A la izquierda esto le resultaba gracioso cuando lo hacían los progres de CQC

Periodismo provocador: a la izquierda le está sentando mal su propio jarabe

Eng Jue 16·1·2025 · 6:38 5

Hoy en día en España, las redes sociales están haciendo popular un tipo de periodismo que podríamos calificar como provocador.

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En qué consiste el periodismo provocador y la razón de su éxito

Este periodismo consiste en incomodar o provocar a la persona a la que se dirige una pregunta, con el fin de generar una reacción. A diferencia del periodismo clásico, que busca obtener y difundir información, este periodismo provocador se centra a menudo en generar una determinada situación que es la más adecuada para obtener difusión en su formato predilecto: vídeos cortos que se difunden a través de Twitter.

Obviamente, el éxito de este periodismo se basa en la escasa paciencia de quienes son interrogados por quienes lo ejercen. Cuanto menos capacidad tiene una persona de soportar preguntas incómodas, peor será la reacción que obtenga el periodista. Hoy en día, los que hacen este periodismo desde la derecha están haciendo que la izquierda tenga que probar su propio jarabe en un momento en el que los socialistas y comunistas españoles están haciendo una exhibición de absoluta desvergüenza en su forma de gobernar.

CQC, cuando la izquierda hacía lo mismo y disfrutaba con ello

Los lectores más jóvenes de este blog quizás no lo sepáis, pero ese periodismo provocador se inventó hace décadas y la izquierda disfrutaba con él, porque en España empezó practicándose por parte de periodistas afines a los socialistas. Hace 29 años, el 10 de mayo de 1996, el programa CQC empezó a emitirse en Telecinco. El programa estaba capitaneado por un habitual forofo de los socialistas, el "Gran Wyoming". La fecha en que empezó a emitirse no fue casual: José María Aznar (del PP) se había convertido en presidente del gobierno cinco días antes.

Bajo la excusa del humor y la sátira, CQC se dedicó a ridiculizar a personas conocidas de la derecha y a enviar a sus reporteros a hacer ese periodismo provocador, a menudo contra políticos del Partido Popular y también contra periodistas afines a ellos. No recuerdo nunca que nadie tuviese una reacción como la que tuvo la ultraizquierdista Ana Pardo de Vera el 8 de enero contra Bertrand Ndongo, haciendo referencia de forma despectiva a su raza, llamándole "gorila", quitándole el micrófono y lanzándolo, como se puede ver en este vídeo:

Lo mismo se puede decir de la violenta reacción del ultraizquierdista Antonio Maestre contra Vito Quiles el 14 de enero, agrediendo a su operador de cámara, arrebatándole el micrófono, lanzándolo a distancia y rompiéndolo:

A la izquierda no le hace gracia probar su propio jarabe

Periodistas de izquierdas están mostrando su apoyo a Ana Pardo de Vera y a Antonio Maestre como si hubiesen sido víctimas de un acoso o incluso les hubiesen pegado, cuando la reacción violenta no ha sido precisamente la de Ndongo ni la de Quiles. Por lo que han señalado ambos, ya hay denuncias en curso contra Pardo de Vera y Maestre por agresión.

Si a la izquierda le sienta mal estas cosas, hay que recordar que CQC estuvo seis años en antena haciendo un periodismo provocador muy parecido y entonces a socialistas y comunistas les resultaba muy gracioso. Por lo visto, ha dejado de hacerles gracia cuando periodistas de derecha les hacen probar su propio jarabe.

El precedente de los 'escraches' de la extrema izquierda

Hay que recordar que ya pasó lo mismo con los llamados "escraches", como la extrema izquierda denominaba a sus actos de acoso convocados ante domicilios de políticos del PP, en algunas ocasiones aporreando la puerta de la vivienda. La izquierda llamó "jarabe democrático" a esos "escraches", porque se cree con derecho a acosar a todo el que no opina como ella. Sólo empezó a llamarlos "acoso" cuando empezaron a hacérselos a políticos de izquierda y ultraizquierda.

Cualquier persona civilizada sabe que no debes hacer a otros lo que no te gustaría que te hiciesen a ti, pero para la izquierda fanática y sectaria que tenemos en España, la idea parece consistir en que si eres de izquierdas puedes insultar, acosar y agredir a los demás, pero si los demás te responden con la misma moneda, entonces son "fascistas". Mientras la izquierda insista en rechazar las normas más básicas de convivencia, no le queda otra que disfrutar de su propio jarabe.

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Imagen principal: Vito Quiles.

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Comentarios:

  1. AlbertoAG

    Los izquierdistas se creen una casta superior. Por eso se ponen histéricos cuando se les recuerda, mediante palabras o actos, que su supuesta superioridad moral es una gran mentira.

    Ahora Antonio Maestre tiene una denuncia por agresión. Esperemos que no salga impune.

  2. FaramirGL

    «Sólo es divertido cuando les pasa a los demás», Richard Watterson, de la serie de animación El Asombroso Mundo de Gumball.

    La gracia de dicho personaje reside en que es un perfecto imbécil, como Antonio Maestre o Ana Pardo de Vera.

    Y la serie es un disparate animado, como el socialismo.

  3. wladimir

    me agrada saber…

    que los periodistas y medios de la derecha les estan dando a probar a la izquierda su propio jarabe….y al parecer no les agrada a su gusto…

    entonces a la izquierda no le gusta lo que les encanta hacer a personas de la derecha….si lo hacen ellos esta bine y es libertad y democracia pero si lo hace la derecha entonces es malo y se llama acoso e intolerancia ademas es antidemocratico….

  4. Berto

    Lejos de defender a esos zurdos impresentables, tengo que decir que no me gusta nada el tipo de periodismo agresivo que hace Vito Quiles. No se puede abordar así a nadie, primero un respeto, por muy repugnante que sea el abordado. A mí me hacen eso y puede que reaccionara bastante peor.

  5. Jandro

    No me terminó de gustar la invitación que de hecho hizo Vito Quiles a que la gente arrebate y tire micrófonos de medios sectarios (por merecido que fuera). Nada bueno puede salir de una escalada de polarización y de arrebatos violentos. Y, además, lo de Maestre es provocación para, cuando se tenga una reacción por hartazgo ante sus constantes abusos, gritar «ultraderecha». Creo que el caso de Pardo De Vera fue disinto; fue un genuino estar fuera de sí.

    Y, aunque no tenga nada que ver, convengo en que la serie que menciona FaramirGL, «El Asombroso Mundo De Gumball», está curiosa. Richard Waterson no deja de ser un poco la enésima encarnación de Homer Simpson, pero la serie tiene momentos muy buenos y es una producción de una calidad notable.

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