Censurarte por tu propio bien: así se justificó la censura en la primera dictadura comunista

Las campañas por parte de la izquierda para promover la censura en Internet no son algo nuevo. Ya lo hicieron las dictaduras comunistas.

Lenin: números, datos e imágenes de los crímenes del primer dictador comunista
El 'Octubre Rojo' de 1917: un golpe de Estado contra una democracia, no contra el zarismo

Como ahora, la táctica de esas dictaduras fue imponer la censura pero sin que pareciese censura, invocándola como si fuese una labor por un noble ideal, algo que se hacía en beneficio de la gente y no para impedir la discrepancia. No olvidemos que la dictadura comunista de Alemania Oriental (que se hacía llamar cínicamente "república democrática") justificó la construcción del Muro de Berlín, que convirtió a ese país en una enorme prisión en la que podías ser asesinado si intentabas huir, denominándolo "Muro de Protección Antifascista".

Los bolcheviques impusieron la censura dos días después de su golpe de Estado

La primera dictadura socialista del mundo, la instaurada en Rusia tras el golpe de Estado bolchevique de noviembre de 1917, tuvo entre sus primeras metas cercenar la libertad de prensa. Dos días después del golpe, el 9 de noviembre (27 de octubre según el calendario juliano), los bolcheviques aprobaron un decreto de censura (se puede leer aquí el texto original en ruso), que fue una de las primeras normas del nuevo estado soviético.

Identificaron la libertad de prensa con veneno, inmundicias y calumnias

El decreto justificaba la censura criticando a las "clases poseedoras" que "se han apoderado de la mayor parte de la prensa, para envenenar sin trabas las mentes y oscurecer la conciencia de las masas".

El decreto de censura de los bolcheviques añadía que "la prensa burguesa es una de las armas más poderosas de la burguesía" y afirmaba que "era imposible dejar este arma totalmente en manos del enemigo, pues en momentos así no es menos peligrosa que las bombas y las ametralladoras. Por eso se tomaron medidas extraordinarias y temporales para contener el torrente de inmundicias y calumnias en el que la prensa amarilla y verde estaría encantada de ahogar la reciente victoria del pueblo".

Dijeron que era una medida temporal: duró 74 años

Sabiendo lo impopular que sería ese ataque contra la libertad de prensa, el organismo que impuso esa censura, que se otorgó a sí mismo el rimbombante nombre de "Consejo de Comisarios del Pueblo", prometió lo siguiente:

"Tan pronto como se consolide el nuevo orden, se pondrá fin a toda presión administrativa sobre la prensa y se le concederá plena libertad dentro de los límites de la responsabilidad legal, de conformidad con una ley que será la más amplia y progresista en esta materia".

Esta promesa era una mentira. La censura continuó hasta el final de esa dictadura 74 años después, y no sólo se aplicó a los periódicos, sino también a la literatura y a todo el material impreso (incluidas las traducciones de libros extranjeros), a las obras cinematográficas e incluso a las emisiones de radio extranjeras, que eran interferidas. El estado soviético ejerció un control total sobre la sociedad, impidiendo el ejercicio de la libertad de prensa y de la libertad de expresión hasta extremos brutales, castigando a menudo cualquier forma de disidencia con la prisión e incluso con la pena de muerte, bajo la premisa de que discrepar de la dictadura comunista era un delito de traición.

La historia se repite y con pretextos muy parecidos

Así pues, cuando los socialistas o los comunistas digan que quieren limitar la libertad de prensa y de libertad de expresión, como ahora vuelven a hacerlo con su campaña para controlar las redes sociales y para desprestigiar a los medios críticos en España, afirmando que buscan luchar contra la "desinformación" y contra otros males, no olvides que ya hicieron eso mismo en noviembre de 1917 en Rusia, utilizando la expresión "inmundicias y calumnias" para englobar a toda forma de expresión que no fuese de su agrado y directamente prohibirla. Recuerda: olvidarse de la historia implica correr el riesgo de repetirla.

---

Imagen: capturas del texto del decreto de censura aprobado por los bolcheviques el 9 de noviembre de 1917, dos días después de hacerse con el poder mediante un golpe de Estado en Rusia.