También hizo excepciones con Cristina Fernández de Kirchner y Bernie Sanders

El Papa Francisco hace una excepción con Podemos en su política de 'no interferir'

Ayer el diario italiano La Stampa confirmaba, en plena precampaña electoral, que el Papa Francisco recibirá a Pablo Iglesias y a otros dos dirigentes de Podemos en septiembre.

El portavoz del Vaticano dice que el encuentro con Podemos 'no figura en la agenda del Papa'

La noticia ha provocado perplejidad entre muchos fieles, pues aunque ahora diga que no, Pablo Iglesias es comunista y su partido defiende políticas abiertamente hostiles a los católicos, con diversos recortes en nuestros derechos a la libertad de educación y a la libertad religiosa, además de haber apoyado a los energúmenos que asaltaron una capilla católica en 2011. Con su habitual cinismo, el líder de Podemos no dudó en lanzarse a captar el voto católico aprovechando la oportunidad que le brinda la Santa Sede con este encuentro anunciado con cuatro meses de antelación, afirmando que el Papa Francisco "rema en la misma dirección que nosotros" y desplantando al Papa Benedicto XVI, que aún vive, diciendo que eso "no me pasaba con Ratzinger".

El Papa dijo no querer interferir en Argentina, España e Italia

Como bien apunta hoy Gabriel Ariza, con este anuncio el Papa Francisco rompe la política de neutralidad que él mismo se impuso. Y sirvan como muestra tres ejemplos:

  • En diciembre de 2014 y ante las Elecciones presidenciales de Argentina convocadas para octubre de 2015, el Papa Francisco anunció: "En vista a las próximas elecciones, a los políticos no los recibo. Si viene algún político, que vaya donde está el corralito de la audiencia general de los miércoles." E hizo hincapié en que las visitas no serían ni públicas ni privadas: "Para no interferir con eso, no recibo más a políticos en audiencia privada", remarcó.
  • El 22 de enero de 2015 se informó de que el Papa Francisco no visitaría España ese año. Fuentes de la Santa Sede manifestaron a varios medios españoles que la cancelación del viaje del Papa se debía a un deseo de no interferir en los procesos electorales que hubo en España el año pasado: las Elecciones Locales y Autonómicas de mayo y las Elecciones Generales de diciembre. Era una visita que se esperada para finales de marzo, pues se celebraba el quinto centenario de Santa Teresa de Jesús, y la cancelación del viaje dejó un gran sinsabor en medios eclesiales españoles.
  • El 18 de febrero de 2016, al ser preguntado por el periodista Carlo Marroni de 'Il sole 24 ore' sobre la ley que se debatía en el Parlamento italiano sobre uniones civiles, adopciones y derechos de los niños, Francisco contestó: "yo no sé cómo están las cosas en el Parlamento italiano... El Papa no se mete en la política italiana." Y haciendo un discurso ciertamente insólito en un Papa al ser preguntado por un asunto que afecta a la base misma de la sociedad y a la orientación moral de los católicos al respecto, Francisco añadió: "el Papa es para todos y no puede meterse en política concreta, interna de un país: éste no es el papel del Papa". Las citas que acabo de señalar las publicó la Radio Vaticana, tal cual.

Las excepciones del Papa con Kirchner, Trump y Sanders

¿Esta política papal de no interferencia se aplica a todos los casos? Pues no. De hecho, tras su anuncio de diciembre de 2014 de que no recibiría a políticos argentinos para no interferir en los comicios en ese país, Francisco recibió a Cristina Fernández de Kirchner el 7 de junio de 2015, en un encuentro de dos horas en el Vaticano, a sólo cuatro meses de la primera vuelta de las Elecciones presidenciales. No sería la última vez que el Papa se saltase su propia norma.

El 18 de febrero de 2015, el mismo día que se negaba a abordar la cuestión de las uniones homosexuales en Italia para no interferir en la política italiana y en la misma conversación con periodistas en la que dijo eso, el Papa Francisco criticó con dureza al candidato republicano estadounidense Donald Trump, diciendo que "este hombre no es cristiano". Los titulares fueron tan sonados y llamativos como la ausencia de críticas por parte de Francisco a la abortista Hillary Clinton, la favorita del Partido Demócrata, una candidata que el año pasado propuso sin rodeos acabar con la libertad religiosa en EEUU al más puro estilo de un régimen totalitario: "Los gobiernos deben emplear sus recursos coercitivos para redefinir los dogmas religiosos tradicionales", aseguró Clinton en un acto público. Las repercusiones de las críticas del Papa a Trump fueron tan grandes que al día siguiente la Santa Sede tuvo que matizar las palabras del Pontífice, diciendo que no se trataban de un "ataque personal ni una indicación del voto". Demasiado tarde.

