Los húngaros respaldan su defensa de la vida, la familia y el Cristianismo

La Hungría de Viktor Orbán manda a la porra la teoría de las 'cortinas de humo'

La rotunda victoria de Fidesz en las elecciones húngaras de ayer debería hacer reflexionar a los partidarios de la teoría economicista de las 'cortinas de humo' (entre ellos la actual dirección del PP). Una noticia publicada anoche por El País se refiere al reelegido presidente húngaro como un "populista de derechas", enlazando esta expresión con una noticia del año pasado que titulaba con estas palabras de Orbán: "Europa no funciona sin valores cristianos".

‘Liberalismo, catolicismo y ley natural’: el manual para la resistencia al progresismo
Nueva izquierda y Cristianismo
Rajoy y la economía como burladero

El País toma como ejemplo de las prioridades de los votantes húngaros el testimonio de una pedagoga, Iuliana Toth: "Espero que siga con sus reformas. La que más me ha gustado es la de la Constitución. Con ella Hungría regresa al cristianismo, a la familia, a los valores." Mira tú por dónde, es la reforma que más puso a caldo la Unión Europea, porque esa nueva Constitución defiende el derecho a la vida desde la concepción, el matrimonio natural y las raíces cristianas del país, es decir, justamente los pilares de la civilización occidental que con más saña está intentando minar una izquierda europea -con el consentimiento e incluso el apoyo de buena parte de la derecha- anclada en los discursos utópicos y contraculturales del Mayo del 68 (me refiero a la revuelta parisina, no a la primavera de Praga contra el comunismo, claro).

La enviada especial de El País, Silvia Blanco, afirma en la citada noticia que "Orbán ha ganado estas elecciones con la dosis correcta de nacionalismo y populismo. Se ha limitado a presentarse como el garante de la independencia húngara frente a "los tecnócratas de Europa" y ha promocionado los descuentos en la factura energética para las familias." Obsérvese que el diario de PRISA considera 'populismo' y 'nacionalismo' defender los intereses nacionales frente a una burocracia europea cada vez más entrometida, menos democrática y más apartada de los ciudadanos, un monstruo burocrático que está llevando a Europa por una peligrosa senda, como bien apuntaba Carlos López Díaz el pasado viernes: "la Unión Europea se parece cada día más a la vieja Unión Soviética, basada en un sistema de planificación económica totalmente incapaz de autocorregirse".

Pero atención a esta serie de objeciones que hace El País a la actuación de Orbán (desconozco hasta qué punto se atienen a la realidad, pues no me inspira ninguna confianza el análisis de un medio tan manipulador como el citado): "El Ejecutivo ha intentado extender su control sobre los medios de comunicación, el sistema electoral, las comunidades religiosas e, incluso, el sistema de justicia. Su estilo de gobierno tiene pocos límites. El año pasado, por ejemplo, recortó las atribuciones del Tribunal Constitucional y además decidió puentearlo." De ser esto cierto, ¿qué diferencia hay entre esto que le atribuye el diario de PRISA a Viktor Orbán y lo que ha hecho el PSOE en España? Los socialistas españoles mandaron a hacer gárgaras la independencia judicial en los años 80, gobernando Felipe González (un proceso culminado por el PP, todo sea dicho). Un anónimo juez húngaro citado por El País se queja de que "las leyes cambian constantemente y eso crea confusión sobre cuál aplicar, sobre la interpretación correcta". Esto, comparado con lo que pasa en España, suena a broma. El sistema electoral y las barreras para concurrir a las elecciones se han ido ajustando a los intereses de los grandes partidos (no sólo el PSOE, también el PP). En cuanto a las injerencias estatales en las comunidades religiosas (en fecha reciente el gobierno socialista andaluz incluso ha amenazado con expropiar una Catedral). Y en materia de medios de comunicación, ¿qué decir después de las sucesivas mordazas y presiones para destituir a directores de periódicos que hemos visto en España?

Pero lo más gracioso es que El País critica que la economía húngara está "estabilizada pero estancada", y lo atribuye a las siguientes causas:

"Para recortar la factura del gas y la luz a las familias, el Gobierno ha obligado a las empresas a asumir la diferencia. Ha impuesto tasas especiales a los bancos y Para reducir el déficit y dejarlo por debajo del 3% que exige Bruselas, nacionalizó los fondos privados de pensiones. A Orbán le gusta decir cosas sensatas ("la carga de la crisis no puede recaer sobre las personas"), pero ha aplicado recortes en sanidad y educación, tienen el IVA al 27% y un subsidio de paro de solo tres meses. También ha aumentado algo el número de personas que trabajan, pero solo gracias a un programa de empleo público masivo con sueldos bajos que salen de los presupuestos, explica el economista Zoltán Pogátsa."

