Los gastos que la Agencia Tributaria olvida citar en sus anuncios de TV contra el fraude

Estos días, coincidiendo con el final de la campaña de la Renta 2013, la Agencia Tributaria ha difundido en televisión dos anuncios para culpar a los defraudadores de las carencias en servicios públicos. Uno lo podéis ver sobre estas líneas, y el otro -en el que el "malo" es un tipo que se parece mucho al extesorero del PP, Luis Bárcenas- podéis verlo aquí.

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Argumentos socialistas, recetas socialistas y resultados socialistas
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Confieso que pagar impuestos en un país con una clase política tan ejemplar y con un uso tan eficaz y responsable de los recursos públicos es todo un placer. Como contrapartida tenemos un pago puntual de las deudas de las administraciones públicas. 2.422 millones de euros de deuda del Estado con los autónomos -791 euros de deuda pública por autónomo de media-, con retrasos medios de pago cuatro veces por encima de lo establecido en la ley (111 días frente a los 30 legales), tampoco es como para enfadarse, hombre. Que el Estado esté cobrando a los autónomos una millonada en IVA de las facturas que el propio Estado aún no ha pagado tampoco es como para querer vengarse, cachis. También hay gente muy quejica que se considera saqueada porque el Estado se queda casi el 45% de la renta de los mileuristas entre impuestos directos (35%) e indirectos (10%). Bueno, vale, es cierto, pero ¿a que siempre quisiste ser funcionario? Pues eso es como si trabajases para el Estado. ¿A que ahora te sientes más feliz?

Yo creo que el hecho de que el Estado se lleve casi la mitad de tus ingresos y luego te dé servicios diciéndote que son "gratuitos" tampoco es como para ponerse en plan borde y dejar de pedir una factura en toda regla, por ejemplo, cuando te vas a tomar un café. ¿Es que quieres hundir la economía, hombre? Es cierto que los Presupuestos Generales del Estado para 2014 ya preveían una deuda pública del 99,8% para finales de este año, pero eso no quiere decir que el Estado despilfarre, sólo es que gasta mucho, que no es lo mismo.

También es cierto que los contribuyentes españoles soportamos el mayor esfuerzo fiscal de la Eurozona. El año pasado la Asociación Española de Asesores Fiscales y Gestores Tributarios (ASEFIGET) señaló: "Lo más preocupante es que el Ejecutivo haya pretendido resolver esta situación a base de aumentar el esfuerzo fiscal. Cuando los contribuyentes no pueden pagar más, buscan la forma de eludir algunos de los pagos que la ley les exige. Esto es lo que algunos analistas llaman fraude cuando, en realidad, es una cuestión de justicia contributiva y, sobre todo, de supervivencia". Pero estos señores olvidan que hay cosas más importantes, claro está, que la supervivencia de ciertos contribuyentes quejicas que se lamentan de que el Estado les quite casi la mitad de sus ingresos y a cambio les dé servicios cada vez más deficientes y prestaciones cada vez más recortadas. Por ejemplo, si tú defraudas, el dinero que dejes de pagar no lo van a recibir:

