Cuando veas a un Policía piensa en Vanessa

Una agente del Cuerpo Nacional de Policía ha muerto hoy en Vigo, haciendo frente a un atracador en el barrio del Calvario. Otro agente, un subinspector, está herido pero fuera de peligro. Como comprenderéis, ante hechos tan graves que han conmocionado a la ciudad en la que vivo no puedo hacer menos que dedicarles esta entrada, a ellos y a sus compañeros, los héroes anónimos que velan por nuestra seguridad las 24 horas del día.

Hace tiempo que me marqué como costumbre animar y agradecer su trabajo a los agentes de Policía cuando me los encuentro por la calle desempeñando las misiones más variadas: cubriendo una Vuelta ciclista, velando por el pacífico desarrollo de una manifestación, acordonando un desfile o una procesión, etc. Lo hago porque me sale del alma, y también porque sé que no lo hace mucha gente. Antes bien, hay algunos que por razones ideológicas tienden a atacar a esos agentes simplemente porque los deseos de aquellos chocan con el cumplimiento del deber de éstos. Aquí, en estas mismas calles de Vigo en las que ha muerto Vanessa -así se llamaba la agente fallecida- he visto proferir injurias tan miserables como llamar a gritos "asesina" a la Policía, calumnias que berrean fanáticos que desearían que la Policía no estuviese para que ellos pudiesen pisotear a gusto el orden, la legalidad y los derechos de los demás. En el fondo, lo que a algunos les disgusta profundamente de la Policía es que sea el dique que protege a los ciudadanos pacíficos frente a quienes les amenazan. Los agentes que hacen frente a los insultos de los extremistas violentos son los mismos que hacen frente a atracadores, narcotraficantes, maltratadores, violadores y a cualquier otro criminal. Y lo hacen para que ninguno de ellos perturbe la paz que disfrutan muchos que, ignorando o incluso despreciando los sacrificios que conlleva guardar su bienestar, se permiten dedicar las mayores infamias contra aquellos a quienes deberían estar profundamente agradecidos.

Lamentablemente hace falta que mueran agentes como Vanessa para que muchos abran los ojos y se muestren agradecidos a valientes como ella. Es como si su dedicación silenciosa, callada y constante a los demás todos los días del año no bastase para satisfacer a ciertos cómodos a menos que el policía asuma el mayor sacrificio: dar su vida para salvar la de otros. Ya va siendo hora de que cambiemos de mentalidad. En España hay decenas de miles de policías que son como Vanessa: personas normales y corrientes que podrían estar dedicándose a otra cosa, pero que han asumido el compromiso de arriesgar su propia vida para salvar la de otros. Ojalá algún día llegue a ser normal que alguien vea a un agente por la calle cumpliendo con su deber y se acerque a animarle y darle las gracias. Siempre que lo he hecho yo me he encontrado una mezcla de timidez y amable sonrisa. A todos los compañeros de Vanessa, a todos los agentes del Cuerpo Nacional de Policía y de los demás cuerpos policiales: mi ánimo y mi gratitud como español. Ojalá palabras como éstas dejen de ser una excepción.

Mi abrazo y mis condolencias a la familia de Vanesa y a los agentes del CNP de Vigo, y mi deseo de que el agente herido tenga una pronta recuperación.

P.D.: La capilla ardiente de la agente Vannesa María Lage quedará instalada desde las 10:00h de la mañana de este sábado en la Comisaría del Cuerpo Nacional de Policía en Vigo, en la calle López Mora, 39 (ver ubicación en Google Maps). Animo a todos los que viváis en la ciudad o sus alrededores a acudir a rendir homenaje a esta valiente que ha dado su vida al servicio de los demás.