La cuestión racial y la invasión de Ucrania abren una brecha entre ellas

El discurso de Viktor Orbán que ha acabado separando los caminos de Polonia y Hungría

Polonia y Hungría son dos países hermanados desde hace muchos años. Ambos han estado juntos en su oposición a las imposiciones ideológicas de Bruselas.

La posición de Viktor Orbán ante la invasión de Ucrania enfría sus relaciones con Polonia
La Duma Estatal de Rusia amenaza a Polonia con ser la próxima atacada después de Ucrania

Hungría y Polonia: unas relaciones actualmente congeladas

Como ya vimos en marzo, las relaciones entre ambos países se habían enfriado debido a la posición de Viktor Orbán ante la invasión rusa de Ucrania. Orbán mantiene buenas relaciones con Vladimir Putin desde hace años. Tras la agresión rusa del 24 de febrero, el gobierno húngaro se negó a enviar ayuda militar a Ucrania y a permitir el paso de la ayuda militar de otros países a través de territorio húngaro. A causa de ello, el Grupo de Visegrado, que agrupa a Polonia, Hungría, la República Checa y Eslovaquia, canceló su reunión prevista para marzo en Budapest, pues polacos, checos y eslovacos se negaron a acudir en protesta por la actitud de Orbán ante la invasión. Las relaciones entre Hungría y Polonia están prácticamente congeladas desde entonces.

El discurso de Orbán en Rumanía: «no queremos convertirnos en pueblos mestizos»

El 23 de julio, Orbán pronunció un discurso en la ciudad rumana de Băile Tușnad, ante los asistentes al 31º Campamento Gratuito de Verano para Estudiantes y Universitarios de Bálványos. Es un discurso que ha dado mucho que hablar. El texto oficial del discurso en inglés se puede leer aquí. Hay dos temas de ese discurso que han generado polémica. El primero, que es el que más eco mediático está teniendo, consistió en la referencia que hizo Orbán a la cuestión racial:

"La izquierda internacionalista emplea un truco, una artimaña ideológica: la pretensión -su pretensión- de que Europa, por su propia naturaleza, está poblada por pueblos mestizos. Este es un juego de manos histórico y semántico, porque combina dos cosas diferentes. Hay un mundo en el que los pueblos europeos se mezclan con los que llegan de fuera de Europa. Es decir, que es un mundo de raza mixta. Y está nuestro mundo, donde las personas de dentro de Europa se mezclan entre sí, se mueven, trabajan y se trasladan. Entonces, por ejemplo, en la cuenca de los Cárpatos no somos mestizos: somos simplemente una mezcla de pueblos que viven en nuestra propia patria europea. Y, dada una favorable alineación de estrellas y un viento favorable, estos pueblos se fusionan en una especie de salsa húngaro-panónica, creando su propia nueva cultura europea. Por eso siempre hemos luchado: estamos dispuestos a mezclarnos, pero no queremos convertirnos en pueblos mestizos. Por eso luchamos en Nándorfehérvár/Belgrado, por eso detuvimos a los turcos en Viena y, si no me equivoco, por eso, en tiempos aún más antiguos, los franceses detuvieron a los árabes en Poitiers".

Esta parte del discurso no ha gustado en Polonia, porque es un país mayoritariamente católico y que acoge desde hace siglos a minorías étnicas, como los judíos y los tártaros, que llevan mucho tiempo integradas en ese país. El mariscal Józef Piłsudski, primer Jefe de Estado de la Segunda República polaca y una figura destacada de la historia de Polonia, fue un conocido protector de las minorías étnicas. Por otra parte, las batallas de Poitiers, Belgrado y Viena se libraron para frenar al Islam, no a una raza determinada. Es un error confundir religión y raza, como precisamente hace la izquierda llamando "racistas" a todos los que alertan contra la islamización de Europa.

Las referencias de Orbán a la posición de Polonia ante la invasión rusa

Siguiendo con el discurso de Orbán, el segundo tema que ha provocado polémica, sobre todo en Polonia, se refiere a la invasión rusa de Ucrania. Orbán reconoció que la guerra "ha sacudido la cooperación polaco-húngara que ha sido el eje de la cooperación V4" (Grupo de Visegrado), y añadió:

"En cuanto a la guerra, los polacos y los húngaros tienen el mismo interés estratégico: no quieren que los rusos se acerquen más, quieren que se preserve la soberanía de Ucrania y quieren que Ucrania sea una democracia. Ambos queremos exactamente las mismas cosas y, sin embargo, esta guerra está dificultando las relaciones con nuestros amigos. Esto se debe a que cuando se trata de asuntos de la cabeza, los intereses de los que he hablado están claramente alineados; pero el problema son los asuntos del corazón. El problema en las relaciones húngaro-polacas es de corazón. Nosotros, los húngaros, vemos esta guerra como una guerra entre dos pueblos eslavos, y como una guerra de la que queremos mantenernos al margen. Pero los polacos la ven como una guerra en la que también están metidos: es su guerra, y casi la están peleando. Y dado que este es un asunto del corazón, no podemos llegar a un acuerdo entre nosotros, sino que debemos usar nuestro intelecto para salvar todo lo que podamos de la amistad polaco-húngara y la alianza estratégica para el período de posguerra".

