España se ha convertido en el barco 'Henrietta' de Pedro Sánchez: sólo le importa él mismo

Elentir EN Lun 15·5·2023 · 8:47 4

En 1872, el diario Le Temps de París publicó por entregas una de las novelas más famosas de un gran escritor francés: Julio Verne.

Un insulto a la democracia: robar a la gente para comprar sus votos con el dinero robado
La deuda de Pedro Sánchez con un partido que lleva a 44 terroristas como candidatos

Aquella novela, titulada "La vuelta al mundo en ochenta días", hablaba sobre una apuesta hecha por un adinerado caballero inglés, Phileas Fogg, con sus colegas del Reform Club: apostó la mitad de su fortuna a que sería capaz de dar la vuelta al mundo en sólo 80 días. La última etapa de ese azaroso viaje se inició en la ciudad de Nueva York, a bordo de un barco de vapor llamado "Henrietta". Durante la travesía del Atlántico, y a causa de las prisas del caballero inglés, el combustible se agotó.

Fogg no estaba dispuesto a perder la apuesta, así que compró el barco y ordenó quemar todas sus partes de madera para conseguir llegar a puerto como fuese. Finalmente, el "Henrietta" arribó a Queenstown, en Irlanda, desde donde Fogg se dirigió en tren a Dublín para a continuación tomar un barco a Liverpool. El "Henrietta" se quedó en Queenstown, convertido en un simple esqueleto inservible.

No he podido evitar acordarme de aquella historia escrita por Verne viendo las últimas noticias de la campaña electoral de los socialistas españoles. Pedro Sánchez lleva semanas sacándose conejos de la chistera en forma de "regalos" que pagamos los contribuyentes para que él compre votos. Primero fue financiar el 50% de Interrail para que los jóvenes de 18 a 30 años. Después anunció que el Instituto de Crédito Oficial (ICO) avalará el 20% de la hipoteca a menores de 35 años y familias con niños. Y ayer anunció un "avance social" que consiste en pagar parte de las entradas de cine a los mayores de 65 años.

Esta forma indecente de comprar votos no es nueva. En la antigua Roma llamaban a eso "panem et circenses" (pan y circo), una política que consistía en comprar el favor del pueblo regalándole cosas o distrayéndole con espectáculos. Sánchez necesita recurrir a un truco tan patético después de estallarle en las manos sus pactos con Bilbu, que lleva a 44 terroristas en sus candidaturas para las elecciones locales del 28 de mayo. Ahora tiene que inventar lo que sea para que los medios no hablen de eso. Y Sánchez no sabe hacer otra cosa que generar titulares a golpe de despilfarro. Es lo que viene haciendo desde 2018.

Al final, Sánchez está haciendo con España lo mismo que Phileas Fogg con el "Henrietta": subordinar todo a su interés personal, que es ganar las próximas elecciones generales (las elecciones locales simplemente le serviría de trampolín electoral) al precio que sea. La gran diferencia entre ambos es que Fogg gastaba su dinero, mientras que Sánchez despilfarra el dinero de todos los españoles, en un desvergonzado intento de comprar los votos de los ciudadanos con los impuestos que ellos mismos pagan. Después de las elecciones, a todos nos va a tocar pagar esta indecente compra de votos por parte de un gobernante sin escrúpulos al que sólo le importa él mismo.

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Foto: PSOE.