Su ley aumentó las denuncias falsas: un "coste soportable", dijo él en 2006

López Aguilar podría ser inocente, pero se merece sufrir la ley injusta que él promovió

Mar 7·4·2015 · 7:06 12

El sábado os hablé aquí de los nefastos efectos de la Ley Orgánica 1/2004, también conocida como Ley de Violencia de Género. Casualmente, ayer se supo que el Tribunal Supremo llamará a declarar al artífice de esa ley, el exministro socialista Juan Fernando López Aguilar, como imputado por un delito de violencia de género tras ser denunciado por su exmujer.

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En 2006 dijo que el aumento de las denuncias falsas era un "coste soportable"

López Aguilar se ha declarado víctima de una denuncia falsa: "Sostengo la validez de la ley contra la violencia de género, pero me defenderé ante esta falsedad con testimonios, cuantas pruebas documentales y comunicaciones prueben mi inocencia." En julio de 2006, tras reconocer que con dicha ley habían aumentado las denuncias falsas, dijo que éstas eran un "coste soportable".

Más de 800.000 exculpados en los 7 primeros años de aplicación de esa ley

En los siete primeros años de su aplicación los Juzgados de Violencia sobre la Mujer recibieron 1.034.613 denuncias, que a su vez dieron lugar a 328.045 sentencias, 207.997 de ellas condenatorias (el 20,10%) y 120.048 absolutorias (el 11,6%). En 706.568 casos (el 68,29%), los hechos no llegaron a juzgarse. Es decir, que en siete años resultaron exculpados el 79,89% de los denunciados en aplicación de esta ley, un total de 826.616 casos. ¿Esto es un "coste soportable"?

Una norma discriminatoria y propia de un régimen totalitario

Hay que recordar, además, que el Consejo General del Poder Judicial puso serias objeciones a esa ley. Y razones no le faltaban a los jueces para sentirse alarmados ante el contenido de esa norma:

  • Se trata de una ley que privilegia a las mujeres, lo cual colisiona con el principio constitucional de igualdad ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación por razón de sexo.
  • Esa ley convirtió las amenazas y coacciones leves en delito de amenazas sólo cuando la víctima es mujer. Si la víctima es un hombre, incluso un niño o un anciano, entonces la cosa se queda en simple falta. Es escandaloso que esta burda discriminación se haya perpetrado, en el colmo de la burla a la justicia, apelando a la "igualdad".
  • Al centrarse exclusivamente en las mujeres agredidas por hombres, la ley olvida y desampara a otras víctimas de la violencia doméstica, como niños, ancianos, hombres y también mujeres agredidas por mujeres en el ámbito familiar. Como ya señalé el sábado, a causa de esta ley se ha llegado al absurdo de que se cuenten como violencia de género los asesinatos de niños a manos de sus padres pero no los asesinados por sus madres.
  • Esa ley viola el derecho constitucional a la presunción de inocencia, al considerar que la mera presentación de una denuncia por parte de una mujer basta para considerar culpable al denunciado. El denunciado debe probar su inocencia, algo propio de un régimen totalitario. La palabra de la denunciante se sitúa así por encima de un principio constitucional que tiene como fin impedir la indefensión de los acusados.

López Aguilar y su gobierno ignoraron éstas y otras objeciones. Querían imponer una ley que diese satisfacción a los caprichos de las feministas radicales de su partido, y los principios constitucionales, los derechos de los acusados y la protección de las demás víctimas de la violencia doméstica les importaron un rábano. Es posible que el Supremo declare inocente a López Aguilar del delito que le imputa, pero el exministro socialista se merece, más que ningún otro de los exculpados, el mal trago de sufrir esa infame ley que él mismo creó. Porque la hizo sabiendo que daría lugar a injusticias, abusos y sufrimientos en muchos acusados -insisto: más de 800.000 hombres exculpados en sus siete primeros años de aplicación-, pero le dio igual. Igual que no me da ninguna pena que el tirano Maximilien Robespierre, que usó la guillotina para imponer el terror en la Francia revolucionaria, acabase probando dicho método de ejecución, no me da ninguna pena que López Aguilar, en caso de ser inocente, se vea sometido al atropello legal que él mismo implantó. Es, desde luego, todo un acto de justicia poética.

