In time

Hoy he visto uno de los estrenos de esta semana, una película con un mensaje muy contrario al darwinismo social aún de moda en algunos ambientes.

Hay que decir que no es la primera vez que el neozelandés Andrew Niccol -director de la peli- firma una obra cinematográfica crítica con la aplicación de las tesis biológicas de la selección natural de Darwin a las relaciones sociales. En 1997 lo hizo con más maestría que ahora con "Gattaca", una película que recomiendo. Esta nueva película tiene un planteamiento muy interesante, y que hasta cierto punto es una alegoría contra el capitalismo financiero. Los protagonistas dejan claro que roban lo que otros han robado, en referencia a los ricos, una consigna clásica en los argumentarios anticapitalistas. En este sentido, el desarrollo de ese interesante planteamiento se hace algo tópico y más bien pobre en comparación con "Gattaca" e incluso con otras películas del mismo director, como "La Terminal" (2004): en ambas el protagonista era capaz de burlar al sistema a base de ingenio y audacia, pero sin más ambiciones. Sin embargo, esta nueva película se parece más a una futurista versión de Bonnie & Clide con toques revolucionarios.

Por lo demás, me ha gustado la estética retrofuturista de la película, con coches estilo años 70 y un cierto aire "1984" en los edificios, fábricas y bancos. Con tan buenos ingredientes creo que Niccol podría haber hecho una película mejor, más elaborada y convincente, algo a la altura del planteamiento. Tal vez por eso las críticas que está recibiendo esta peli sean más bien regulares. En todo caso, es una película pasable y que al menos da para reflexionar sobre hasta qué punto el poder y la riqueza son capaces de ponerse por encima, ya hoy en día, sobre cuestiones tan elementales como el respeto por la dignidad humana. Lo paradójico es que muchas veces los más anticapitalistas son los que más ayudan a que ocurra eso, apoyando en la práctica, por ejemplo, tesis malthusianas tan aberrantes como las de Margaret Sanger.