Es decir, que atribuye a Orbán una actuación netamente socialista en materia económica, con el consiguiente deterioro de los servicios que ofrece el Estado. Lo irónico es que si esto mismo que critica El País sobre Hungría lo dijésemos sobre Andalucía, el diario de PRISA nos tacharía de derechistas y neoliberales. Contra lo que piensan los partidarios de la ya citada teoría de las 'cortinas de humo', a la izquierda aplicar políticas económicas socialistas le parece 'populismo de derechas' si a la vez uno rechaza el aborto, la adulteración del matrimonio y el laicismo. Y es que en el fondo esa izquierda sabe muy bien cuáles son sus prioridades ideológicas: erradicar las instituciones naturales de la sociedad -en especial la familia y la religión- y promover un relativismo moral que deje en suspenso hasta lo más sagrado -como el derecho a la vida- con un objetivo cada vez menos disimulado: que la sociedad esté cada vez más indefensa frente a los asaltos del poder político. Con los muchos reparos que se le puedan poner a la actuación de Viktor Orbán, al menos él está fortaleciendo esos diques naturales que permiten a la sociedad frenar los abusos estatales. ¿Será eso, realmente, lo que le molesta a la izquierda?

---

(Foto: Reuters / Laszlo Balogh)

No te pierdas las novedades y contenidos que te interesan. Recibe gratis el boletín diario en tu correo electrónico:

Comentarios:

  1. ¿La religión es una institución natural de la sociedad?

  2. Bravo por Hungría. Será que hay que pasar por el comunismo para recuperar la cordura después.

  3. Alfonso

    La derecha húngara es un ejemplo de doctrina social de la Iglesia frente al matonismo capitalista del PP:“En Hungría hemos creado un sistema económico que se aparta de la doctrina liberal que tantos defienden en Bruselas. Vemos la gestión de la crisis de manera distinta. La UE siempre propone austeridad. Que quitemos la jubilación, que reduzcamos los salarios y otras medidas dolorosas. La carga de la crisis no puede caer sobre las personas. Y es aquí donde estalló la tormenta con Bruselas. Nosotros ponemos impuestos a los bancos y a las grandes empresas. Determinamos el precio de la luz, el agua y el gas, y no permito que se aprovechen de la gente con precios excesivos”. Tras enumerar sus logros, concluye: “Ese modelo no gusta en Bruselas. Así es la vida”.Por tanto, yo no sólo admiro sus reformas provida sino también su visión economica.

  4. Alfonso

    Anuncio:cambio mariocomplejines tipo Rajoy por derecha cristiana húngara.
    Posdata:las feministas de verdad deberian apoyar la nueva constitución húngara ya que esta legaliza la cadena perpetua sin condicional para asesinos, violadores y agresores sexuales.

  5. Alfonso

    Yo se lo tengo dicho muchas veces medio en broma y medio en serio a Luis Fernando: cambio mariocomplejines tipo Rajoy por derecha cristiana húngara.Viktor Orban no es odiado solamente por sus posturas provida y profamilia, la banca alemana le aborrece por negarse a realizar brutales recortes sociales (al contrario que los “democristianos Rajoy y Artur Mas”): :“En Hungría hemos creado un sistema económico que se aparta de la doctrina liberal que tantos defienden en Bruselas. Vemos la gestión de la crisis de manera distinta. La UE siempre propone austeridad. Que quitemos la jubilación, que reduzcamos los salarios y otras medidas dolorosas. La carga de la crisis no puede caer sobre las personas. Y es aquí donde estalló la tormenta con Bruselas.

  6. Pablo el herrero

    Simplemente ¡Excelente!… y más si en paralelo tu discurso sirve para denunciar al estamento adoctrinador más totalitario de toda Europa EL PAIS

    Pablo el herrero

  7. Espectador

    Los países del antiguo bloque soviético están vacunados contra el comunismo. Lo han experimentado en sus propias carnes y no desean volver a vivir nada parecido. Los cantos de sirena de nuestros artistas de la ceja, admiradores de Cuba y Venezuela (aunque algunos acudan a las clínicas imperialistas de los EEUU cuando les conviene) allí solo despertarían rechifla.

