Coincidencias inquietantes

Hasta hace décadas, algunos de los gobiernos más siniestros de nuestra historia reciente impusieron que ciertos seres humanos no tenían dignidad por ser de raza judía o negra. Hoy, en pleno siglo XXI, aún hay un gobierno que se dice democrático y que se atreve a discriminar a miles de seres humanos ya no por su raza, sino por su edad, negándoles no sólo derecho más básico: la vida, sino también su condición humana. ¿Y a esto lo llaman progreso?

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  1. En Alemania: Partido nazi alemán (Nazional-Socialist Deutsches Arbeit Parteit – NSDAP). En español: Partido nacional-Socialista Obrero Alemán (PNSOA)

    En España: Partido Socialista Obrero Español (PSOE).

    Hay parecidos hasta en el nombre: PNSOA-PSOE.

  2. Pablo el herrero

    Todas las ideologías que se han fascistizado a lo largo de la historia de la humanidad (pocas son las que no lo han hecho en la medida que fueron adquiriendo el poder), se caracterizaron y se caracterizan por haber impuesto el exterminio a algún colectivo humano. El feminismo es un claro caso ideológico de ello… y así pasará a la historia (no me gustaría estar en los zapatos de la tal Bibiana, pues ya está en la historia por ello).

    La sociedad civil (como siempre), una vez más, se ve inmersa en una lucha desigual con los poderes que se han fascistizado bajo el ropaje de ideologías liberadoras. El feminismo es un claro ejemplo de tal engaño. Sólo que en este caso y por primera vez en la historia de las ideas, la mujer es al mismo tiempo, víctima y verduga de una ideología que ella misma ha parido (lástima que a dicha ideología no la abortaran a tiempo, pues ahora el monstruo ya tiene vida propia).

    Cierto es que los hombres a lo largo de la historia hemos inventado todas las ideologías que por ella han pasado, y la mayoría de ellas también las hemos fascistizado. Pero no es menos verdad que también los hombres hemos luchado y dado nuestras vidas para acabar con dichas ideas fascistizadas.

    Cierto es que el feminismo ha logrado que la mujer entre en la historia, pero en la medida que el feminismo se ha ido fascistizando (distintas penas para hombres y mujeres para mismos delitos, discriminaciones positivas de carácter hembrista, destrucción de la paternidad, etc.)… la mujer se ha ido creando una deuda con la historia: luchar por destruir dicha ideología, pues cuando las ideologías se fascistizan, la sociedad, que en otrora las apoyó, deja de creer en ellas. Por mucho poder que tengan… han muerto en las mentes de la sociedad civil.

    Gracias al feminismo y sus leyes antivarón, la mujer ha logrado en occidente la desconfianza afectiva de toda la media humnidad masculina. Gracias al feminismo, la mujer ha quedado sola ante sus hijos, nacidos y no nacidos. Gracias al feminismo, los hijos, cada vez en mayor número son condenados a vivir sin la figura paterna. Gracias al feminismo, cada día más mujeres que no forman parte del portafolio de “modelos de mujer feminista”, sufren en silencio todo tipo de discrinanciones injustas.

    Pocas mujeres saben interpretar en la evolución de la historia de las ideas, cuando la idea que dice ser su salvadora ha cruzado el límite del camino sin retorno… y menos aún, son las mujeres que están dispuestas a sacrificarse si fuera necesario, para responder a dicha fascistización, creando con ello las bases de una nueva alternativa ideológica.

    Quiero aprovechar hoy en ese eterno claroscuro que es el devenir de la historia de las ideas, para poner encima de mi escritorio dos imágenes de mujer, GADOR versus BIBIANA… VIDA versus MUERTE.

