Hay pocas cosas tan reveladoras de un político como su miedo a permitir que sus compatriotas decidan si merece seguir en el cargo.
Pedro Sánchez llegó al poder en España mediante una moción de censura en 2018 con el argumento de combatir la corrupción política del Partido Popular. Siete años después, y habiendo pasado dos años de unas elecciones generales en las que el PSOE perdió (fue el segundo partido más votado y Sánchez sólo se ha mantenido en el poder a base de hacer todo tipo de infames concesiones a sus socios separatistas), el Partido Socialista ha demostrado ser, una vez más, tan corrupto o más que el PP, además de tener actitudes mafiosas dirigidas a atacar a jueces y periodistas que investigan esa corrupción, algo que el PSOE ya hizo hace décadas durante el gobierno de Felipe González.
Tras su derrota electoral de 2023 y sus ataques al Estado de Derecho, Sánchez y el PSOE han quedado políticamente deslegitimados para seguir gobernando. Esa deslegitimación podría dar el salto de la política al terreno de la Justicia si finalmente se confirma una posible financiación ilegal del PSOE. Ahora mismo, Sánchez sólo se mantiene en el poder porque sus aliados separatistas le necesitan, cuanto más débil mejor, para seguir desguazando el Estado de Derecho y la unidad nacional.
En su rueda de prensa de ayer, el dirigente socialista dejó claro que se niega a convocar elecciones anticipadas porque sabe que la suma del PP y Vox le echaría del poder. En su discurso, Sánchez se atrevió a negar a los españoles la posibilidad de tomar la palabra con este argumento: "Entregar las riendas al PP y Vox, con su agenda reaccionaria, sería una tremenda irresponsabilidad". Es una afirmación cargada de cinismo si tenemos en cuenta que este gobierno está aliado con los herederos de ETA y los autores del golpe separatista de 2017 en Cataluña, unas fuerzas políticas que tienen como tuétano de su discurso el odio a España y la promoción de la desigualdad entre españoles.
Como ya ha quedado demostrado muchas veces, en cualquier otro país europeo un gobierno cercado por graves escándalos de corrupción ya habría dimitido, aunque sólo fuese para no arrastrar la imagen de su país por el fango. En España no ocurre esto porque Sánchez se aferra al poder en la creencia de que todo vale para conservarlo, incluso provocar un grave descrédito de las instituciones democráticas. Ayer ya quedó muy claro que Sánchez no quiere que los españoles voten porque creen que votarán mal, porque cree que sus deseos personales como político están por encima del respeto a millones de ciudadanos, que no merecen estar sometidos a un gobierno corrupto y que ataca las bases de democracia, empezando por la separación de poderes.
Pero el dirigente socialista no sólo quiere seguir dos años más en el poder porque sea un narcisista que pone sus deseos por encima de cualquier cosa. Además, Sánchez quiere dedicar estos próximos dos años a garantizarse una impunidad total, asaltando el Poder Judicial e impidiendo que los jueces tengan el poder de perseguir a los socialistas corruptos. El final de Sánchez va a ser un reto a nuestra democracia: él quiere someterla a sus caprichos y que los españoles nos limitemos a contemplar lo que ocurre y a pagar las facturas de los favores que hace a sus socios parlamentarios. Es el viejo despotismo en pleno siglo XXI, resucitado de la mano del socialismo.
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Foto: PSOE.
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Comentarios:
Jandro
Victoria Kent y Margarita Nelken se opusieron a que las mujeres votaran, porque lo harían mal. Ahora Pedro se opone a que todos votemos, porque lo haremos mal. El PSOE siendo el PSOE, un adalid de la democracia.
9:08 | 17/06/25
isanchezgil
Cree el ladrón que todos son de su condición
9:37 | 17/06/25
Lunaa
El viejo truco marxista de que «el Pueblo es un enemigo del Pueblo». Stalin y Mao sabían mucho de esto pero ni los dos juntos llegaban al cinismo profesional de Sánchez.
Pero repito que en el fondo no se trata de un solo sinvergüenza al que no se consigue despegar de la poltrona sino de un partido de sinvergüenzas que se ha dedicado históricamente a monopolizar poltronas tras acceder a ellas de todas las formas menos las democráticas, que empleó amenazas, atentados terroristas y asesinatos para conseguir sus fines o los del partido comunista (depende de la época), que hubo de montarse una Internacional aparte porque los echaron de la suya los comunistas y anarquistas, que muy mafiosos e impresentable hace falta ser para conseguir algo así.
Aunque lo peor que podría pasarle al PSOE sería la aparición de un partido que fuera. socialista de verdad.
10:29 | 17/06/25
Miguel
Qué tendremos que pagar todos los españoles hasta que “esté” se marche ?o lo echen las urnas.
10:57 | 17/06/25
Hrodberht
Lo dije hace años, cuando llegó el psicópata al poder:
Que su objetivo último era que no hubiese elecciones, que gobierne perpetuamente la mafia socialista.
Son dictadores natos, lo llevan en el ADN.
11:13 | 17/06/25
AlbertoAG
El gobierno de Sánchez es una prueba más de por qué el socialismo debe ser destruido en su totalidad.
13:53 | 17/06/25
LuisJ.
Según el drae en democracia la soberanía reside en el pueblo, que la ejerce directamente o a través de representantes. Reniegan de elecciones porque saben que las perderían, es decir, son conscientes de que la masa social prefiere que les gobierne otros antes que ellos. Es decir, gobiernan contra el pueblo a sabiendas. Una cosa está clara, el ´democratismo´ de estos que se erigen en salvadores de la democracia es un ´democratismo´ de chichinabo.
15:30 | 18/06/25
LuisJ.
Entre corrupción o democracia, algunos no han dudado en abrazarse a la corrupción, dejando de lado eso tan antipático como es la opinión del pueblo. Y luego van dando lecciones…
15:34 | 18/06/25
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