Siete claves y una encuesta sobre cómo será el gobierno que saldrá de las Elecciones 2015

Ayer se conoció el último sondeo del CIS que sitúa a Podemos como la primera fuerza en intención de voto. Este dato ha hecho circular los más pintorescos e irreales pronósticos. El más frecuente es dar por hecho que una fuerza con un 17,6% de intención de voto estaría en condiciones de gobernar. A mi parecer no sería así. Expongo aquí algunas claves y os animo a cubrir una encuesta sobre las Elecciones Generales de 2015.

¿La traición de Rajoy es el precio por un pacto entre PP y PSOE frente a Podemos?

1. No creo que Podemos gane las elecciones. Los tres primeros partidos se reparten porcentajes muy similares, y ciertamente de donde más voto capta Podemos es del PSOE. Lamentablemente, me temo que al PP le va a funcionar la apelación al voto del miedo y finalmente Podemos acabará movilizando a los votantes de la derecha. Ya señalé aquí en septiembre, en este sentido Podemos más parece una operación de marketing de Génova 13 que de la ultraizquierda.

2. El PSOE no gobernará con Podemos, y viceversa. A pesar de algunas voces en las filas socialistas proponiendo un pacto con la formación de ultraizquierda, la experiencia reciente del PSOE en ese tipo de pactos no es nada buena. En Andalucía la relación entre PSOE e IU se ha ido deteriorando bastante y mantener su pacto de gobierno con los de Cayo Lara le ha costado a Susana Díaz apostar por unas medidas populistas que no tendrán contestación en esa comunidad, pero serían muy mal recibidas en otras. En Cataluña la alianza del PSC con ERC e ICV ha acabado descalabrando a los socialistas. En Galicia el bipartito de PSOE y BNG entre Touriño y Quintana acabó muy mal y con el PSOE muy dañado electoralmente. Un pacto de gobierno del PSOE con Podemos sería demoledor para el PSOE... pero sobre todo para Podemos. Desde el partido de Pablo Iglesias han identificado al PSOE con la "casta" y sería muy complicado vender un pacto así a sus seguidores. Podemos se presentaría como otro partido más de la izquierda del montón. Y no cabe esperar que el PSOE esté dispuesto a pasar por el aro de unas medidas tan radicales como las que propone Podemos, que supondrían la quiebra para España y su expulsión de la Unión Europea, además de un aumento espectacular del paro y de la miseria.

3. Tampoco habrá pacto entre PP y Podemos. Obvia decirlo, pero como hay muchos "Monagos" por ahí que no se enteran, no está de más señalarlo. Para Podemos el principal problema de España no es tanto la casta como el PP. La mayoría de sus mensajes se dirigen contra él. Un pacto con el PP, siquiera para permitirle gobernar con la abstención de los diputados de Podemos, haría que éstos no pudiesen salir de sus casas ante el ataque de ira de sus seguidores.

4. Veremos un pacto entre PP y PSOE. Ya se están observando los primeros síntomas de preocupación entre inversores extranjeros por la incertidumbre que genera el auge de Podemos en España. Es muy posible que antes del final de esta legislatura ya se perciban sus efectos en la fuga de inversores. Esos temores, unidos a la posibilidad de que alcance el poder en España una fuerza chavista, harán que ambos partidos reciban muchas presiones de Europa para alcanzar ese pacto. Bruselas no puede permitirse una nueva Grecia en la Península Ibérica. En septiembre ya apunté la seria posibilidad de un pacto entre ambos partidos, posibilidad que vienen respaldando desde hace meses dirigentes populares y socialistas, entre ellos el expresidente Felipe González y Jorge Fernández Díaz, actual Ministro del Interior. Creo, desde luego, que los flagrantes incumplimientos de programa del PP, además de alimentarse de los complejos ideológicos de ese partido, se deben en buena medida a su voluntad de que ese pacto, que ya podría estar firmado, dé lugar a un cierto continuismo en el poder, gobierne quien gobierne a partir del año que viene. En este sentido, olvidémonos definitivamente de la posibilidad de que el PP cambie y se atreva a defender un modelo de sociedad distinto del que sostiene el PSOE. Saben que van a ser compañeros de viaje en los próximos años y en Génova 13 prefieren apostar por la poltrona antes que apostar por los principios.

