En homenaje a Juan Pablo II

Karol Wojtyła, al que todos conocimos con el nombre de Juan Pablo II, será beatificado mañana. Para rendir homenaje a este gran hombre he preparado esta bandera para poner en blogs, foros, webs, etc. Puedes descargarla en más tamaños aquí, también en formato cuadrado para redes sociales.

La bandera incluye el escudo de Juan Pablo II y el lema de su pontificado: "Totus Tuus", una expresión de devoción mariana procedente de las palabras de consagración a la Virgen escritas por San Luis María Grignion de Montfort: "Totus tuus ego sum, et omnia mea tua sunt" (Todo tuyo soy, y todo lo que tengo es tuyo). Podéis usar esta imagen libremente, sin pedirme permiso y sin citar al autor, sólo con una condición: no usarla para fines comerciales.

Muestro a continuación las variantes disponibles, además de la que encabeza estas líneas (cuyas dimensiones son 665x365 píxeles):

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Comentarios:

  1. CALANDA

    Hablando de la beatificación de Juan Pablo II, me estoy acordando de los refranes dedicado a los santos, puesto que: “Cada día tiene su santo” y “A cada santo le llega su día”.
    Es de cajón que los santos no fueron tan de piedra como cualquiera se los pudiera figurar o tan blandos como nos los pintan, pero, lo que sí estoy seguro, es que tuvieron toda clase de tentaciones, como cualquier mortal, y las supieron vencer con energía, tesón, constancia y una vocación y fe tremenda, a prueba de límite, en Dios y para con Dios ante toda clase de adversidades y avatares de la vida mundana. Una fe inquebrantable hasta pagar con su propia vida; fe fundada y alentada por la presencia y vivencia de Dios en el interior de su corazón y alma, que le decía: “Sé el primero en servir en el cariño y el amor hacia los pobres”, como mejor testigo de Cristo en la Tierra.
    Una vez se lo oí a un historiador que hablaba que en épocas de crisis tras largos años de sequía o de laxitud histórica en el acontecer de los siglos, parece que la Historia nos sorprende con un nuevo líder y una figura histórica. Esa figura nos la ha dado en el último cuarto del siglo XX, Juan Pablo II, la figura histórica que seguirá dando mucho que hablar, aunque su práctica lo ha dicho todo y al mismo tiempo, marcará una época, un destino y un cambio de rumbo del mundo como ningún otro personaje ha sabido crear.
    Juan Pablo II ha sido el aglutinador por varias y completas facetas que le hacen único e irrepetible como hombre público de estado: A.-Diplomático, por llevar la paz y concordia a muchísimos conflictos. B.-Político, llevando el respeto y exigir la igualdad ante tanta injusticia social y religiosa en el mundo. C.-Religioso, manteniendo un ejemplo de fe inquebrantable en sus convicciones y coherente en la práctica. D.-Cariñoso, como humilde y paterno con los más necesitados en todas las desigualdades. E.-Ortodoxo, con una línea y pauta recta ante tanto libertinaje, desmadre, desvarío, desbarajuste y degeneración de las estructuras del mundo actual azotado por el materialismo ateo o comunismo anti-religioso y por el materialismo hedonista y consumista o capitalismo feroz que están destrozando la dignidad humana.
    Y por último, Mediático, su gran soporte técnico en esta época que le ha tocado vivir, transigir y dirigir. Solo me queda decir, desde este medio como simple creyente, el desear que se quede, entre nosotros, la semilla que siempre sembró: la paz y la concordia mediante el talante cristiano y el diálogo abierto para atajar todas las injusticias y calamidades de este mundo.
    Absolutamente todos, todos los grandes jefes religiosos, espirituales, sociales y políticos del mundo han estado de acuerdo al calificarle como a un líder a escala mundial nunca visto. La prueba palpable, la tenemos en los grandes personajes poderosos tan dispares de credo como Regan, Gorbachov, Isabel II, Dalai Lama, Castro, ortodoxos, protestantes, anglicanos, japoneses, chinos, indígenas, indios americanos, asiáticos y africanos.
    Dios le dio el aguante y el sufrimiento en este mundo y al mismo tiempo nosotros, los hombres, el carisma y la gloria con que pasará a la Historia.
    Yo soy un lego y poco beato en materia religiosa, pero si puedo decir alto y claro las razones de mi carta y viéndose la perspectiva, trayectoria y la proyección de este personaje: Bendita sea su causa que creo que es para bien de la cristiandad y de la actual cultura occidental.

  2. Muchas gracias, y claro que se mencionará al autor del icono.
    Un saludo.

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