Socializa tu web

Con mucha frecuencia, cuando un cliente pide a un diseñador que le haga una web suele referirse, simplemente, a una serie de páginas con contenidos estáticos y dinámicos: una portada, una sección de noticias, un formulario de contacto, una sección de archivos, etc. Una de las cosas en que más les insisto a mis clientes es en la necesidad de socializar sus webs, esto es, de conectarlas con las redes sociales. Hoy en día resulta raro hacer una buena web sin asociarla a espacios anexos en Facebook, Twitter o Youtube, o bien a otras redes sociales que nos sirven para dar a conocer en Internet los contenidos que generamos en nuestra web.

Para no quedarnos en un farragoso plano teórico, veamos un ejemplo.

Pongamos el caso de que un cliente encarga una web para publicar informes estadísticos. La web tendrá una serie de páginas estáticas, por ejemplo, el ya clásico "quiénes somos", una página de contacto, etc. Además, contará con una sección dinámica, de noticias, en las que esa empresa que se dedica a elaborar y publicar informes estadísticos dará a conocer a los internautas su actividad cotidiana. Hasta ahí lo habitual en cualquier web de empresa.

¿En qué consiste entonces la idea de socializar una web? Pues, por ejemplo, y como mínimo, en avisar vía Twitter y/o Facebook de las nuevas noticias y contenidos que va generando la red. Con eso, nuestros contactos estarán al día de lo que hacemos sin necesidad de andar buscándolo en Google. Lo mismo pasa con Youtube o Flickr. Cada vez que publicamos en esos portales un vídeo o una foto, periódicamente se informa a nuestros contactos de los nuevos contenidos que has publicado.

Obviamente, esto requiere un trabajo extra, pero también implica muchas ventajas. Para empezar, todas las redes sociales señaladas -y la mayoría de las que hay disponibles en Internet- son totalmente gratuitas. Te permiten difundir la actividad de tu empresa sin tener que pagar ni un céntimo. Por supuesto, en muchas de esas redes hay opciones mejoradas para quienes contratan una cuenta de pago, como ocurre en Youtube y en Flickr, pero estas cuentas de pago no son imprescindibles para que una pequeña o mediana empresa difunda su actividad en esas redes como es debido.

Así pues, cuando encargues una web a un diseñador o a un estudio de diseño, pide también que implementen todas las herramientas necesarias para proyectar tu web en las redes sociales. Prescindir de ellas hoy en día es como tener un periódico y no repartirlo en los kioskos.