    Aquí los 7 años del Zapaterato no fueron al parecer suficientes, y el PP, aunque haya corregido el rumbo en lo económico, sigue rehén de la izquierda en todo lo demás. Por eso yo opinaba que ZP (o en su defecto Rubalcaba) deberían haber continuado una legislatura más, para completar la ruina del país y evitarle tentaciones futuras en un par de generaciones.

    En cuanto a la política suicida de Europa, atacando todo aquello que es su propia esencia, rara vez se ha visto un caso de tendencias autodestructivas semejantes. ¡Ojalá que Hungría, Polonia, ¿Ucrania?, … sean capaces de invertir esa carrera hacia la decadencia!

  8. Curioso lo de que ZP debería haber seguido en otra legislatura. Estaríamos ya con la Troika hasta en la sopa. Lo que esta pasando en Europa depende del cristal por cual se mira. Cada uno de los 28 esta en lo suyo y preparando su propia política como si estuvieran en un pueblo con elecciones municipales. ¡A que le hacen una encuesta a la ciudadanía de cada uno preguntando que nombren los 28 países y a ver cuantos aciertan! Y no hablemos de tendencias políticas de todos estos países. Los de AGE/Bildu creen que van a cambiar todo; los del PSOE con la Valenciano otro tanto y Rajoy aún no sabe por donde va. Así las cosas. La Unión Europa es una cloaca. Para España y otros países sirvió para sacarle jugo con los fondos estructurales. Ahora que se acabó la fiesta y ya no hay pastel: ¡Hasta luego Lucas!

  9. Espectador

    En respuesta a James.

    Lo de desear otra legislatura de ZP es un reflejo del viejo aforismo comunista de «Cuanto peor mejor». La catástrofe hubiera sido de tal tamaño que la troica no hubiera podido hacerse cargo de ella; nos hubieran echado a patadas de la Unión y estaríamos siguiendo el camino de Cuba y Venezuela. Hubiera sido terrible durante unos años, pero cuando al fin terminara la pesadilla, el socialismo no volvería a echar raíces en esta tierra, y eso justificaría cualquier sacrificio. Y tampoco tendríamos maricomplejines criptosocialistas como el PPOE de Rajoy.

    Envidio a los húngaros.

  10. Diego González: «¿La religión es una institución natural de la sociedad?»

    Juan Ramón Rallo lo apuntaba bien en 2010 comentando a Hayek: «el orden dentro de una sociedad se alcanza a través de instituciones espontáneas como el lenguaje, el derecho, el dinero, la moral o la religión que favorecen que los individuos se sometan a pautas de comportamiento comunes que vuelven sus decisiones más previsibles y comprensibles para el resto, favoreciendo así su coordinación y cooperación.»

    Muestra de ello es que las religiones, perseguidas duramente en las dictaduras comunistas, han vuelto a surgir con fuerza a la caída de estas dictaduras en países como Hungría, Polonia e incluso en la mismísima Rusia.

    Alfonso: «La derecha húngara es un ejemplo de doctrina social de la Iglesia frente al matonismo capitalista del PP»

    ¿Matonismo capitalista del PP? Querrás decir «matonismo socialista del PP». Rajoy nos ha freído a impuestos y ha mantenido la política socialista de gasto público, gastando más de lo que ingresa y llevando la deuda pública española a casi el 100% del PIB. Si eso es «matonismo capitalista», entonces yo debo ser marxista-leninista.

    Y por cierto: si es cierto que Orbán está adoptando medidas económicas como las citadas, me parecen mal. No veo qué tiene de favorecedor para las familias saquearlas con un 27% de IVA, impuesto que perjudica a los menos pudientes. Tampoco veo qué tiene de bueno someter a impuestos a la banca -impuestos que acaban pagando los ahorradores, familias incluidas- o a las empresas, que son las que generan empleo y riqueza (los empleos públicos se crean a costa de esa riqueza generada por la iniciativa privada, y generando una deuda que acaba soportando la población). Esa política económica me parece igual de mal la haga Zapatero, Rajoy o Viktor Orbán, porque es precisamente por esa política por lo que estamos como estamos.

  11. Pelayo

    Mi más cordial enhorabuena a los húngaros. Pasaron por el infierno comunista, al que se intentaron oponer valerosamente en 1956, y han resurgido con ideas claras y sin complejos. Les auguro y deseo un gran futuro.

