Recurro al viejo grito castellano porque viene muy a cuento de lo que quiero comentar. En tiempos de la Reconquista (que Janli me perdone), la frase se aplicaba a las mil posibilidades que daba la amplitud de los territorios deshabitados que figuraban bajo el dominio de la Corona de Castilla. Yo no quiero colonizar nada, así que echo mano de él para introducir un tema que no tiene nada que ver con Castilla ni con la Reconquista, pero sí con anchuras y con un mundo lleno de posibilidades.
De un tiempo a esta parte han cambiado muchas cosas en el mundo de la informática. Básicamente, los ordenadores se han hecho más potentes y rápidos, los gremlins tienen cada vez más y mejores sitios en los que vivir, y -finalmente- las pantallas se han hecho más grandes, con lo que han ganado en resolución. Recuerdo con gracia cuando navegaba por internet en una pequeña resolución de 640x480 pixels. Ahora, en torno al 75% de las pantallas soportan resoluciones de 1024x768 o mayores. Y he aquí el problema para quienes nos dedicamos profesionalmente al diseño web.
En la actualidad estamos viviendo el salto de las resoluciones de 800x600 al 1024. El excelente blog sobre diseño SimDalom comentaba esta cuestión el 1 de agosto. Dos meses antes ya había introducido el asunto en relación con el rediseño de las webs de los diarios Marca.es, Abc.es y Elmundo.es (me gusta especialmente el diseño de este último); el mismo día Mangas Verdes comentaba también estos cambios. El debate, básicamente, se da en torno al hecho de hacer webs con diseño fijo de 1024 pixels de ancho.
Hasta ahora lo más habitual son los diseños fijos para 800 (por ejemplo, este mismo blog) o los diseños "líquidos", es decir, los que se adaptan al ancho de pantalla del lector (por ejemplo, Libertad Digital). Todavía queda alrededor de un 25% de usuarios que usan pantallas de 800x600, y el "salto", así pues, implica ciertos riesgos, ya que buena parte de los contenidos quedarían fuera de pantalla para todos esos usuarios. Elmundo.es ha resuelto este problema dejando fuera del ancho de pantalla de 800 los contenidos de variedades, y diseñando sus páginas interiores para un ancho de 800 (lo cual, por así decirlo, es dar el "salto" a medias).
Seguramente no tardará mucho en reducirse al mínimo el número de usuarios que todavía utilizan pantallas de 800, por lo que en uno o dos años este debate habrá quedado definitivamente superado. Con todo, un año en la red transcurre como cinco años en el mundo real, con lo que, entre tanto, los diseñadores tenemos este problemilla entre manos para un buen rato.
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