The Amazing Spider-Man

Anoche fui a ver la primera entrega de la nueva saga del más popular de los superhéroes de la Marvel. Estando tan reciente la excelente trilogía dirigida por Sam Raimi y protagonizada por Tobey Maguire, la pregunta obvia era si este reinicio de la saga sería mejor o peor.

Desde luego, Marc Webb no ha conseguido -en mi opinión- hacer una película mejor que las de Raimi. Y no digo porque sea peor, sino porque el listón había quedado muy alto y ésta es una aproximación diferente al personaje de Spider-Man: más dramática y sin los toques de humor de la anterior (que habían quedado muy bien, todo sea dicho). Sí que se puede decir que la película está a la altura de las anteriores: es muy buena, muy entretenida y no decepcionará a los fans del hombre-araña. Es más: en algunos detalles el superhéroe neoyorquino se aproxima más al personaje original del cómic, por lo menos a los que yo tenía de niño (no sé por donde irán los tiros ahora); por ejemplo, en el método para disparar telarañas.

Andrew Garfield está muy bien en el papel protagonista. Desde luego, le ha tocado la peor parte de la película, ya que después de tres entregas encabezadas por Tobey Maguire las comparaciones eran inevitables. El nuevo Spider-Man no es tan despistado y desastre como el anterior, parece más listo e incluso tarda menos tiempo en conseguir que le haga caso la chica de la película, en este caso Emma Stone, que está bien en su papel.

En cuanto al mensaje, el de esta película es muy similar al de la trilogía de Raimi, aunque no se da con tanta insistencia: apelaciones a la responsabilidad, al deber que tenemos de hacer el bien y ayudar a los demás, etc. En este sentido, la película no sólo es adecuada para niños -a pesar de las lógicas escenas de violencia-, sino que incluso les ayudará a aprender algunos valores que nunca deberían pasar de moda. En fin, que os la recomiendo.