  12. Pues a mí me ha dejado preocupado. Si es cierto lo que comenta Elentir tenemos un partido que está mezclando la protección de las raíces cristianas, la familia y la defensa de los valores frente al intrusismo «soviético» de Bruselas, con unas medidas económicas disparatadas que dañarán a la economía húngara y a las familias. ¿Qué pasará si se llega a identificar valores cristianos y profamilia con una ruinosa política económica?

  13. Alfonso

    En realidad es la Troika la que presionó con éxito a Hungría y España para que subieran el IVA. Pero Orbán a diferencia de cierto barbudo maricomplejines pontevedrés ha bajado el precio de la luz y el gas. :»La política económica de Orbán, en ocasiones ha sido criticada al endilgarle el calificativo de populista, pero en la realidad estaba diseñada para recortar la carga tributaria que pesaba sobre las espaldas del pueblo y, además, serviría para establecer las cotizaciones al seguro social de más de cuatro años, mientras se decidía detener y reducir la inflación y el parar el desempleo que afectaba a todos los sectores de edad y en particular a los jóvenes.

    Entre las primeras medidas del nuevo gobierno de Orbán estuvo la supresión de los altos costos de la matrícula universitaria y la obligación de incorporar las prestaciones de maternidad de manera universal. El gobierno anunció la ejecución del programa de estabilización y se comprometió a reducir el déficit presupuestario, que había crecido al 4,5% del PIB.

    Los éxitos económicos del gobierno de Orbán incluyen una disminución significativa de la inflación, el crecimiento del PIB y la reducción del déficit fiscal, en tanto se avanzaba en la modernización del Estado, y en el combate frontal a la corrupción que se había instalado en todos los niveles de la administración del Estado.» http://www.nodo50.org/ceprid/spip.php?article1776

  14. Espectador

    Comentario a Russell: » … ¿Qué pasará si se llega a identificar valores cristianos y profamilia con una ruinosa política económica?»

    Es improbable. La marca «Ruinosa política económica» es netamente socialista, y por muy mal que lo haga cualquier otro es difícil alcanzar los abismos de incompetencia usualmente asociados al socialismo. Mire a Venezuela (modelo de nuestros progres); flotando sobre un mar de petróleo y careciendo de lo más básico por culpa del «Socialismo del siglo XXI».

  15. Rusell: «Pues a mí me ha dejado preocupado.»

    Y a mí. Pero por desgracia, esto ya viene de lejos. ¿Qué no ha hecho Orbán que no haya hecho la democracia cristiana en Italia, por ejemplo?

    Alfonso: «En realidad es la Troika la que presionó con éxito a Hungría y España para que subieran el IVA. Pero Orbán a diferencia de cierto barbudo maricomplejines pontevedrés ha bajado el precio de la luz y el gas»

    Para empezar, Rajoy no es pontevedrés: nació en Santiago de Compostela.

    Por otra parte, me pregunto si Orbán se encontró en su país con el brutal agujero de las renovables que dejó Zapatero en España en su empeño por promover esas energías a costa de subvenciones milmillonarias… a costa de los ciudadanos, claro. Porque Rajoy ha hecho muchas cosas mal, pero de ésa en concreto tiene la culpa Zapatero.

    Dicho sea de paso, me hace gracias que hayas identificado a Bruselas con la economía liberal y ahora te refieras a sus directrices económicas -genuinamente antiliberales, como la señalada subida del IVA y otros impuestos- con la expresión «Troika», surgida en la URSS para designar a ciertos triunviratos de poder. ¿Acabaremos hablando de «planes quinquenales» en la UE? Posiblemente. Pero de liberales tendrán poco o nada, desde luego.

  16. Alfonso

    «Rajoy no es pontevedrés» pero fue presidente de la Diputación de caciques, negociados y parientes de Pontevedra. Por cierto, yo no mencioné ningún nombre…podría estar refiriendome a algún oriundo de BARBUDO (Pontevedra)…

  17. Alfonso

    El fiasco de las renovables (molinillos, centrales solares que producían electricidad a altas horas de la madrugada, biocombustibles (vulgo:leña…)) fue culpa de Zetaparo pero Rajoy podría haber tomado ejemplo de Orbán y su política energetica . http://economia.elpais.com/economia/2014/01/14/agencias/1389708767_566304.html

  18. Alfonso

    «¿Qué no ha hecho Orbán que no haya hecho la democracia cristiana en Italia, por ejemplo?» No compares a Orbán con la democracia cristiana: Francesco Cossiga (amigo del PNV): «La DC tiene méritos históricos grandísimos en haber sabido renunciar a su especifidad ideológica, ideal y programática: las leyes sobre el divorcio y el aborto han sido firmadas todas por jefes de Estado y por ministros democristianos que, acertadamente, en aquel momento, han privilegiado la unidad política a favor de la democracia, de la libertad y de la independencia, para ejercer una gran función nacional de convocación de los ciudadanos» (Francesco Cossiga, «Lettera al quotidiano della DC», en Il POPOLO 24/1/1992)».

