Su autora ocupó un alto cargo en el gobierno de Sánchez entre 2020 y 2022

Un artículo en un diario socialista elogia el apagón en España como 'experimento social'

Eng Vie 2·5·2025 · 6:51 5

Uno de los apodos más habituales que usan muchos izquierdistas es el de "progresistas", equiparando sus ideas con el progreso.

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Su autora fue directora del Departamento Digital de La Moncloa

Sin embargo, parece que a algunos el progreso tecnológico no les está sentando bien. Ayer, el periódico socialista El País, un medio afín al gobierno de Pedro Sánchez, publicó un alucinante artículo titulado "Apagón desinformativo: ni luz ni bulos", firmado por Delia Rodríguez, que entre febrero de 2020 y septiembre de 2022 ocupó el cargo de directora del Departamento Digital de la Secretaría de Estado de Comunicación, que depende directamente de la Presidencia del Gobierno, con sede en el Palacio de La Moncloa, la residencia de Pedro Sánchez.

El artículo añora los tiempos en que no había redes sociales

El artículo empieza con esta entradilla: "Sin redes sociales, WhatsApp o Telegram extendiendo falsedades estuvimos mucho más tranquilos". El hecho de que alguien que ha ocupado un alto cargo en el gobierno escriba esto nos da una idea de la mentalidad de quienes gobiernan ahora mismo en España y su concepto de la libertad de expresión. Atentos al primer párrafo del artículo:

El lunes no solo volvimos por unas horas a una civilización sin electricidad. El apagón nos hizo experimentar, también, un breve regreso a un mundo donde no existía la desinformación digital. Sin redes sociales, WhatsApp ni Telegram para recibir o extender bulos. Con un puñado de medios de información accesibles, emisoras de radio consolidadas, cada una con su enfoque editorial. Y con solo unos pocos portavoces disponibles, todos ellos oficiales y con conocimiento de los hechos, fueran gubernamentales o corporativos. Fueron unas horas sin ruido digital. Sin chistes, sin hilos de pseudoexpertos, sin memes políticos en los chats de grupo, sin vídeos y audios reenviados con teorías descabelladas, sin influencers o personajes públicos difundiendo opiniones infundadas. Sin (y esto es muy importante) campañas de desinformación —internas o externas― coordinadas para intentar desestabilizar el sistema. No pudimos acceder a la información durante el apagón, pero tampoco a la desinformación. Si los buenos no podían emitirla, tampoco los malos.

Ese párrafo está lleno de una añoranza hacia un pasado en el que la libertad de información era mucho más cara y estaba más controlada que ahora, ya que en la actualidad no hace falta tener un canal de televisión, una emisora de radio o un periódico para para poder difundir información y opiniones a todo el mundo. Para la humanidad, internet ha sido un avance colosal, que ha puesto la información al alcance de todo el mundo de forma instantánea y a un precio muy reducido.

El apagón como «experimento social y comunicativo»

Sin embargo, algunos "progresistas" añoran la dependencia de los medios convencionales, cuando la desinformación era más difícil de desmontar, precisamente porque no existían las redes sociales. Pero la cosa no se queda ahí. Si el primer párrafo del artículo resulta revelador, los dos últimos son para echarse las manos a la cabeza:

Resumiendo: durante unas horas confiamos en los medios tradicionales y en los expertos, vimos que sus predicciones se iban cumpliendo, hicimos caso a nuestros propios ojos y sustituimos la dopamina de las redes por la dopamina del contacto social. Dudo que existan precedentes de un experimento social y comunicativo parecido, que abarque países enteros.

Ahora la cosa cambiará. Tras este paréntesis, la industria de la desinformación ha vuelto, sembrando la idea de la inconveniencia de las energías renovables.

Recordemos que uno de esos medios tradicionales, la Cadena SER (una emisora progubernamental y cuya línea editorial es socialista) calificó como "bulo" el riesgo de un apagón en España en 2021. ¿Éstos son los medios en los que ese artículo quiere que confiemos?

Para terminar, hace años quienes exhibían una nostalgia por un pasado autoritario eran los habitualmente calificados como "retrógrados" y "reaccionarios". Ahora, los nostálgicos de un pasado sin redes sociales, con menos herramientas para difundir opiniones y con un menor y más costoso acceso a la información, se hacen llamar "progresistas".

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Foto: Seoane Prado / Wikimedia. La calle Rosalía de Castro, en Vigo, fotografiada en la noche del apagón nacional del 28 de abril de 2025.

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Comentarios:

  1. JuanCarlosCasillas

    Yo el primer rumor (¿tengo que decir bulo?) que ese día oí, era que se trataba de un apagón europeo.
    Una forma interesada de hablar es ignorar que toda la vida los periodistas han informado de lo que «se dice», «se rumorea» sin que se les acuse de desinformar pues aunque alguno tenga esa intención, la aproximación sucesiva es una forma legítima de llegar a la verdad. Forma que utilizan todos: la policía, lo jueces, los historiadores, …el científico social. O del «hay quien opina», fórmula sancionada por el principio de libertad de prensa.
    Hoy se está poniendo demasiado de moda la versión fidelista (de Fidel Castro) de si yo utilizo este recurso es porque soy una mente clarividente, pero si la utiliza mi rival político es porque tiene intención de desestabilizar.
    Si Sánchez mantiene que no desecha la sospecha de ciberataque es por rigor procendimental, pero si lo menciona Alvise es directamente por ser un facha.
    No creo que el dilema que plantea la periodista Delia Rodríguez sea entre redes sociales y medio tradicionales, sino entre medio afines y no afines. Y eso es lo grave.
    Y la mayor gravedad está como dice Elentir en el último párrafo, pues pareciera que la política energética y sus consecuentes planes ya no pueden ser analizados y ser considerados incluso como el primer responsable de lo ocurrido sin convertirte en sospechoso. ¿No sería más fácil decretar claramente la prohibición de oposición y del, como antes se decía, papel fiscalizador de la prensa.

  2. JuanCarlosCasillas

    Me parece que es precisamente Delia Rodríguez la que embarra, sembrando sospechas contra todos los críticos, el espacio informátivo.

  3. Hrodberht

    Un experimento social que lleva ya 12 muertes por el apagón socialcomunista. Encima habrá que reírles las ocurrencias a esos miserables.

    Panda de asesinos.

  4. isanchezgil

    Vuelvo a machacar sobre el mismo tema: estos no son progresistas (solo progres) ni de izquierda. Solo una banda organizada para robar hasta desplumar totalmente al incauto (España).

    El que quiera saber como era la izquierda antes de que se la cargara Lenin y sus compinches, solo tiene que leer a Thomas Moore, Owen, Saint Simon, Comte, Fourier, etc., etc. Se trata del llamado socialismo utopico, frontalmente en contra del llamado socialismo cientifico, que se llama asi (hay que fastidiarse) porque se basa en las ideas de un historiador tan poco preparado como Karl Marx.

    El problema es que la masa indiscriminada de votantes iletrados se cree a los que dicen ser de izquierda, cuando solo son ladrones disfrazados

  5. isanchezgil

    por cierto, y por si alguien cree que defiendo a la izquierda: soy simplemente una persona de sentido comun, que ha estudiado historia, pero Historia, con mayuscula.

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