Una botella al mar

Traigo esta bonita foto de 43 Things porque me acabo de acordar de una botella que arrojamos al mar mi familia y yo hace muchos años, cuando yo era pequeño, en la playa de la Lanzada. Recuerdo que, con el paso de los años, a veces nos preguntábamos: ¿dónde estará aquella botella? ¿Habrá llegado a manos de alguien?

No recuerdo qué escribimos en el papelito que llevaba aquel viajero recipiente de cristal. Me he puesto a pensar ahora qué escribiría en un papel de tener una botella y una playa cerca, suponiendo que no me pusiesen una multa por contaminar, claro (las leyes ecológicas no distinguen las motivaciones más o menos románticas). Teniendo en cuenta que 29.000 patitos de goma dieron la vuelta al mundo en 4.200 días tras caerse de un carguero en 1992, ¿a donde llegaría? ¿Quién podría acabar leyendo el mensaje? ¿Entendería algo?

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Comentarios:

  1. Agnetem

    Me gusta el mar, me gusta por su olor, su inmensidad, y su soledad. No me gustan las playas llenas de gente porque no encuentro nada de ésto en ellas.

    Probablemente, lo primero que escribiría es un agradecimiento a Dios por estar viva y poder escribir.

    Después pediría a quien la encontrara que dijera a mi esposo y a mis hijos que estuvieron en mi pensamiento siempre, que fueron mi razón de vivir, como lo han sido siempre.

    Y a mis amigos, que nunca los olvidé, que fueron mi apoyo y mi alegría en los momentos de desesperación, como igualmente siempre lo han sido.

    Muy bonita la historia de la botella, Elentir. Me ha hecho pensar en el mar como un camino, como una modo de encuentro.

  2. eos

    Bueno, un blog gracias a los buscadores es como un mensaje en una botella que llega a todas partes 😉

  3. Lo malo es que mi blog no lo puedo arrojar a los buscadores, Eos. Se irían desparramando los archivos PHP y las hojas CSS por el camino… 😉

    Por cierto, Agnetem, tendrías que ver aquí las playas en invierno: una maravilla. Eso sí, siempre hay alguien por ahí, hasta de madrugada.

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