Segovia. La Iglesia de San Martín

Cada vez que me viene a la mente la ciudad de Segovia pienso en la calle Juan Bravo, que sube desde el Acueducto hasta la Catedral. A medio camino se encuentra la bella iglesia que podéis ver en estas fotos.

La Iglesia de San Martín es un templo románico del siglo XII, de origen mozárabe y con una preciosa galería porticada que es, quizás, su rasgo más distintivo. Tiene una torre formidable de estilo mudéjar y un pórtico enorme para que lo que es habitual en las iglesias románicas. El 21 de abril, volviendo ya a Vigo, tuve la oportunidad de fotografiar este antiguo templo con un espléndido día soleado (si bien se cubrió al poco rato y empezó a llover).

En la misma plaza en la que se ubica la Iglesia hay tres elementos escultóricos que llaman mucho la atención. El primero es el monumento a Juan Bravo, que da nombre a la calle y a la plaza. Este señor era un noble que comandaba las milicias de Segovia cuando éstas se alzaron en mayo de 1520 durante el levantamiento de los comuneros. De su final, en abril del año siguiente, dice mucho la representación artística más famosa de su persona, el célebre cuadro "Los comuneros de Castilla" pintado en 1860 por Antonio Gisbert, donde se nos muestra la ejecución de los principales líderes de esa rebelión en la localidad de Villalar (Valladolid). El cuerpo decapitado de Bravo aparece todavía encadenado al tronco donde fue ejecutado, mientras su cabeza es mostrada en alto por el verdugo.

Dejando a un lado tan tristes acontecimientos, el citado monumento está flanqueado por dos estatuas femeninas hechas por el escultor Francisco Bellver en 1852, conocidas popularmente como "las sirenas", a pesar de tratarse de otra raza mitológica muy distinta: esfinges.