En abril Francisco recibía al precandidato demócrata estadounidense Bernie Sanders, un abortista radical, y eso en pleno desarrollo de la carrera electoral en EEUU. El encuentro tuvo lugar aprovechando la invitación de la Santa Sede al político izquierdista para participar en una conferencia del Vaticano sobre desigualdad económica y cambio climático. Ese mismo día el Papa Francisco fue preguntado por si eso no era inmiscuirse en la política estadounidense, y respondió: "Él sabía que yo salía a esa hora y tuvo la gentileza de venir a saludarme, él con su esposa y otra pareja que se estaba quedando en Santa Marta, como todos los miembros del congreso. Cuando bajé a saludarlo, nada más un apretón de manos. Esta se llama educación, no mezclarse en la política. Si alguien cree que saludar sea inmiscuirse en la política, le recomiendo que se encuentre un psiquiatra." El caso es que el propio Papa había declarado en diciembre de 2014 lo que ya he señalado más arriba a propósito de los políticos argentinos: "Si viene algún político, que vaya donde está el corralito de la audiencia general de los miércoles." El aviso no incluía a Sanders, por lo que parece.

Personalmente, no entiendo por qué un Papa ha de abstenerse de abordar asuntos de índole moral o incluso ha de cancelar viajes a un país porque ese año haya elecciones. Teniendo en cuenta la frecuencia con la que hay comicios en algunos países -por ejemplo España-, con esa pauta el Papa nunca pisará suelo español. Pero lo que menos entiendo es que Francisco se imponga a sí mismo esa norma de no interferencia y después se la salte siempre con candidatos izquierdistas que defienden posiciones abiertamente anticristianas.

ACTUALIZADO 5.6.2016: El portavoz del Vaticano dice que el encuentro con Podemos 'no figura en la agenda del Papa'.

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Comentarios:

  1. Luisa Carrasco

    Puedo estar equivocada, por supuesto, y entiendo tu preocupación (y la de otros muchos católicos que actúan de buena fe), pero, sinceramente, respecto a lo de saltarse una norma que se ha impuesto el Santo Padre, a mí no me parece que sea tan increíble. Tal vez es que yo no soy un ejemplo de disciplina, pero, a menudo, hago lo contrario de lo que, en un principio, pensaba hacer (distinto es cumplir una promesa hecha a conciencia y, especialmente, si se hace a alguien en concreto).

    Respecto a lo de saltarse la norma solamente con políticos izquierdistas, no creo que haya que buscar una predilección personal debida a una semejanza de ideales, basta con saber que es función primordial de un buen pastor, al igual que nuestro Señor, buscar a la oveja pérdida (aunque haya que dejar «abandonado» al rebaño). Tal vez sea que una es demasiado ingenua o que no me gusta pensar mal de nadie (especialmente, si no me han dado motivos suficientes para ello), y, en todo caso, que prefiero callar ciertos comentarios que pueden dar lugar a otros peores (pues ya sabemos lo que ocurre cuando se destapa la caja de Pandora). Pero, insisto, puedo estar equivocada (prefiero equivocarme en ese sentido, y rezar cada día por nuestro Sumo Pontífice para que actúe iluminado por el Espíritu Santo, a equivocarme en el contrario). Dios sabe más, y algún día -si Él quiere- nos enteremos de toda la Verdad.

    Que el Inmaculado Corazón de María nos guarde a todos nosotros (a ti y al Santo Padre incluidos, por supuesto) de todo Mal.

  2. Ya sé que es función del pastor buscar a la oveja perdida, pero si el pastor dice que no va a buscar ovejas para no interferir en el rebaño, y luego sólo busca a las izquierdas, comprenderás que algunos nos sintamos lógicamente molestos, aunque sólo sea por el hecho de tener a un Papa que dice una cosa y hace la contraria. El Papa debe dar ejemplo. Creo yo, vamos.

  3. Sharovarov

    Muy tristes muchas de las cosas que estamos viendo con este Papa, lo cual también va a poner, me temo, en una situación complicada a su sucesor ya desde el principio.

  4. Hablemos sin vueltas, este Papa es la antítesis de Juan Pablo II quien es un héroe por todo lo que ha hecho para que caiga el comunismo. Este esta del otro lado, pero tiene cierta lógica, la iglesia ama a los pobres y el capitalismo reduce la pobreza, y eso es un problema para él. Se le termina la clientela.

  5. JOSE IGNACIO LESACA ESEVERRI

    El Papa es Pedro, el sucesor de Pedro, el Vicario de Cristo en la tierra. No está de un lado ni del otro: está donde debe estar, con la doctrina de la Iglesia. En cada época, Dios envía al Papa que la Iglesia y el mundo necesitamos. En 1978 nos envió al recordado San Juan Pablo II. Después, al sabio Benedicto XVI. Actualmente, tenemos a Francisco. Cada uno de ellos es, en las cosas importantes, en lo esencial, como los demás. Aunque cada uno tenga su estilo, sus propias cualidades personales, que Dios les ha dado, y de las que Él se sirve… Pero, en lo esencial, los papas son «iguales». Luego, en las concretas decisiones de gobierno que toman nos podrán agradar más o menos, pero esa es otra cuestión. El Papa, el actual y el que esté en cada momento, necesita sobre todo oraciones de nosotros, los católicos. Oraciones para que Dios le conceda las gracias para poder cumplir muy bien su difícil misión de pastor supremo en la tierra.

  6. Papas los ha habido tan nefastos como Alejandro VI, el Papa Borgia. Papas los ha habido buenos, malos y excepcionales. Si todos fuesen iguales estarían todos canonizados, y no es así.

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