    «Y en 1978 el mismo Aldo Moro declarará: «En cuanto al aborto la DC se compromete a no obstaculizar la mayoría que aprobará la ley». Por tanto también la «idealidad cristiana» – aunque débil y genérica – del Sturzo de 1919, ha sido ignorada y marginada respecto a la «moderna conciencia pública», a la «unidad política» y a la «cooperación política», unidad que a partir de 1945 había sido rota decenas de veces incluso por razones «baladíes», en esta ocasión, (el aborto) se hubiera roto por una materia sobre la cual la doctrina no puede que ser intransigente».

    «Sobre la ley del aborto (ley 194), la DC tiene, en cambio, responsabilidades históricas enormes; no sólo la ha rubricado sino que además ha colaborado activamente a la elaboración de todo su entramado. Los democristianos de la cúpula dirigente no tuvieron titubeos, han elegido estar de la parte del PROGRESO… Mientras que los de la base, los electores, aturdidos y confusos, a menudo, por el lenguaje vago e incierto de sus jefes, fruto del relativismo doctrinal de estos últimos, no han sabido reaccionar a la confusión del referéndum contra el aborto de 1981 y se dividieron: muchos de ellos no fueron a votar, muchos votaron NO, esto es, a favor de aquélla «ley», creyendo incluso que habían cumplido con su deber. Giovanni Cantoni, analizando el referéndum, en el número de mayo-junio de 1981 de la revista «Cristianità» achaca la derrota del mundo católico, no tanto al incremento de las fuerzas revolucionarias, sino a la incapacidad de la dirigencia del mundo católico de mobilitar a la base, que en gran medida se abstuvo de votar».

    «El 27 de mayo de 1976 los diputados Giulio Andreotti, Tina Anselmi y Filippo Maria Pandolfi,, los senadores Francesco Bonifacio, Tommaso Morlino y Giovanni Leone – todos democristianos – firmaron la «ley». El diputado Leone algunos meses más tarde, acusado quizás injustamente por los mismos que le obligaron a firmar la «ley», se verá obligado a dimitir; le hubiera venido mejor, y además con la cabeza bien alta, si hubiera dimitido antes de la infausta firma. Cuando algunos acusaban de alta traición a la DC…»
    http://www.arbil.org/100expos.htm

  19. Espectador

    El delirio ideológico de las renovables es solo una de las «ocurrencias» económicas de Zapatero, al que recordemos le enseñaron economía en dos tardes. Otra fue el Plan E, que derrocho dinero para que calles que estaban bien pavimentadas se levantaran y volvieran a pavimentarse con ligeras mejoras, para que se construyeran polideportivos innecesarios y para que en algunos casos el gasto en carteles anunciándolo superase la propia inversión en algunos pequeños Ayuntamientos.

    Es el reflejo de alguien que opinaba que el dinero (público) está para hacer política, como le dijo a su ministro Solbes cuando éste, espantado, trato de frenar si insania: «Pedro, ¿no me digas que no hay dinero para hacer política». O cuya ministra Carmen Calvo opinaba que «el dinero público no es de nadie». O que escribió un artículo titulado «La camisa de fuerza del Euro»

    Y tenía razón; afortunadamente el Euro fue la camisa de fuerza que se les pone a los locos furiosos para evitar que hagan daño. ¿Se imaginan si hubieran podido darle a la máquina de imprimir billetes para satisfacer sus locuras? A estas horas estaríamos como en Zimbabwe. Los iluminados (Mugabe, Maduro, ZP, …) son capaces de convertir en un erial el país más fértil y rico.

  20. Espectador,
    La política económica de este hombre es socialista.

Opina sobre esta entrada:

Debes iniciar sesión para comentar. Pulsa aquí para iniciar sesión. Si aún no te has registrado, pulsa aquí para registrarte.