5. No sería un gobierno de concentración, sino un pacto a la viguesa. No creo que veamos a miembros del PSOE y del PP compartiendo un mismo gobierno. En ambos partidos saben que eso cabrearía a sus respectivos votantes. Sí que es posible que veamos un gobierno en minoría, con el apoyo o el mero consentimiento del otro. Es, por ejemplo, lo que ha pasado en mi ciudad: tras iniciar su actual mandato sin el apoyo de sus antiguos socios del BNG, el gobierno socialista de Vigo ha recibido el apoyo del PP a un pacto presupuestario. Esto no sólo se ha traducido en un apoyo a los presupuestos del ayuntamiento, sino que el PP ha rebajado también de forma considerable su nivel de críticas al gobierno local. A modo de ejemplo, ante el reciente escándalo de 22 familiares y amigos "enchufados" por el PSOE local, el PP vigués apenas ha dicho nada. Se están portando con más docilidad incluso que los del BNG cuando gobernaban con el PSOE en la anterior legislatura municipal.

6. Ese pacto desgastará aún más a PP y PSOE, pero les hará ganar tiempo. Tanto en Génova 13 como en Ferraz saben que el tiempo juega contra las posibilidades de éxito de Podemos. El hecho de que Pablo Iglesias no quiera presentar su partido a las Elecciones Municipales demuestra su escasa confianza en las posibilidades de mantener su actual auge una vez esa formación pase de las palabras a los hechos. En cuanto empiece a pasar el tiempo, los diputados de Podemos se verán sometidos a una exposición pública que dejará a la vista cada vez más sus carencias a nivel de experiencia y sus extravagancias ideológicas. La propia tendencia de la extrema izquierda a la aparición de escisiones, que ya empieza a apreciarse en Podemos en pleno auge y con sólo unos meses de andadura, se acentuaría aún más si el partido se ve obligado a pasar cuatro años en la oposición, votando propuestas concretas y presentando medidas concretas más allá de las pomposas promesas utópicas en las que se centra hoy en día. Si al final de la legislatura la situación económica se ha enderezado, Podemos podría entrar en barrena, pues sus opciones dependen de obtener los votos de una masa de desesperados a causa de la crisis que acabará mermando si ésta remite.

7. Ese pacto permitirá también a PP y PSOE taparse respectivamente sus vergüenzas. Entre ambos partidos se reparten la amplia mayoría de los puestos del Tribunal Constitucional y del Consejo General del Poder Judicial, algo fundamental ahora que tanto el PP como el PSOE se están viendo fuertemente salpicados por los casos de corrupción. La posibilidad de conceder indultos desde el poder les sirve, además, para que los condenados por dichos casos de corrupción no se animen a "tirar de la manta" exponiendo a sus partidos a escándalos aún mayores. Por supuesto, no veremos una reforma para avanzar en la independencia judicial. Ni el PP ni el PSOE han mostrado la menor intención de dar ese paso.

Por mi parte, teniendo en cuenta todo lo anterior -obvia decir que el tiempo puede confirmar o desmentir mis pronósticos, pues no soy adivino- y a la vista de la trayectoria del gobierno actual, tengo claro que mi voto en las próximas elecciones no será para el PP, ni por asomo. No pienso votar a unos mentirosos que no cumplen sus promesas y que piden votos de derechas para hacer una política casi calcada a la del PSOE. Yo apoyaré a un partido que tenga voluntad de regenerar nuestra democracia, y no a un partido que quiera convertir España en una república bananera de tipo bolivariano, ni a los que quieren el poder para dejarlo todo como está. Ya estoy harto de que nos digan que tenemos que votar por miedo o por rechazo al otro, negándonos la posibilidad de votar a los mejores con la idea de que debemos votar al menos malo.

Encuesta sobre el resultado de las próximas elecciones

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