La miserable afirmación de Sánchez para intentar que dejemos de hablar sobre ETA

Ayer, 13 de julio, se cumplieron 25 años de la muerte de Miguel Ángel Blanco, como consecuencia de los tiros en la nuca que le disparó un asesino etarra.

Sánchez usa un homenaje a las víctimas de ETA para equiparar a España con 'Euskadi'
Agresiones en Pamplona: sus pactos con los proetarras le estallan al PSOE en las manos

Pasados 25 años de aquel crimen, Bildu sigue sin condenar ése y los demás asesinatos de la banda terrorista ETA. En Pamplona, hace sólo dos semanas, Bildu se negó a condenar una vez más el asesinato de Miguel Ángel Blanco. Es la misma actitud que manifestó durante años el brazo político de ETA en sus distintas marcas: Herri Batasuna, Batasuna, Euskal Herritarrok, ANV, PCTV... La novedad es que ahora el gobierno pacta abiertamente con los proetarras (y llamo proetarras, como se lo llamaba hace décadas, a quienes se niegan a condenar los crímenes de ETA). El PSOE se ha saltado esa línea roja de no pactar con los proetarras, y ahora justifica esa vileza con más vilezas.

Un ejemplo de ello fue la rastrera intervención de Pedro Sánchez en la segunda jornada del Debate del Estado de la Nación, concretamente en su segunda respuesta a Inés Arrimadas. Sánchez afirmó lo siguiente: "Desaparició. ETA ya no existe, señoría. Tengo una mala noticia que decirle a usted y a la bancada de la derecha: ETA ya no existe".

En el hemiciclo al que dirigía esa canallada se sientan Antonio Salvá, diputado de Vox y padre del guardia civil Diego Salvá, asesinado por ETA el 30 de julio de 2009 en Calviá (Mallorca); Francisco José Alcaraz, diputado de Vox y hermano del joven Pedro Ángel Alcaraz y de las niñas Esther y Miriam Barrera Alcaraz, asesinados por ETA el 11 de diciembre de 1987 en el atentado contra la Casa Cuartel de la Guardia Civil en Zaragoza; Jaime Mateu, diputado del PP, hijo de José Francisco Mateu Cánoves (magistrado del Tribunal Supremo asesinado por ETA el 16 de noviembre de 1978 y hermano de Ignacio (guardia civil asesinado por ETA el 26 de julio de 1986); María Teresa López Álvarez, diputada de Vox y cuyo padre, funcionario de prisiones, recibió un paquete-bomba de ETA el 6 de abril de 1992; y Santiago Abascal, que pasó años amenazado de muerte por ETA (al igual que su padre) y con escolta para que no le asesinaran.

Como está empeñado en gobernar de la mano de los proetarras, lo que vino a decir Sánchez es que esos diputados echan de menos a los que asesinaron a sus seres queridos y a quienes querían matarles, y que por eso siguen hablando de ETA y denunciando los pactos del PSOE con los que se niegan a condenar esos crímenes. Las palabras de Sánchez son tan insultantes como si un político aliado con comunistas acusase a un exprisionero del Gulag de echar de menos a sus carceleros, a ver si con esa insultante y calumniosa afirmación consigue que deje de denunciar sus pactos.

Sánchez es uno de los personajes más miserables que han pasado por el gobierno de España. Es algo peor que un mentiroso en grado patológico: es un tipo sin escrúpulos, que cree que todo vale con tal de salirse con la suya. Ya ha demostrado que está dispuesto a todo por mantenerse en el poder y seguir viviendo entre lujos a nuestra costa, incluso a pactar con la mayor escoria del arco parlamentario, humillando a las víctimas de ETA y avergonzando a millones de españoles que no hemos olvidado los crímenes de esa banda terrorista.

Por eso Sánchez no quiere que hablemos más de ETA: para que no quede en evidencia su vileza, para que pactar con esa escoria le salga gratis a él y a su partido. Como sus socios parlamentarios se niegan a condenar los asesinatos de más de 800 españoles, niños incluidos, su solución es que nos olvidemos de eso y miremos hacia otro lado mientras él pacta con esa chusma. Pues ya puede esperar sentado. Vamos a seguir recordándoselo todas las veces que hagan falta, por mucho que le moleste y por mucho que eche mano de difamaciones tan propias de un canalla como la que vomitó ayer desde la tribuna del Congreso.

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Foto: PSOE.