Orbán también añadió lo siguiente sobre la guerra: "Mantendremos nuestra opinión de que esta guerra no es nuestra. Hungría es miembro de la OTAN, y nuestro punto de partida es que la OTAN es mucho más fuerte que Rusia, por lo que Rusia nunca atacará a la OTAN. La frase de que no se detendrán en Ucrania es una débil -pero comprensible- frase de propaganda usada por Ucrania, lo cual entiendo, porque su objetivo es involucrarnos, involucrar a tantos países como sea posible de su lado en esta guerra, pero esta frase carece de toda base realista".

Orbán asumió las tesis rusas sobre la invasión de Ucrania

Estas afirmaciones de Orbán chocan de lleno con la amenaza de la Duma Estatal Rusa contra Polonia de que sería la próxima invadida, una amenaza muy grave lanzada en mayo. Pero lo que más ha incomodado en Polonia es que Orbán asumió las tesis rusas sobre la invasión. Lo hizo con estas palabras:

"Los rusos formularon una demanda de seguridad muy clara, además – de una manera rara en la diplomacia – incluso la pusieron por escrito y la enviaron a los estadounidenses y la enviaron a la OTAN. Allí está escrito que exigen que Ucrania nunca se convierta en miembro de la OTAN, que Ucrania lo declare, y que la misma OTAN se lo asegure a Rusia, y que nos comprometamos a nunca colocar armas en el territorio de Ucrania que puedan servir para alcanzar territorios de Rusia. Occidente rechazó esta propuesta y no estaba dispuesto ni siquiera a negociar al respecto. Dijeron que la OTAN tenía una “open door policy”, es decir, las puertas abiertas, cualesquiera pueden postularse, y luego ya decidiremos si los queremos dejar entrar o no. Y esta negativa trajo como consecuencia que hoy los rusos usan las armas para hacer valer sus demandas de seguridad, que antes querían lograr mediante la negociación."

Orbán no dice toda la verdad sobre esa "demanda de seguridad" de Rusia. El 17 de diciembre de 2021, el Ministerio de Exteriores de Rusia publicó los borradores de sendos tratados a firmar por Rusia, uno con EEUU y otro con la OTAN. Con ambos documentos, que en realidad era un ultimátum claramente inaceptable y humillante para los países occidentales, Rusia exigía un derecho a vetar la presencia militar de EEUU en cualquier país de la OTAN y que ésta dejase indefensas a Polonia y a otras naciones de la Alianza. Si EEUU y la OTAN se hubiesen plegado a las exigencias del Kremlin y hubiesen suscrito ambos documentos, eso habría convertido a Europa en una rehén de Rusia.

Su intento de desmovilizar la ayuda militar occidental a Ucrania

En su discurso, Orbán también hizo las consignas rusas para intentar desmovilizar la ayuda occidental a Ucrania:

"Los ucranianos nunca ganarán una guerra contra Rusia con armas y oficiales de entrenamiento estadounidenses. Sencillamente, porque el ejército ruso tiene una ventaja asimétrica. El segundo hecho que tenemos que enfrentar es que las sanciones no tumbarán a Moscú. El tercero es que Europa está metida en problemas económicos y políticos, y los gobiernos están cayendo como fichas de dominó".

No es la primera vez que Orbán se alinea con Rusia. Recordemos que le une una amistad con Putin. Tal vez por ese motivo, en 2014 y en 2020 Orbán criticó las sanciones europeas a Rusia con motivo de la invasión de Crimea. Cuando Orbán dice ahora que Ucrania no ganará la guerra, ¿hace un simple análisis o es otro intento de favorecer a Rusia?

Orbán propuso algo muy parecido al acuerdo de Múnich de 1938

Para contestar a esa pregunta basta con seguir leyendo el discurso de Orbán, concretamente cuando dice lo siguiente: "ahora el trabajo de la Unión Europea no debería consistir en ponerse del lado de los rusos o de los ucranianos, sino en ponerse entre Rusia y Ucrania. Ésta debería ser la esencia de una nueva estrategia".

Después de proponer esta equidistancia entre agredido y agresor, Orbán añade: "cuantas más armas modernas suministre la OTAN a los ucranianos, tanto más lejos moverán los rusos la línea del frente, porque son un pueblo militar que solo piensa en la seguridad y solo está interesado en no ser atacado militarmente desde el territorio de Ucrania". Finalmente, el primer ministro húngaro añadió: "no habrá negociaciones de paz entre Rusia y Ucrania. Los que esperan esto, están esperando en vano. Dado que Rusia quiere garantías de seguridad, la guerra sólo puede terminar mediante negociaciones ruso-estadounidenses. Hasta que no haya una negociación entre Rusia y los Estados Unidos, no habrá paz".

