Los etarras llaman al crimen 'lucha por la libertad' y Rubalcaba lo considera 'un paso'

Anteayer el colectivo de presos de ETA difundió un vomitivo panfleto en el que no muestran ni el más mínimo arrepentimiento por sus crímenes. Al contrario: dicen que "lo que nos trajo a prisión fue la lucha por la libertad política y social de nuestro pueblo", cuando estos tipos están en prisión por asesinar a cientos de civiles y militares, niños incluidos.

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Los presos etarras no sólo no hacen crítica alguna a su actividad criminal, sino que incluso justifican su actividad terrorista, refiriéndose a ella como el "método utilizado en el pasado para hacer frente a la imposición, represión y vulneración de derechos", gesto de descomunal cinismo teniendo en cuenta que han sido ellos los que se han dedicado a sembrar el terror y a pisotear los derechos humanos de miles de personas, en su afán por imponer sus ideas independentistas a toda la sociedad por métodos puramente mafiosos.

Estando como están en prisión con toda justicia, por haber segado tantas vidas con el fin de imponer su aborrecible proyecto totalitario, estos miserables tienen la tremenda cara de dedicar la mayor parte de su panfleto a hacer victimismo, sin decir ni una palabra de las verdaderas víctimas: las personas a las que asesinó, hirió, mutiló y amenazó ETA. En el marco de su despreciable negativa a retractarse de sus crímenes, estos asesinos se limitan a incluir lo siguiente en su panfleto: "Reconocemos con toda sinceridad el sufrimiento y daño multilateral generados como consecuencia del conflicto." ¿Daño multilateral? De eso nada. Lo que ha habido son bombas y tiros en la nuca por parte de ETA, y muertos, heridos y mutilados y familias destrozadas por sus crímenes. Lejos de retractarse, ahora los asesinos pretenden equiparar la actuación policial para capturar terroristas con los asesinatos cometidos por éstos. Eso, lejos de un gesto de autocrítica, es el colmo de la infamia.

Rubalcaba se apresura a blanquear el panfleto etarra

Como es cada vez más habitual en España, hay políticos dispuestos a blanquear las infamias de ETA. Ayer Rubalcaba se apresuraba en su página de Facebook a celebrar ese infame panfleto presentándolo como "un paso más en la hoja de ruta para el final de ETA". Incluso asegura que "la banda va asumiendo las exigencias del Estado de Derecho", y todo porque los muy jetas dicen que aceptarán cauces legales para "nuestro proceso de vuelta a casa, nuestra excarcelación y de manera prioritaria nuestro traslado a Euskal Herria", es decir, para que salgan de prisión sin haber pagado por los crímenes que cometieron. El panfleto etarra incluso acaba con un grito a favor de la "amnistía". Lo que quieren estos canallas es quedar impunes, y saben que pueden conseguirlo porque hay políticos dispuestos a ceder ante ETA con el fin de que no vuelva a matar, lo que simple y llanamente es ceder en el cumplimiento de la ley ante un chantaje.

Rubalcaba también dice que ese panfleto es "un comunicado propio de la banda, repleto de elusiones y ambigüedades". Yo más bien diría todo lo contrario: el panfleto de los etarras es tan claro como siempre: justifican su actividad terrorista e incluso se presentan como héroes en la lucha por la libertad. Ambigüedades y elusiones son, más bien, lo que hacen políticos como Rubalcaba, dispuestos a dar por buena cualquier panfleto etarra para justificar los compromisos que alcanzó con ETA en su momento el entonces ministro del Interior de Zapatero, unos compromisos que seguimos sin conocer al detalle porque el gobierno de Rajoy, contra lo que reclamaba el PP en la oposición, aún no ha publicado las actas de la negociación entre el gobierno socialista y ETA. ¿Es que hay algo que esconder?