En busca de un animal imaginario

No he conseguido encontrar una definición en el diccionario de la RAE. Sin embargo, Google registra 15.200 referencias de búsqueda de esa palabra (también registra 43.000 referencias de la palabra "gamusino", que sí aparece en el DRAE aunque se trate de un animal imaginario). Mi problema tiene su origen en un término misterioso pero muy usado por los medios afines al Gobierno: "ultracatólico".

Mis investigaciones me indican que el "ultracatólico" es una especie animal, de la raza homo sapiens sapiens, pero que sólo existe en la imaginación de dichos medios. Pero no me conformo con esto. ¿Qué caracteriza a esta criatura que sólo habita en los sueños coloridos de genios de la talla de Enric Sopena y Juan Luís Cebrián?

En primer lugar, se trata de un tipo humano al que sus imaginativos autores han despojado de los derechos más elementales, como la igualdad ante la ley que proclama el Artículo 14 de la Constitución Española, que prevalece sobre cualquier creencia religiosa u opinión que tenga el individuo. El "ultracatólico", por el mero hecho de serlo, no es digno de recibir subvenciones, por poner un ejemplo.

En segundo lugar, y puesto que se trata de un ser imaginario, sus decisiones no se explican con los esquemas lógicos existentes desde los tiempos de la antigua Grecia. Así, y según las únicas mentes iluminadas que son capaces de percibir su presencia, si un "ultracatólico" reivindica los derechos humanos lo hace porque es un "ultraderechista", y si lo que hace es pedir la libertad de enseñanza, la explicación hay que buscarla en su carácter "reaccionario".

En tercer lugar, y también debido a la esencia imaginaria de la criatura, sus acciones se miden en términos más allá del mundo real, hasta extremos que median entre lo épico y lo mágico. Por ejemplo, si un "ultracatólico" vierte mercromina sobre un asiento vacío, se considera que está cometiendo una "agresión simbólica" contra la persona que habitualmente ocupa ese sillón (aún no he conseguido encontrar la relación entre la mercromina y el mal de ojo, pero también acabaré desvelando este gran enigma).

¡Para que luego digan que no quedan misterios en pleno Siglo XXI!

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Comentarios:

  1. ¡Anda! Y yo que creía que ultracatólico era otra cosa.

    Es que habiendo sido objeto del calificativo de ultracatólico en muchas ocasiones, al igual que otras personas que conozco, y siempre por defender ideas que son la base de una convivencia pacífica, había asociado que se trataba de la persona que piensa, que es sensata, que no quiere mal a nadie, que defiende la paz (la real, no la de la claudicación), la libertad, etc. Vamos una persona buena e inteligente ;o)

    Es que hay términos que no acabo de entender bien. Yo, antes, hace años, me sentiría molesto si alguien me hubiese llamado facha. Hoy en día, desde que Zetapé está en el poder, si me llaman facha me siento orgulloso porque eso significa que soy sensato y nada sectario, además de un buen español y estar en contra de cualquier forma de terrorismo, venga de donde venga.

  2. Somos los apestados, los condenados por los nuevos Tribunales de la Inquisición. Todavía nos dejan educar a nuestros hijos, andar por las calles y acudir a la Iglesia. Todavía…

  3. Por cierto, enhorabuena por la reflexión. Muy clarificadora. 😉

  4. ¿Camusino o gamusino? porque pones una palabra pero enlazas a la otra xD

    Gamusino, si está en el DRAE

    http://buscon.rae.es/draeI/SrvltGUIBusUsual?LEMA=gamusino&TIPO_HTML=2&FORMATO=ampliado

  5. Perdón, que la palabra que no aparece es ‘ultracatólico’ y me he liado 😳

    P.D. Lo de camusino-gamusino vale de todas maneras xD

  6. Interruptor, una buena dosis de ironía gallega nunca viene mal. 😉 A mí, desde luego, la palabreja me trae sin cuidado. La cuestión es que se utiliza para manipular y engañar a la gente, por eso quería dar una respuesta al chisme éste.

    Nacho, sobre la Inquisición, me parece una palabra muy acertada para el caso. A veces leer determinadas columnas periodísticas es casi como leer una sentencia llena de ira y fanatismo, en la que se condena al que no piensa igual por el simple hecho de ser católico.

    Cerrajero, ya está corregida la errata, gracias por el aviso. 😉

  7. De hecho, la nueva inquisición es mucho más implacable que la de hace siglos. :S

  8. firuleteador

    Algún día me tendrán que explicar porqué un «ultracatólico» o un «obispo» no tienen derecho a opinar de política, mientras sí que lo tiene, p.e. un ecolojeta, una coordinadora de algún movimiento lesbianofeminístico, un líder sindicalista, un islamista, un adorador del escarabajo de la patata, un actor (parece ser que actuar en alguna peli da patente de corso para opinar de todo), una escritora fusilera o, por supuesto, un representante gay….

  9. Nacho, de hecho, esta nueva «inquisición» pretende que aceptemos por «democráticos» sus recortes de libertades, en cuestiones como el laicismo, la ideología de género, etc. Le echan una cara dura de cuidado.

    Firuleteador, la razón que le dan a eso es, precisamente, el laicismo, según el cual las religiones deben ser proscritas de la vida pública, y con ellas también quienes las representan. Es un principio totalitario que no debería tener cabida en un régimen democrático.

  10. eos

    Vaya soy imaginaria o soy real 😕 porque como soy ultracatólica pues igual resulta que no existo…

    Muy bueno el artículo me ha gustado. Quizas sea por que soy una facha, reaccionaria y ultracatólica. (Y a mucha honra)

  11. Visto que ultracatólico no aparece en el diccionario, vayamos por partes. Católico ya sabemos lo que es, y Según el DRAE:

    ultra-
    1. elem. compos. Significa ‘más allá de’, ‘al lado de’. Ultramar, ultrapuertos.
    2. elem. compos. Antepuesto a algunos adjetivos, expresa idea de exceso. Ultraligero, ultrasensible.

    Supongo que ultracatólico es ser católico en exceso, pero ya me explicará alguien como se puede ser así. Porque católico puedes serlo o puedes no serlo, pero no puedes serlo en exceso. Pero supongo que pedirles a los que tanto gustan de utilizar esa palabra que entiendan esto es como pedirle peral al olmo.

    Buenas noches.

  12. Eos, descuída: eres tan real como el empeño de los medios afines al Gobierno por manipular el lenguaje hasta extremos ridículos, y sólo para defenestrar a los que no pasamos por el aro del PSOE. Es un placer que se tengan que inventar palabras para descalificarnos por el simple hecho de no compartir sus opiniones. Señal de que lo tienen más crudo de lo que nos imaginamos. 😉

    Pepelu, recuerda que la progresía mediática es la promotora de una modalidad de catolicismo que alguien calificó de «catolicismo de cafetería», pues es igual que ir a tomar algo a un café: puedes beberte el café y comerte media chocolatina, o pedir un bizcocho en vez del café, o un Colacao… El relativismo aplicado a la religión, en fin. Por eso para algunos los católicos que se alejan de ese modelo son «demasiado católicos».

  13. Elentir, sobre el empeño del gobierno en manipular el lenguaje, busca una entrada sobre “la perversión del lenguaje” en el blog de Embajador en el infierno.

    Pepelu, según lo que dices basándote en las definiciones del DRAE, está clarísimo. Si un “ultracatólico” es católico “en exceso”, está claro, un “ultracatólico” es un santo. ¡Yuuupiii!, cuando me llaman “ultracatólico” me están dando fama de santidad, ¡me encanta!

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