La izquierda llama 'golpe de Estado' a un procedimiento legal y democrático

Paraguay: la destitución legal de Fernando Lugo y la histeria roja

Ayer el Senado de Paraguay destituyó al presidente del país, Fernando Lugo, tras un juicio político por mal desempeño de sus funciones. La destitución se votó por 39 votos a favor frente a sólo 4 en contra. Los déspotas izquierdistas de Sudamérica y sus aliados, en una burla a la razón, han calificado esto de "golpe de Estado".

Una destitución hecha con arreglo a la Constitución paraguaya de 1992

Digo burla a la razón porque sólo puede calificarse así que se tache de "golpe de Estado" la destitución democrática de un gobernante con arreglo a la ley. Y es que el Senado de Paraguay ha echado mano de la propia Constitución paraguaya de 1992, cuyo Artículo 225 señala:

"El Presidente de la República, el Vicepresidente, los ministros del Poder Ejecutivo, los ministros de la Corte Suprema de Justicia, el Fiscal General del Estado, el Defensor del Pueblo, el Contralor General de la República, el Subcontralor y los integrantes del Tribunal Superior de Justicia Electoral, sólo podrán ser sometidos a juicio político por mal desempeño de sus funciones, por delitos cometidos en el ejercicio de sus cargos o por delitos comunes.

La acusación será formulada por la Cámara de Diputados, por mayoría de dos tercios. Corresponderá a la Cámara de Senadores, por mayoría absoluta de dos tercios, juzgar en juicio público a los acusados por la Cámara de Diputados y, en caso, declararlos culpables, al sólo efecto de separarlos de sus cargos, En los casos de supuesta comisión de delitos, se pasarán los antecedentes a la justicia ordinaria."

Precisamente por eso el propio Lugo ha aceptado su destitución: sabe que el golpista sería él si desobedeciese el mandato constitucional. A esto hay que añadir que el Artículo 227 de dicha Constitución señala:

"Habrá un Vicepresidente de la República quién, en caso de impedimento o ausencia temporal del Presidente o vacancia definitiva de dicho cargo, lo sustituirá de inmediato, con todas sus atribuciones."

Por lo cual la presidencia en funciones ha quedado en manos de Federico Franco, hasta ahora vicepresidente y cuya formación, el Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA), era uno de los aliados de gobierno de Fernando Lugo.

No es la primera vez que se usa este mecanismo democrático en Paraguay

Así pues, en Paraguay se ha cumplido la ley a rajatabla. De hecho, y pese a las pataletas de los déspotes izquierdistas de Sudamérica y de sus aliados, no es la primera vez que se usa en el pais ese procedimiento para destituir a un gobernante: en 1999 ya se usó contra el presidente Raúl Cubas, acusado de ser responsable del asesinato del vicepresidente Luis María Argaña en connivencia con el general Lino Oviedo, condenado por un intento de golpe de Estado ocurrido tres años antes. La izquierda no habló entonces de "golpe de Estado" tal vez porque Cubas era dirigente del derechista Partido Colorado...

La izquierda americana pretende dictar quien debe gobernar en Paraguay

Lo que sí es algo propio de golpistas es la actitud del presidente de Ecuador, Rafael Correa, que ha dicho que no aceptará otro presidente que Lugo. Una actitud similar a la de la argentina Cristina Fernández de Kirchner, que ha tachado la destitución de Lugo de "golpe", o la del déspota venezolano Hugo Chávez, que al mismo tiempo que mantiene una estrecha alianza con la dictadura cubana considera "írrito e ilegal" el procedimiento perfectamente legal y constitucional seguido para la destitución del ya expresidente paraguayo. El colmo del golpismo ha sido la actitud del presidente dominicano, que ha pedido a la Organización de Estados Americanos (OEA) "inmediatamente una reunión general de cancilleres, con el fin de suspender al país sudamericano de los organismos regionales". ¿Suspender a un país democrático por seguir sus preceptos constitucionales de forma impecable, desde la misma OEA de la que forma parte una dictadura comunista como Cuba? Grotesco, en fin.

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(Foto: Efe)

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Comentarios:

  1. Jandro

    Has dado en el clavo una vez más. En cuanto quitan a alguien de su cuerda, aunque sea de manera escrupulosamente legal, el escozor que les produce no tarda en hacerse sentir.

  2. Es que ya no se cortan: si no llevan ellos el mando, la democracia deja de serlo. Son unos caraduras.

  3. Qué lástima que en España no tuviéramos ese mecanismo hace años para haber destituido a Zapatero y ahora no estaríamos así.

  4. pacococo

    Fue un mal obispo y por tanto un mal presidente, porque el que es malo, lo es en todo. Los parguayos tienen la ventaja que pueden echar a un mandatario.

    En España, al no haber separación de poderes, el parlamento es el que pone la presidente y por tanto el que tiene que quitarlo, pero como el partlamento es un conjunto de representantes de los partidos, nunca van a echar a uno de los suyos.

  5. CFuencisla

    Histeria y ardides de ayer y de hoy. Lo vivimos con Honduras ante el caso Zelaya.

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