La influyente organización izquierdista Avaaz quiere imponer la censura a Contando Estrelas

Elentir EN Vie 17·5·2019 · 18:29 15

El mero hecho de defender unas posiciones ideológicas opuestas a las de la izquierda se está convirtiendo en un motivo para ser investigado y señalado por grupos izquierdistas.

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Avaaz acusa a Contando Estrelas de "incitar al odio o la violencia"

En el día de hoy, la organización izquierdista Avaaz, con base en Nueva York, ha enviado a sus suscriptores un email titulado "Fake Watch" en el que muestran una captura de pantalla de una publicación hecha el 31 de marzo en la página de Facebook de este blog. Sobre la publicación pone un letrero en color rojo que dice "Falso". Antes de eso, Avaaz dice a sus suscriptores: "Identifica tu objetivo. Cualquier elemento sospechoso que pretenda engañar o incitar al odio o la violencia. Cualquier contenido falaz o que pueda inducir a error". Antes de mostrar la captura de pantalla de la página de Facebook de este blog, Avaaz afirma: "Se inventan titulares xenófobos para acusar a los inmigrantes de violadores". A continuación, Avaaz anima a denunciar el contenido en cuestión a diversas redes sociales para que lo censuren.

Sinceramente, el que debería poner una denuncia contra Avaaz, pero no en Facebook, sino en un Juzgado, soy yo, porque me acusan falsamente de "incitar al odio o la violencia", al poner una publicación mía bajo esa grave acusación. En este blog no se incita ni al odio ni a la violencia contra nadie; incluso los comentarios son revisados y si son ofensivos acaban borrados. Lo que me niego a aceptar como ofensivo o violento es el mero hecho de discrepar de la izquierda, que es lo que parece pretender esa organización estadounidense.

¿Decir que la mayoría de los magrebíes "son gente honrada" es xenófobo?

Cualquiera puede leer aquí la entrada que pretende censurar Avaaz. Sólo hice una corrección por un error en el titular: donde ponía un 53% era un 49%. Lamentablemente, Facebook no permite corregir una entrada ya publicada. Sinceramente, si tuviese intención de "engañar", como afirma Avaaz, ¿qué sentido tendría corregir una cifra que no altera el sentido del artículo? Como saben los lectores de este blog, amo la verdad y siempre procuro ser muy escrupuloso con el manejo de las fuentes y de los datos que publico, ofreciendo acceso a las fuentes siempre que es posible, una práctica que ha abandonado la amplia mayoría del periodismo en la actualidad. Por otra parte, Avaaz olvida decir que la fuente de esa entrada era una noticia del diario El Mundo, partiendo de datos del Instituto de Ciencia Forense y Seguridad (ICFS) de la Universidad Autónoma de Madrid. También publiqué en esa entrada datos ofrecidos por el Instituto Nacional de Estadística. Pero además, en el último párrafo de esa entrada advertí lo siguiente:

"Que haya un alto porcentaje de magrebíes entre las "manadas" de violadores no significa ni remotamente que todos los magrebíes sean unos violadores. Esa generalización, como cualquier otra, sería tremendamente injusta. Estoy convencido de que la mayoría de los magrebíes, y de las personas de cualquier otra nacionalidad, son gente honrada que no hace daño a nadie".

Según Avaaz, esto es "acusar a los inmigrantes de violadores". El mundo al revés. Hay que decir que, curiosamente, aunque ha demonizado mi entrada, Avaaz no ha señalado la noticia de El Mundo que publicó esos datos. Es incomprensible. Si yo publico unos datos y Avaaz asegura -falsamente- que me los he inventado, lo lógico sería denunciar también al medio que los ha publicado. Lo que pasa es que si Avaaz señalase a El Mundo, estaría dejando claro que esos datos no me los inventé yo, sino que los publicó un periódico y con una fuente, a su vez, muy confiable.

Avaaz incluye a este blog como el primero en su lista negra

Buscando en Google, he encontrado un documento de 69 páginas publicado por Avaaz el 12 de abril alertando de una especie de confabulación para influir en las elecciones generales de España a través de páginas de Facebook. El informe mostraba 17 páginas de Facebook que Avaaz ha conseguido censurar y recogía la citada publicación de la página de Facebook de Contando Estrelas. Hay que decir que Facebook no ha censurado esa publicación (insisto: sigue estando accesible) y tampoco ha borrado mi página de Facebook. Y eso a pesar de los esfuerzos de Avaaz. Y es que en la página 64 aparece una lista negra de webs españolas; Contando Estrelas es la primera web de la lista:

La lista negra de Avaaz no incluye ninguna web de izquierdas ni separatista

Sobre la lista se lee un texto en inglés que afirma: "A continuación, se encuentra una lista no exhaustiva de "puntos de venta" que recomendamos que Facebook investigue para ver si ellos, o cualquier otra página o grupo (no necesariamente incluido en este informe), actúan como amplificadores y/o spammers". Curiosamente, no hay ni una sola web de izquierdas ni separatista en esa lista, y eso a pesar de las mentiras que han estado lanzando webs secesionistas catalanas en torno al golpe separatista del 1 de octubre de 2017. En esa lista sí que figuran diarios digitales como Libertad Digital, El Debate, Ok Diario y Periodista Digital y un blog tan popular como es Dolça Catalunya.

Si nos acusa de delitos, ¿por qué Avaaz no ha recurrido a los tribunales?

Obvia decir que si Avaaz cree que en este blog y en otras webs citadas por ese grupo se incita al odio y a la violencia -un comportamiento que tipifica como delito el Código Penal español-, lo lógico sería que recurriese a los tribunales. Si Avaaz recurre a pedir la censura en las redes sociales es porque sabe que en los juzgados su intento de acallar a webs de derechas no llegaría muy lejos. Recordemos que hace unos años el diario ultraizquierdista Público ya perdió un juicio contra Contando Estrelas, que se convirtió así en el primer blog español llevado a los tribunales por un medio de comunicación para castigar a un servidor -y cito la sentencia- por el mero "ejercicio de la libertad de expresión", que es un derecho constitucional. Es mucho más fácil pedir la censura a políticos o entidades privadas, más proclives a dejarse influir y que no se van a molestar en revisar el contenido en cuestión como lo haría un tribunal. Por eso cada vez más partidos y medios progresistas optan por métodos de censura al margen de la Justicia.