La solución no es rendirse

Los frutos del serio deterioro de las instituciones, unidos a la crisis económica, el paro y tantos otros problemas a los que nos ha empujado la irresponsabilidad del gobierno actual, están dejando a España en una situación de ruina no sólo económica, política, educativa y moral, sino también anímica. Ante un Tribunal Constitucional que actúa como un juguete en manos del poder, ante el pisoteo constante de nuestros derechos y libertades y ante la tibieza de una oposición que se niega a hacer oposición, en muchos españoles ha cundido el desánimo. Últimamente he leído y escuchado no pocas afirmaciones de derrota de personas que preferirían marcharse a otro sitio donde se viva con más seguridad jurídica, un mejor porvenir y más libertad, o que simplemente ya se dan por rendidos y renuncian a toda aspiración de arreglar las cosas. ¿Es ésa la solución?

Muchas veces me he parado a pensar por qué algunos españoles invierten una parte importante de su tiempo libre en comprometerse con causas nobles; en presentarse como voluntarios para defender no sólo sus derechos y libertades, sino también los de sus vecinos; en luchar para conseguir, en fin, que su país sea un poco mejor de lo que es. Estos últimos años he conocido a algunas personas de ésas, hombres y mujeres que le devuelven a uno la esperanza en el ser humano, que te animan a continuar incluso más allá de toda esperanza, aunque sólo sea porque se merecen que no les dejemos solos. Pero ¿por qué lo hacen?

Algunos son creyentes y otros no, así que el móvil espiritual será determinante para unos pero no para todos. Lo que sí he encontrado en todos esos casos es a personas capaces de ver más allá del horizonte de sus vidas. Algunos tienen hijos y otros no, pero todos se sienten concernidos por el porvenir de las futuras generaciones, y aunque al final no lleguen a ver el fruto de su trabajo, sentirían como una vergüenza llegar al final de sus días sin haber hecho lo posible por ayudar a que su país fuese mejor de lo que es.

Todos hemos recibido de nuestros padres el don de la vida, nos han obsequiado con el amor y el cuidado de una familia. Todos hemos nacido en un país que no está entre los más pobres ni entre los menos libres, un país que ayudaron a construir nuestros padres y abuelos. Podemos sentir que este país está al borde del precipicio, que su clase política apesta, que sus instituciones están podridas y que la salvaguarda de nuestros derechos está cada vez menos garantizada. Podemos pensar todo eso, pero no podemos rendirnos. Hacerlo sería traicionar a nuestros padres y, lo que es peor, traicionar a los que vendrán después de nosotros, a personas que nacerán aquí como nosotros nacimos aquí y que no tienen ninguna culpa de lo que ahora ocurre. Podemos pensar que somos muy insignificantes, que no tenemos ninguna responsabilidad con el futuro más allá de nuestras familias o de nuestra propia vida, pero el hecho es que somos seres humanos y vivimos en sociedad. No somos animales solitarios viviendo en una montaña. Tenemos parientes, amigos, personas que nos importan viviendo en nuestro mismo entorno, personas a cuyos hijos también afectarán las decisiones que nosotros tomemos. Como personas libres tenemos una responsabilidad ante la sociedad, y podemos asumirla en muchos ámbitos: saliendo a la calle a manifestarnos, manifestando nuestra opinión en foros, blogs o redes sociales, escribiendo cartas al director, firmando peticiones... Si no asumimos esa responsabilidad, seguramente nadie nos pedirá cuentas por ello en vida, pero al final acabarán llegando a nuestras puertas los efectos de nuestra pasividad, acabarán llegando a nuestros familiares y amigos... ¿Vas a dejar que eso ocurra? Yo no.

No te pierdas las novedades y contenidos que te interesan. Recibe gratis el boletín diario en tu correo electrónico:

Comentarios:

  1. ¡Magnífico artículo! Indudablemente, cada uno de nosotros podrá hacer muy poco, pero ese «muy poco» será algo. Pienso que cada cual es muy libre de hacer lo que le venga en gana; pero tu escrito de hoy, Elentir, tiene la suficiente carga emocional como para mover a sus lectores a la acción. Por eso es un buen artículo. No, no conviene quedarse parados. ¡Hay que actuar! ¡Hay que hacer algo!

  2. Ójala tu artículo lo lea mucha gente que, efectivamente, está desmoralizada, especialmente por la falta de sangre que demuestra la oposición.
    Hace falta un golpe de timón radical en España, para cambiar el rumbo directo al abismo que actualmente llevamos. Pero para eso hace falta un buen timonel, con redaños para gobernar el buque con mano recia.

  3. El inglés

    Más que preocuparnos por el mundo que vamos a dejar a nuestros hijos, Elentir, creo preferible preocuparnos por los hijos que vamos a dejar a nuestro mundo.

    No es solamente una cuestión de énfasis, sino de pragmatismo.

  4. Una cosa tiene relación con la otra, a fin de cuentas…

  5. Karenil

    El Post casi parece una Arenga…

  6. Sigo por las ramas

    #Elentir, muy bien dicho.

    A mi desde luego estos tipejoZ no me echan de mi tierra, antes debemos unirnos y echarlos a ellos.

    Hay que acabar con esta mafia corrupta ya.

  7. Karenil, no pretendía arengaros, sólo reflexionar un poco. 😉

  8. meandmycircunstances

    Pues yo ya me he rendido y renunciado a toda conversacion de caracter politico.No quiero saber nada de lo que digan estos traidores,prevaricadores,liberticidas y ruinosos descerebrados que copan las instituciones.
    Esi si,estoy abierto a cualquier otro tipo de actividad que ayude a dar por finiquitada a toda esta tropa por medios expeditivos,al fin y al cabo,tenemos un gobierno ilegitimo,una nula oposicion y una justicia dependiente.
    Un ejemplo claro del asco que produce esta patulea es el individuo que apoya a Pachi Nadie en Vascongadas,esa jeta sonriente y estupida unida a un apoyo tan servil como patetico,otro seria el sr.»hablemos de lo que importa a la gente»,ante un publico que le exigia hablar de lo de eta;Idiota!.
    Hasta otra.

  9. Con lo de «medios expeditivos» supongo que te refirás a medios pacíficos…

Opina sobre esta entrada:

Debes iniciar sesión para comentar. Pulsa aquí para iniciar sesión. Si aún no te has registrado, pulsa aquí para registrarte.