    Pablo el herrero

  3. El Tíol Bastón

    Son tan burros que no se dan cuenta de que los valores establecidos por la experiencia, lo han sido por algo. Su soberbia llega hasta el punto de pensar que lo que ellos digan ahora es mejor que lo que llevó cientos, o miles de años, desarrollar. Pretenden querer ser justos, pero sólo lo fingen, pues el caso es que, en este universo, todo lo que no supone discriminación por una causa la acarrea por otra, y hay que saber sopesar cuál de las dos discriminaciones es más conveniente para la correcta marcha de las cosas.

    Y hablando del rey, el día, por ejemplo, que se cambie la ley de sucesión a la Corona y haya que ser simplemente el vástago mayor para heredarla, ello no supondrá una discriminación por el sexo, pero sí lo supondrá por la edad, lo cual convierte en bizantina la discusión de cuál deba ser la condición para tener derecho a la sucesión inmediata. Pero la gente es muy amiga de hacer afirmaciones sin pensarlas, y muchos no caen, o no quieren caer, de burras tan simples como ésta. Hay que sopesar qué es mejor, o si da exactamente igual (como a mí me parece que es el caso).

    De momento, estos burdéganos con anteojeras sólo quieren ver la supuesta posesión de su propio cuerpo por parte de la mujer, cuando la realidad es que nadie sabe si su cuerpo es realmente suyo, quién se lo ha dado y para qué, puesto que es imposible decir que hayamos tenido la oportunidad de escogerlo. ¿Es tener un cuerpo un acto realmente de libre elección por parte de alguien?

    Claro, que aquí ya entramos en el mundo de la hipocresía para el que están preparando estas leyes para besugos, puesto que todos «son» lo que fingen ser, y nadie es lo que es en realidad. Todos fingen ser lo que no son. El travesti se disfraza para esconder su cuerpo de hombre o de mujer, e incluso se hace una operación de cirujía para cambiarse el sexo. Pero lo cierto es que si una sola célula se le cae y se analiza, se verán sus cromosomas, y a quien verdaderamente sabe (el científico que analice esa célula) no se le podrá engañar. Incluso para un cuerpo, tener sexo es mucho más que llevar colgados determinados órganos fisiológicos.

    Así pues, más se sabe (luego, más sabio se es) cuanto menos uno se deja engañar por ese mundo falso que pretenden crear. Cuando uno trabaja con chiquillos (por ejemplo, en un colegio, o siendo pediatra), resulta patético, dando una mezcla de pena e hilaridad, ver esas parejas de homosexuales que han adoptado niños, esforzándose por ser uno el «papá» y otro la «mamá»; es decir, lo que no son porque la naturaleza no tuvo a bien dárselo. Cuando, todo lo más, biológicamente ese hijo sólo puede ser de uno de ellos. En este caso, si se separan y litigian por el adoptado, ¿a quién creemos que se lo adjudicará el juez? Volvemos a lo mismo: la patraña, la hipocresía, la milonga blandengue, sólo encandila al ignorante.

    ¿Qué es lo «justo» o lo «injusto»? ¿Existe ese concepto tan suyo en la naturaleza? ¿Es que alguien escoge tener un cáncer, o quienes fueron sus padres, o si mañana va a tener un accidente de tráfico? Pero estos tipos quieren pretender sujetar la naturaleza a la supuesta justicia de sus leyes, cuando éstas sólo se deberían limitar a una cosa: describir lo que hace la naturaleza, y defender a ésta contra las agresiones artificiales del hombre, y punto. Lo natural es que, según su curso temporal, una mujer embarazada tenga el hijo, y punto. Al final, si ella es tan desnaturalizada que no lo quiere tener, la ley debería seguir defendiendo a la naturaleza y buscar amparo a ese crío fuera de ese ser pervertido que lo dio a luz. Es un ser pervertido, porque es antinatural que una madre desproteja a su hijo.

    Pero aquí estamos en la falsedad, en el «quiero pero no puedo». Cuando lo que uno es, hay que aceptarlo con orgullo, y a veces hasta sobrellevarlo con paciencia y resignación, sin molestar ni agredir a los demás, postura que incluso es mucho más valiente que no querer mirarlo y revestirse de lo que no se es.

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