• Partidos políticos. Importantísimos. Los partidos son una de las instituciones mejor valoradas por los españoles. Bueno, vale, en el CIS aparecen a la cola con una nota de 1,83, pero seguro que los buenos ciudadanos les dieron un 10. Este año las subvenciones del Estado a partidos subieron un 28%, una calderilla de 84,75 millones de euros (más de 14.100 millones de pesetas) pero ¡es normal, caray! ¿No habéis visto sus comedores sociales, sus centros de atención a las personas sin hogar y todas las demás obras que dedican desinteresadamente a ayudar con esos millones a los que menos tienen? Bueno, vale, yo tampoco las he visto, pero estoy seguro de que existen.
• Sindicatos. También muy importantes y muy bien valorados por los españoles (seguro que la nota de 2,45 era sobre 3). Además de las cantidades millonarias que reciben por medio de subvenciones directas de las diversas administraciones públicas -seguramente para comedores sociales y ayuda a los necesitados, igual que los partidos políticos-, UGT y CCOO tenían previsto repartirse este año 283 millones de euros (más de 47.000 millones de pesetas) contemplados en los Presupuestos Generales del Estado para la Fundación Tripartita para la Formación (Forcem), entidad en la que también está la patronal y que el año pasado manejó más de 2.000 millones de euros. Obviamente, esta miseria les obliga a buscar financiación por otras vías. Oiga, que tampoco se puede morir de hambre todo el ejército de liberados y oficinistas que tienen estos sindicatos, pobriños...
• Coches oficiales. Hace dos años se difundió que España tiene 40.000 coches oficiales frente a los 412 de Estados Unidos. Aunque el gobierno de Rajoy prometió que reduciría el gasto en este concepto, este año aumentó su coste en los PGE de 41,37 a 42,02 millones de euros, casi 7.000 millones de pesetas. Pero bueno, ¿no querrás que los políticos vayan a trabajar en autobús, no? Llegarían cansados a trabajar y ¿quién nos recordaría después lo importante que es pagar impuestos?
• Televisiones y radios públicas. La existencia de televisiones y radios públicas es hoy en día mucho más necesaria que en el pasado, porque si no fuese por ellas, la audiencia no tendría más medios mediante los que poder informarse, ver documentales, partidos de fútbol, etc., claro, y tendría que conformarse con el NO-DO y entretenerse jugando con el cubo de Rubik o los trompos. Bueno, alguien me ha dicho que hay docenas de canales en TDT y en las plataformas de pago y multitud de radios privadas que hacen lo mismo, pero seguro que es un mito. Así pues, es comprensible el dato de los 292,73 millones de euros (más de 48.700 millones de pesetas) que el Estado tiene previsto gastar en RTVE en 2014, unos 15 euros por contribuyente, la vea o no. ¿A ver, para qué querías tú los 15 euros? ¿Y para qué gastarlo en escuelas, sanidad o pensiones pudiendo gastarlo en una tele? Seamos prácticos. También son muy necesarias las numerosas televisiones y radios autonómicas, claro. Imaginaos la TV3, por ejemplo, con sólo tres canales en vez de cinco, o sólo con uno, ¡qué angustia! ¿Y qué sería de todos los periodistas que están esperando impacientes a que gobiernen sus amigos para conseguir un buen chollo, como un niño espera con ilusión los regalos de Reyes Magos? Es que algunos ya no tienen corazón, caray.
• Abortos. Aunque España tiene un serio problema de envejecimiento de la población que tendrá graves consecuencias económicas a medio y largo plazo, cada año invierte una cantidad astronómica en liquidar a niños y niñas por nacer con los más variados pretextos. Gracias al gobierno de Zapatero esta masacre se financia con fondos públicos, financiación a cargo del Estado que tiene previsto mantener el PP si no hay cambios en lo anunciado hace meses por Gallardón al presentar su proyecto de ley del aborto. Si esta barbaridad no la pagase el Estado nos ahorraríamos al año más de 57 millones de euros, en torno a 9.500 millones de pesetas según datos de 2010, una cantidad astronómica que -si no se devolviese a los contribuyentes- además podría emplearse para fines mucho más beneficiosos para nuestra sociedad y que podrían evitar esa grave crisis económica a la que nos aboca el envejecimiento de la sociedad española. Como señalaba Gádor Joya en noviembre de 2012, "el Estado podría haber invertido en políticas de apoyo a la maternidad y la familia entre 1985 y 2010 más de 786 millones y medio de euros que ha despilfarrado en abortos". Pero claro, ¿qué harían entonces los tipos que se forran matanto a bebés antes de que puedan ver la luz? Lo mismo se tendrían que enfrentar al reto de curar a seres humanos en vez de cargárselos. ¡Vaya drama!

En fin, se me ocurren muchos más gastos públicos que se podrían eliminar sin tener que recortar las partidas que se destinan a enseñanza, sanidad, pensiones, etc. Dicho sea de paso, tampoco entiendo que los políticos monten un enorme tinglado público con fines clientelares, y a menudo mermando una iniciativa social que lleva a cabo la misma labor con menor coste, y luego nos reproche que no le ayudemos a sostener el "elefante", a pesar de que cada vez resulta más costoso, menos provechoso para los contribuyentes y más insostenible, pues cada vez hay más personas que viven de ese tinglado y es cada vez menor la población activa que lo soporta con sus ingresos. Lo más engorroso para la casta política -aunque más eficaz y beneficioso para el conjunto de los ciudadanos- sería devolver la iniciativa a la sociedad, bajando impuestos, recortando gastos innecesarios y creando las condiciones adecuadas para que el sector privado vuelva a crear empleo. Sin embargo, este gobierno y el anterior han hecho justo lo contrario: han gastado cada vez más, han seguido acumulando deuda, han subido los impuestos y han dañado al sector privado, incrementando el paro y, con él, disparando el porcentaje de la población que depende de las ayudas estatales. Tenemos una clase política que no quiere salir de este círculo vicioso porque a sus miembros sólo les importa seguir en el cargo, y por eso ahora pretenden que todos nos sintamos culpables de las consecuencias de sus nefastas políticas de despilfarro público. Todos menos ellos, claro.