Rubalcaba, como ZP, en busca del voto nacionalista más liberticida

Ayer el candidato del PSOE se jactó, de haber pactado con Pujol el actual régimen de imposición lingüística del catalán, un régimen cuya base es la sistemática discriminación a los hispanohablantes y contra el que ya se han dictado varias sentencias judiciales.

Hay que decir que Rubalcaba fue muy poco original. Incluso volvió a agitar el demagógico mantra de la "catalanofobia" como anatema contra los que denuncian los abusos del nacionalismo catalán contra las libertades individuales de los propios catalanes. En resumidas cuentas, que Rubalcaba está asumiendo el proyecto ideológico de Zapatero como algo propio. Precisamente ha sido Zapatero el presidente del gobierno que más se ha caracterizado por flirtear con el nacionalismo liberticida en su afán por aislar políticamente a la derecha parlamentaria. Fruto -en buena medida- de esa íntima asociación zapateril entre el PSOE y el nacionalismo excluyente ha sido la aparición de una escisión del PSOE, UPyD, que desde una óptica progresista denuncia sin rodeos las imposiciones nacionalistas. En Cataluña, además, Ciutadans ha conseguido consolidarse no sólo ante la creciente tibieza del PP catalán, sino también ante el fundamentalismo nacionalista que domina los discursos del PSC.

El empeño del PSOE por hacer de portamaletas del nacionalismo es uno de los fenómenos más curiosos y paradójicos de la política contemporánea. A fin de cuentas hablamos de un PSOE que se define como internacionalista y en cuya denominación aparace el término "obrero", pero que en Cataluña se apunta a defender un nacionalismo surgido desde las filas de la burguesía más acomodada y que tiene precisamente entre sus principales sufridores a las capas más modestas de la sociedad, entre ellas los llamados "charnegos", como llaman en Cataluña a los inmigrantes venidos de otras regiones españolas y que no hablan catalán. El constante maltrato del PSOE a esas capas más humildes en Cataluña es una buena demostración de la escasa sinceridad de las apelaciones socialistas a la solidaridad y a la igualdad. En Cataluña el PSOE lleva años apoyando unas tesis excluyentes que quiebran cualquier principio de igualdad, asentando la idea de que hay catalanes con más derechos y otros con menos. Que el actual candidato del PSOE insista en esa deriva pronacionalista evidencia hasta qué punto Rubalcaba viene a vendernos más de lo mismo, es decir, más proyecto Zapatero y menos respeto por la libertad y por la igualdad de derechos entre los españoles.