen los Gobiernos….
es hora de ver un periodismo autentiacament libre e independiente,desvinculado de los gobiernos y que al contrario sea vigilante de como actuan los Gobernantes…
13:12 | 22/11/24
jomeca
Un problema importante que propicia que una editorial se ponga las rodilleras no es otro que las subvenciones públicas en muy diversas y variadas formas. La tendenciosidad de las editoriales en origen es el problema mollar, a eso se le añade que «lo público», una vez visto «el cariño» profesado, lo alimenta de forma muchas veces suculenta.
El primer problema, la tendenciosidad, es complicado de atajar, pero el segundo, el pago por los favores tendenciosos, creo que se podría abordar eliminando cualquier tipo de «dádiva» pública. Nos hemos acostumbrado hacer de la anormalidad la norma y creo firmemente que lo público, el estado, no necesita a la empresa privada (las editoriales) para publicitarse. Hay otros muchos medios o formas. Con eso se cortaría una parte importante del favor debido mediante rodilleras.
14:16 | 22/11/24
JuanM
Pues no te tiene que doler Elentir, ni como católico ni como nada.
El pronunciamiento del Papa en materia política se le puede, no sólo criticar, sino afear.
Es perfectamente legítimo como persona que tenga, el Papa, una opinión sobre acontecimientos políticos. El problema es cuando los cristianos creen que en esos asuntos está hablando el pastor de los católicos.
A Dios lo que es de Dios y al César lo del César.
El Papa debería estar preocupado, muy preocupado, por lo que pasa en su rebaño, que no sólo se le está dispersando sino que lo está devorando el lobo, que algunos (lobos, los tiene en casa).
16:46 | 22/11/24
JuanM
Perdón. He puesto mi opinión en una noticia diferente. Me he despistado. Pero bueno, como tus lectores lo leemos todo, todos sabrán dónde debería estar.
16:49 | 22/11/24
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