Feijóo frena la denuncia del PP contra Pedro Sánchez en Bruselas y deja solos a Vox y a Cs

La política de oposición de Feijóo frente a los abusos de Sánchez se está pasando tanto de "moderada" que ya parece cualquier cosa menos oposición.

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PP, Vox y Cs anunciaron sendas denuncias contra Sánchez en la UE

Tras el golpe de Pedro Sánchez al Estado de Derecho en España, imitando lo que hizo el tirano Hugo Chávez en Venezuela en su asalto a la separación de poderes en ese país, se anunciaron tres denuncias de partidos de la oposición en Bruselas: una del PP, otra de Vox y otra de Ciudadanos. Fue una respuesta de unanimidad en la denuncia contra un grave a uno de los pilares de la democracia, como es la independencia judicial. Pero ha durado poco.

Feijóo ordena al PP dar marcha atrás y deja que Sánchez se vaya de rositas

Hoy, un diario muy afín a la dirección nacional del PP, La Razón, publica que Feijóo ha frenado la denuncia del PP contra Sánchez en Bruselas. El diario lo explica enmarcando esa decisión en la "vía moderada" de Feijóo y en su decisión de no hacer "ruido". Es decir, que defender el Estado de Derecho es cosa de radicales y ruidosos, lo que nos faltaba por leer. Desde el PP alegan que lo hacen por "sentido de Estado" (¿se refiere al Estado de Derecho, al que deja vía libre para que Sánchez lo pisotee a placer?) y para evitar "dañar el semestre español de Presidencia europea", una presidencia que Sánchez quiere utilizar para hacer autobombo y tapar así sus abusos y su pésima gestión.

El PP quiere captar los votos de quienes apoyaron a Sánchez

La verdadera clave de esta incomprensible maniobra de Feijóo parece estar en este párrafo de la noticia de La Razón: "Para el PP es clave mantener una estrategia de oposición que no asuste a votantes moderados, de centro, que en las pasadas elecciones apoyaron a Pedro Sánchez, pero que en los próximos comicios podrían estar valorando dar su respaldo al PP." Dicho sea de otro modo: Feijóo quiere seguir hacer la pelota a los votantes de izquierdas a costa de abandonar la defensa del Estado de Derecho. Esto no es hacer oposición, señor Feijóo. Eso es convertirse en una muletilla del gobierno. El PP traiciona una vez más a sus votantes y sus obligaciones como partido de la oposición, y lo hace para ceder por enésima vez ante los caprichos de la izquierda.

La alianza de PP y PSOE en Bruselas que reveló González Pons en 2019

Entre los motivos de esta maniobra tampoco se nos puede escapar lo que dijo en mayo del 2019 el eurodiputado español del Partido Popular Esteban González Pons sobre el funcionamiento de las instituciones europeas: "a nivel europeo vamos a una coalición centrista, en la que el Partido Popular siempre es el partido líder, en segundo lugar el Partido Socialista, y en la que partidos como Vox, de la extrema derecha, o como Podemos, de la extrema extrema izquierda, siempre están excluidos de la mesa de trabajo". Es decir, que en la UE, PP y PSOE son aliados.

Una maniobra que explica la obsesión de Feijóo con que desaparezca Vox

Esta retirada del PP deja solos a Vox y a Cs en sus denuncias ante la UE, que tendrán mucha menos fuerza al no contar con el primer partido de la oposición. De esos dos partidos, todo apunta a que Cs podría perder su representación en las próximas elecciones generales, arrastrado por virajes incomprensibles como los que hace ahora el PP. Así pues, de cara a un futuro inmediato, si alguien quiera una oposición real en España, y no la tomadura de pelo que hace el PP, sólo tendrá a Vox. Al final va a ser cierto el lema que usa este partido diciendo que "sólo queda Vox". Aunque podríamos añadir: y menos mal que tenemos a Vox, porque Feijóo parece obsesionado con lograr que desaparezca. En noviembre, La Razón afirmó que Feijóo había encargado a Ayuso "dinamitar" a Vox. ¿Esa orden era para que Vox no siga dejando en evidencia -con su labor diaria- que lo que hace el PP no es oposición, sino un fraude a sus votantes?

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Foto: La Moncloa. Pedro Sánchez saludando a Alberto Núñez Feijóo con motivo de una visita del presidente del PP al palacio de La Moncloa.