Esperpéntico: Abc disculpa al PSOE de que Carmena gobierne en Madrid y culpa a Vox

Las reacciones mediáticas al éxito de movilización de Vox en Vistalegre están llegando a un grado de esperpento difícil de superar. Muestra de ello es una noticia que publica hoy el diario Abc.

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Abc dice que Carmena es alcaldesa gracias a los votos de Vox

Esto es lo que dice el diario conservador: "Carmena es alcaldesa «gracias» a los votos de Vox". Y la entradilla de la noticia justifica así el titular: "El PP de Aguirre se quedó a 7.800 votos de conseguir la Alcaldía de Madrid, mientras que el partido de Abascal sumó 9.800 papeletas, pero no consiguió concejal". Al final de la noticia, Abc afirma sin tapujos: "Los votos de Vox sí fueron determinantes, pero a la hora de dar un impulso a la candidatura de la extrema izquierda, y para pinchar de forma clara al PP". Esto que dice Abc tiene su gracia, porque si otros medios han insistido estos días en que Vox es "extrema derecha", leyendo Abc ahora parece que Vox es "extrema izquierda". A ver si ahora va a resultar que el domingo en Vistalegre nos dimos cita miles de comunistas disfrazados...

En 2015 Abc informó del apoyo del PSOE a Carmena: ahora lo omite

Pero lo más gracioso de la noticia de Abc es que sólo menciona al PSOE para señalar que obtuvo nueve concejales, como si esos cargos electos fuesen estatuas. Lo que el Abc no dice en esta noticia es que Carmena llegó a la alcaldía con los votos del PSOE, partido que dio la alcaldía a Carmena a pesar de haber ganado las elecciones el PP en esa ciudad. Lo recuerdo porque leyendo el texto, da la sensación de que Santiago Abascal acudió al ayuntamiento a darle el bastón de mando a la candidata comunista. Por supuesto, los que anden más flojos de memoria no tienen que fiarse de mi palabra: el propio diario Abc dio noticia de ese apoyo del PSOE a Carmena el 12 de junio de 2015. Pero ahora resulta que la culpa la tiene Vox. Será que en Abc no consultan su propia hemeroteca...

¿Qué hizo el PP para conservar el apoyo de sus votantes?

La noticia de Abc abunda en una mala costumbre de muchos políticos españoles, que consideran que los votos son de su propiedad y no tienen que hacer nada para ganárselos. El PP lleva muchos años asentado en esa forma de entender su relación con los votantes. Ese partido estaba tan seguro de que sus votantes le seguirían apoyando pasase lo que pasase, que incluso se permitió reírse de ellos. Aunque había prometido un "cambio" en 2011 -ese fue, de hecho, su lema electoral en las elecciones generales que le dieron una cómoda mayoría absoluta-, Rajoy mantuvo casi todas las leyes implantadas por Zapatero, incluidas algunas con tanta carga ideológica como las del aborto, memoria histórica y violencia de género. Con esta tomadura de pelo, el PP estaba transmitiendo un mensaje claro a muchos de sus votantes: votar al PP sólo servía para consolidar las políticas del PSOE, y no para cambiarlas. Había sido un voto útil... para los socialistas.

Si Abc quiere buscar culpables, que busque en la dirección del PP

Como resultado de esa tomadura de pelo, muchos antiguos votantes del PP nos pasamos al voto en blanco o a la abstención, hasta que llegó Vox y tuvimos a quien votar. El error de Abc es pensar que muchos de esos votantes desengañados estaban en la obligación de volver a votar al PP. Esto es como decir que si un político te miente, lo que tienes que hacer es aguantarte y volver a votarle. ¿Qué idea de la democracia es ésa? Si el Abc quiere buscar un culpable de que miles de personas dejasen de votar al PP en Madrid, que lo busque en la propia dirección del PP. Uno no se puede reír de sus votantes constantemente en la creencia de que bastará con meterles miedo al PSOE o a Podemos cuando lleguen las elecciones, para volver a obtener sus votos sin ofrecerles ninguna garantía de cambio. Pero además hay que decir que Abc no es coherente con su propia teoría, porque de serlo tendría que culpar a Ciudadanos (que se llevó 186.487 votos), y no a Vox (con 9.867), de que el PP no gobierne en Madrid. Pero está visto que de las andanadas de propaganda que estamos leyendo estos días en muchos medios sobre Vox, uno puede esperar cualquier cosa menos lógica, coherencia y un mínimo de sentido del ridículo.