Esto lo dijo Orbán en el mismo discurso en el que aseguró que quería preservar "la soberanía de Ucrania". Pero ¿cómo preservar la soberanía de Ucrania proponiendo que la guerra acabe con un acuerdo entre dos potencias y que ignore a Ucrania? Hay que recordar que la propuesta que ha hecho Orbán con esa declaración no es nueva: es lo mismo que hicieron alemanes, franceses y británicos en Múnich en 1938, y que llevó a la desaparición de Checoslovaquia, con la anexión de los Bohemia y Moravia al Tercer Reich, y un año más tarde llevó a la Segunda Guerra Mundial, con una Alemania fortalecida por las concesiones y el intento de apaciguamiento de británicos y franceses.

Morawiecki confirma la separación de los caminos de Polonia y Hungría

Este viernes, el primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, confirmó que ese discurso de Orbán implica una separación de los caminos de Polonia y Hungría. Con ese discurso, Orbán abre una brecha con Polonia, pero también en el seno del movimiento conservador europeo. A partir de ahora será difícil reunir a uno de sus grandes referentes, el partido Ley y Justicia que gobierna en Polonia, con Orbán y su partido, el Fidesz. Con su posición, Orbán no sólo le hace un gran favor a Putin, sino también a la élite progresista de Bruselas, al debilitar y desunir al único movimiento que hace frente a sus imposiciones.

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Foto: Reuters.

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Comentarios:

  1. Viento

    Los expertos rusos en desinformación crean relatos totalmente diferentes según el público al que se dirigen: extrema izquierda, progres, europeos profamilia, hispanoamericanos antiyanquis (tremendamente hispanofóbico), y para la consumición local Un . El más representativo es el destinado a los propios rusos. Siendo fieles a su herencia comunista instrumentalizan todas las causas que les resultan útiles aunque no crean en los valores que representan.

    De un tiempo a esta parte, a la vez que trataban los asesores de Putin de recabar los apoyos de diferentes sectores rusos tradicionalmente anticomunistas como la derecha conservadora, los nacionalistas, los nazis rusos, neofascistas, etc comenzaron a nível internacional a tratar de influir en sectores tanto de la derecha conservadora como de derecha radical europea lanzándoles mensajes diseñados sólo para esos dos públicos mientras seguía el idilio de Rusia con la extrema izquierda a la que lanzaban otro tipo de mensajes muy diferentes.

    Mientras que en el sector conservador no lograron engañar ni al partido polaco Derecho y Justicia, ni a Fratelli d`Italia ni a Vox, sí que lograron acercar a sus tesis al húngaro Orbán y a su partido Fidesz, aunque también habría que plantearse qué parte juega la dependencia energética y económica de Rusia. «Por interés te quiero, Andrés».

    Con una Iglesia Ortodoxa cuyos máximos dirigentes ya en tiempos de la URSS estaban infiltrados por el KGB, al que pertenecían tanto el anterior patriarca Alejo como el actual Cirilo, les ha resultado fácil montar una campaña publicitaria en el exterior en la que se presenta a Rusia, país en el que el aborto es legal y la asistencia a la iglesia bajísima, como una sociedad «cristiana» que vive los valores «tradicionales»; cuando la mentalidad, relaciones interpersonales, de poder y jerárquicas, y los métodos de trabajo son los mismos que en la época soviética ya que no ha habido una descomunistización y los derechos de propiedad están sujetos a la arbitrariedad del poder, por no hablar de la inexistente en la práctica libertad de expresión y reunión. Un verdadero engañabobos.

  2. Viento

    I recommend you to listen to this audio on iVoox! Propaganda rusa en la UE https://go.ivoox.com/rf/90153127 de Voces Ucranianas

  3. Małgorzata Wołczyk

    Aplaudo este articulo, muy buen trabajo Elentir. Te lo agradezco en nombre de todos los polacos. Lo unico que me alivio es una opinion de un hungaro conocido que dijo «Hungria a lo largo de historia elegia mal y tomaba las decisiones politicamente perdidas» Y es lo que deseo ante todo a Rusia pero tambien a todos sus aliados y socios: que pierden…

  4. FaramirGL

    Menuda necedad la de Orbán. En una situación como la actual, no puedes nadar entre dos aguas.

    Hungría tiene que elegir bando con claridad y, mientras siga pretendiendo no hacerlo y quedar bien con todo el mundo, seguirá distanciándose de sus aliados reales del grupo de Visegrado.

  5. Aguador

    Me sorprende un poco ese discurso de Orbán. Le creía más firme y menos propenso a tratar de nadar y guardar la ropa. Quizá las presiones de Bruselas han conseguido hacerle flaquear. Esperemos que vuelva por el buen camino y no deje a Polonia sola.

  6. wladimir

    en este momento…

    es un momento de definicion….muy lamentable las palabras de Victor Orban…no puedes ser amigo del Diablo y servir a Dios….o estas con los Valores Europeos o estas con los valores del Putinismo….

    y Małgorzata Wołczyk estamos con ustedes y con Polonia y su justa defensa de la democracia y los valores Europeos….es una pena que hungria se haya desviado del camino correcto…

    o estas en nuestra contra (y con Putin y sus secuaces) o estas con nosotros y los valores Europeos occidentalas judeo-cristianos…

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