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Comentarios:

  1. Hare

    Y por no recordar que el PP no ha cambiado ni una coma de este esperpento, no les vayan a llamar machistas, pobrecitos

  2. ARC

    La verdad es que yo tampoco lo lamento.
    Lo que sí siento es que no haya pasado la noche en comisaría sin presunciòn de inocencia para que vea lo divertido que es.

  3. Disfruto de mi matrimonio de hace décadas con la misma mujer (gallega). Cuando salió la ley y comenzaron las acusaciones bromeábamos sobre mi salida de tono, por ejemplo en una cafetería si estábamos discutiendo sin pelear y le decía finalmente ‘pues con tu pan te lo comes’. Alguien, en otra mesa me podría denunciar por violencia de genero y en menos de que cante un gallo estaba delante de un juez/a. Esta ley es y siempre fue sumamente injusta y aprovechada por cuanta organización feminista hay por ahí fuera. No existe una relación sentimental sin que hayan las riñas o discusiones fuera de tono que no necesariamente se convierten en violencia de genero, pero la ley los considera que ‘si’. ¿O no?

  4. jeremias

    ¿La va a sufrir?
    ¿Ha pasado el fin de semana en un calabozo policial?
    Ah no que es aforado….

  5. Esta ley es un arma en manos de las mujeres en caso de divorcio.

  6. Pelayo

    Lo peor de esta ley es que el Partido Popular la mantiene con su mayoría absoluta. Ahí queda eso.

  7. JFM

    Pues el coste soportable de esas 800,000 denuncias falsas no creo que sea tan soportable para el erario publico.

  8. pacococo

    Coincido con los comentaristas. Es bueno que pruebe un poco de su medicina y digo un poco porque no ha pasado la noche en el calabozo, pero menos es nada.

    Creo que a ninguno de los que comentamos nos mueve la venganza, sino la justicia, creo que es justicia que alguien que ha procurado amargar la vida a tanta gente pruebe una mínima parte de esa amargura.

    Y que la casta comprenda que las leyes injustas pueden aplicarlas a ellos.

  9. Anónimo

    Hola Elentir.

    Tal y como dice jeremias, me pregunto si López Aguilar no debería dar ejemplo renunciando al aforamiento para someterse al mismo Calvario al que ha sometido a miles de hombres con su LO 1/2004, una ley hecha siguiendo las máximas del feminismo más rancio, despótico, tiránico y ruin que, como bien decía Sostres, está más pendiente de ir contra el «macho» (o mejor dicho, el hombre) que contra el «machismo». Así, este señor debería, para empezar, haber pasado un par de noches en un calabozo sin más motivo que la existencia de una denuncia en la que la única prueba que se aporta es el testimonio de la supuesta víctima, acto seguido (y con el miedo en el cuerpo) declarar en un interrogatorio casi inquisitorial y terminar siendo enjuiciado por un tribunal tan imparcial y que respeta tanto su presunción de inocencia que se llama «Juzgado de Violencia sobre la Mujer» y que viese en qué clase de cosas se basan las condenas que salen de él. Todo el mundo sabe de qué va esa ley, todo el mundo sabe las consecuencias que tiene y todo el mundo sabe que no ha solucionado problema alguno, sino que más bien ha generado el problema del que hablas. Pero hay algo en lo que nadie cae: que nadie se atreve a derogarla y, de hecho, el PP en la práctica no sólo ha seguido subvencionando todo el tinglado que gira en torno a la Ideología de Género sino que además ha reforzado todo el entramado legal que gira en torno a ella. No debemos olvidar que el PSOE y Zapatero no son los únicos responsables de esta vergüenza, sino que también lo es el PP y Rajoy.

  10. juan español

    Segun el Consejo General del Poder Judicial tan solo el 0,01% de las denuncias de malos tratos son falsas, por tanto la posibilidad de que este individuo sea culpable es del 99,99%, teniendo en cuenta que se acusa de agresiones fisicas y psiquicas esto son minimo 5 años de carcel, en base a la presuncion de veracidad de su mujer, asi que a la carcel con el, y que alli recuerde sus propias palabras, «las denuncias falsas son un coste soportable» (sobre todo cuando las padecemos los demas).

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