Como hacemos todas las Navidades, ayer mi familia y yo nos fuimos hasta el centro ocupacional San Francisco, en el barrio vigués de Coya, a ver el Belén viviente que hacen todos los años. Este centro católico ofrece trabajo y cuidados a personas con síndrome de Down -entre ellos un tío mío- y otras discapacidades mentales.
Visitar el San Francisco es darse un baño de humanidad, de esa verdadera humanidad que no se mide en títulos académicos, ni en coeficientes de inteligencia, sino en generosidad y en las caras de alegría de quienes son, sin duda alguna, ángeles de carne y hueso. Podéis ver aquí algunas de las fotos que hice durante el evento.
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Comentarios:
arcendo
Efectivamente tu buen reportaje fotográfico denota que es una gran iniciativa. Gracias por compartirla.
9:27 | 18/12/09
Juana de Arco
Gracias Elentir
El gran valor de esas personas es tanto, que solo pueden verlo quienes tienen mirada limpia, y corazón libre de hedonismo.
Estas son las personas realmente normales, porque lo normal es: no tener envidia, ser desprendidos incluso con lo que más nos gusta, evitar discusiones entre la familia,no juzgar a nadie, etc. En definitiva, lo normal es ser como estas personas, ángeles que gozarán de Dios, y que si nosotros los imitásemos, también tendriamos el cielo garantizado.
¡Que dificil es imitar la limpieza de estas personas!
¡Que dificil es transmitir el amor que transmiten estas personas!
Un abrazo
10:13 | 18/12/09
dieguez
Querido Elentir,
Estupendas fotos. Mis mejores deseos para estas navidades y para el año que viene. abrazos
10:23 | 18/12/09
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